Este texto se escribió a partir de un tuiter que escribió
Rodrigo Arenas del Movimiento Cívico Nacional interpelando al diputado Amilcar
Pop quien no cantó el himno nacional y no hizo el “saludo” durante el acto de
toma de poseción del presidente de la república Jimmy Morales el 14 de enero de
2016.
Por: Luis Ramírez
Nuestro
himno fue escrito por un cubano. Nuestro himno nacional es ajeno para los
pueblos originarios.
Nuestro
himno es extraño para los indígenas, inclusos nosotros los mestizos podremos
sentirlo ajeno si lo analizamos.
El himno empieza así:
¡Guatemala feliz…! que tus aras
no profane jamás el
verdugo;
ni haya esclavos que
laman el yugo
ni tiranos que
escupan tu faz.
En
realidad muchos lamieron y lamen el yugo en nuestro país, lo hacen a través del
racismo, de salarios de mierda y de el millón y medio de Guatemaltecos que
viven en Estados Unidos. Nuestro país es feliz a medias, empieza a serlo apenas
ahora ¡Tan tarde!
Los
tiranos escupen la faz de nuestras naciones mayas, incluso la cara más escupida
es la cara del ladino blanco y del mestizo. Guatemala es escupida en la cara de
los blancos puros y criollos a través de unas regalías paupérrimas recibidas
por la extracción y a cero el gravámen del impuesto. Es escupida en la cara de
esos burócratas y legisladores mestizos que han convertido la ley en papel
higiénico para que las transnacionales puedan limpiarse el sudor del pueblo sin
pagar impuestos. Así nuestro himno, que no deja de ser maravilloso, pierde
absolutamente el sentido.
Cuando
en su segunda estrofa dice: si
mañana tu suelo sagrado, lo amenaza invasión extranjera, no
veo la razón por la que se puedan sentir identificados los Quiches o los
Tzutujiles -por citar solo dos etnias- cuando caigo en la cuenta de que yo
mismo para ellas y ellos puedo representar un invasor o en todo caso
recordárselos, puedo entender su apatía. Muchos cantamos ese himno sin
reivindicar absolutamente nada de sus estrofas, ¡es simplemente asqueroso!
El
momento más álgido de verdadero y sano nacionalismo durante el período de la
Revolución 44-54, se perdió en el momento en que nadie estuvo dispuesto a morir
o a vencer por dejar libre al viento la hermosa bandera, ocurrió lo contrario,
lo mas hermoso de la revolución fue vendido a un precio de porquería, la
traición de Castillo Armas y el carroseo del Cristo Negro de Esquipulas solo me
recuerdan que hasta para los ladinos el himno nacional eventualmente nos
debería hacer sentir asco, cuando menos vergüenza, por que hemos sido ladinos
los que rara vez hemos sido consecuentes con su lírica, que a decir verdad es
fantástica. Pero nosotros nos encargamos de vaciarla, al cantarla con tanta
hipocresía.
Fueron
los liberales los que nos impusieron ese himno, a mayas y ladinos. Sus estrofas
son tan perfectas que nos han mantenido sedados durante muchos años, al punto
de que en vez de hacer lo que dicta, hacemos precisamente lo contrario, y lo
hemos convertido en el ritual cívico y vacío de las escuelas y lo peor, en el
cántico infaltable del balón pie.
De tus viejas y duras cadenas
tú forjaste con mano
iracunda,
el arado que el suelo
fecunda
y la espada que
salva el honor.
Lo
cierto es que ya ni arado hay, ni bueyes, ni cadenas viejas, ni nuevas, ni
duras. Dura es aún la jornada laboral y diferenciado pretende ser el salario
¡imposible!
Iracunda
es la mano pero del capataz, iracunda es su voz, infecundo el suelo y la espada
se hundió en el honor. ¿Cuándo? Hoy y ayer ¡Sólo si lo seguimos permitiendo!
Nuestros
padres no lucharon un día encendidos en patrio ardimiento, más bien lo hicieron
con miedo de que pasara lo que en México, que la independencia la empujó el
pueblo y no la élite. El choque sangriento vino paulatinamente con dictaduras,
con robo de tierras, ley de vagancia, con reforma liberal y con truncar una
verdadera revolución para cerrar con un genocidio y luego “la paz”.
Esto enseña pedazo de cielo en que prende una
nube su albura, no fueron ciegos, sino perspicaces hombres ladinos y
hombres de olivo los que mancharon de sangre tus colores.
Cada
vez que leo el himno, cada vez que lo canto sé que algo anda mal, que debe ser
reivindicado, sé que debe haber otro himno que represente también a los pueblos
que estuvieron antes que esos criollos, antes que esos liberales, y antes que
esos mestizos. No es un asunto de desobediencia o de desapego al himno nuestro,
de hecho esta implícita en su letra la justicia, y que la patria aspira a
hombres y mujeres pensantes y no a autómatas que cantan como idiotas sin buscar
ser consecuentes con lo que cantan.
Debo
aceptar que nuestros hijos no han sido ni valientes ni altivos, no veneran la paz cual presea,
y en realidad eluden la pelea si de defender sus recursos, su tierra y su hogar
se trata. Nuestro país está entre dos mares ¡precisamente! adormecido
recostado, mientras se llevan el oro, el níquel, mientras se evaden impuestos.
¿Algo familiar?
Y nuestra ave indiana que pronto podría estar
sola en su escudo, tan solo como imagen. Algunos nunca han querido que vuele
más que el cóndor y el águila real ¿o no es así?
¡Guatemala feliz…!
que tus aras
no profane jamás el verdugo;
ni haya esclavos que laman el yugo
ni tiranos que escupan tu faz.
no profane jamás el verdugo;
ni haya esclavos que laman el yugo
ni tiranos que escupan tu faz.
Si mañana tu suelo
sagrado
lo amenaza invasión extranjera,
libre al viento tu hermosa bandera
a vencer o a morir llamará.
Tomado del blog de
Prensa Comunitaria.lo amenaza invasión extranjera,
libre al viento tu hermosa bandera
a vencer o a morir llamará.
Por eso y mucho más, no es correcto enseñar el himno en la escuela, sino, analizarlo, discutirlo, debatirlo....
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