Teoría
Keynesiana, consumo y remesas familiares
(Ensayo)
Fernando
Rodríguez Angel
Economista
El tema del consumo,
abordado desde diferentes perspectivas teóricas para ser entendido como
concepto económico, le permite también ser un elemento conceptual que puede
revelar el grado de desarrollo de las sociedades.
Desde la perspectiva
keynesiana, el ingreso se define como el valor de la producción, o lo que
equivale a decir consumo más inversión. De esa cuenta entonces, el ahorro =
ingreso – consumo. (Keynes, 1965, p. 64).
Siempre siguiendo a
Keynes, este afirma que “Los gastos en
consumo durante cualquier período deben significar el valor de los artículos
vendidos a los consumidores durante el mismo ………” (Keynes, 1965, p. 63)
Estas
definiciones permiten entender que en cualquier sociedad y en todo momento, los
ingresos de los consumidores siempre tienen dos destinos: el consumo y el
ahorro. Indudablemente, es el monto que
se asigne a cada destino el que permite revelar, en buena medida, el estado de
desarrollo de una sociedad, entendido éste ultimo como el nivel de bienestar
del que goza cada ciudadano en función de los bienes y servicios que su ingreso
le permite obtener.
Actualmente,
y al márgen de clasificaciones mas técnicas, existen en el mundo dos grandes
grupos de países: los desarrollados y los subdesarrollados. Los primeros generalmente se caractertizan
por tener una estructura productiva altamente orientada a la industrialización
y muy diversificada. De manera
importante, los niveles de ingreso de la población son altamente significativos
y, efectivamente, permiten niveles de bienestar satisfactorios.
Por
su lado, los países subdesarrollados se caracterizan por ser productores y
exportadores de bienes originados en el sector primario de la economía; el
grueso de su ocupación es de mano de obra no calificada. Destacan los bajos niveles de ingreso que
derivan en vastos sectores de población que viven en condiciones de pobreza y
pobreza extrema.
En
todo caso, tambien es importante resaltar que el nivel de desarrollo logrado
por ambos grupos de países, unos mas y otros menos, ha sido en el muy largo
plazo y bajo condiciones históricas muy particulares.
Un aspecto muy
singular del comportamiento del ingreso en países desarrollados, es que aparte
de ser alto, cualquier aumento en el mismo, progresivamente se va orientando
más al ahorro que al consumo, debido a que como son sociedades que ya han
alcanzado niveles de bienestar bastante altos, las necesidades elementales
tales como la alimentación, el vestuario, la vivienda, etc., están plenamente
satisfechas. Esto permite que los
aumentos en su ingreso se destinen gradualmente más al ahorro que al consumo.
Keynes aborda esta
cuestión explicando que “……también es
evidente que un nivel absoluto mayor de ingresos se inclinará, por regla
general, a ensanchar la brecha que separa al ingreso del consumo; porque la
satisfacción de las necesidades primarias inmediatas de un hombre y su familia
es, generalmente, un motivo más fuerte que los relativos a la acumulación, que
solo adquieren predominio efectivo cuando se ha alcanzado cierto margen de
comodidad. Estas razones impulsarán casi
siempre a ahorrar mayor proporción del ingreso cuando el ingreso real aumenta.”
(Keynes,
1965, p. 93)
En el caso de los
países subdesarrollados, aun cuando el planteamiento de Keynes no va enfocado
hacia éstos, su análisis permite derivar lo que sucede con el comportamiento
del ingreso. En estos países, el
subdesarrollo generalmente se caracteriza por analfabetismo, escaso acceso a
servicios básicos, pobreza y pobreza extrema, pero significativamente, bajos
niveles de ingreso en la mayoría de la población que apenas cubre precariamente
las necesidades básicas. En
consecuencia, el monto del ingreso destinado al ahorro en estas sociedades, es muy
bajo. Por consiguiente, la propensión al
consumo es muy alta.
De esa cuenta, ante
cualquier aumento en los niveles de ingreso, por regla general, el porcentaje
más significativo va destinado al consumo.
Este comportamiento
del ingreso es lo que Keynes denomina Propensión
marginal al consumo y se define como la variación que se registra en el
consumo, como resultado de una variación en el ingreso.
Desde una perspectiva
funcional, la propensión marginal al consumo expuesta por Keynes, puede
plantearse así: C = α + βIng en donde C = consumo, α = consumo autónomo
y β = propensión marginal al consumo, es decir, el aumento en C derivado de un aumento en el Ing = ingreso.
Con el propósito de
evaluar empíricamente sobre los cambios en el consumo derivados de cambios en
el ingreso y el contraste entre países desarrollados y subdesarrollados, se
realizó un ejercicio con el modelo keynesiano del ingreso aplicado a las
economías de Guatemala[1]
y Estados Unidos de Norteamérica[2],
ambos durante el período 1960-2011 cuyos resultados son:
Cgt
= - 165.1066 + 0.9170Ingt
Cusat
= - 97.0746 + 0.683Ingt
País
[3]
|
r
|
r2
ajustado
|
F
|
Guatemala
|
0.997917
|
0.995757
|
11,969.3
|
USA
|
0.999852
|
0.999700
|
169,801.6
|
A partir de los
resultados obtenidos, puede concluirse que, efectivamente, los niveles de
consumo y sus variaciones a partir de los cambios del ingreso, son elementos
que también revelan, en parte, las disparidades del desarrollo de las
sociedades.
En el caso de
Guatemala, un incremento en el
ingreso ocasiona que, aproximadamente, 92% del mismo sea destinado al consumo y
escasamente un 8% al ahorro. Este
comportamiento es coherente con las condiciones económicas del grueso de la
población guatemalteca, cuyo ingreso apenas alcanza para cubrir las necesidades
básicas.
El comportamiento del
consumo en Estados Unidos ante aumentos en el ingreso, es sustancialmente
diferente debido a que el porcentaje de este aumento es bastante bajo; en
consecuencia, la formación del ahorro entre la población norteamericana se ve
estimulada progresivamente como resultado de logros en términos del aumento de
sus ingresos.
Colateralmente, y con
el objetivo de ampliar sobre las variaciones significativas del consumo,
resultantes de cambios en el ingreso para la economía guatemalteca dado su
nivel de escaso desarrollo, se ha realizado un ejercicio que permite revelar en
alguna medida, que los aumentos en el ingreso impactan más por el lado del
consumo que del ahorro. Es el caso de
las remesas familiares provenientes de migrantes guatemaltecos, especialmente
los radicados en Estados Unidos.
En principio, las
remesas se han constituido en un aumento en el ingreso de muchas familias
guatemaltecas, debido a que quienes las remiten, han salido del país
ciertamente buscando mejores oportunidades que permitan elevar su nivel de
vida, por la vía del mejoramiento de los ingresos.
En tal sentido y con
el propósito de corroborar sobre que, para el caso de Guatemala, el destino que
tiene cualquier aumento en el ingreso, es el consumo de manera significativa,
se plantean dos modelos econométricos uniecuacionales: Uno que explica el
consumo privado en función del ingreso de divisas por concepto de remesas
familiares: Cpr = α + βRf + ui y otro explicando la
inversión privada: Ipr = α + βRf + ui. La aplicación de los modelos en el período
1994-2011 registra los resultados siguientes:
Cpr
= 3030.09 + 0.000508Rf
Ipr
= 18,305.53 + 0.002105Rf
En
donde: Cpr = Consumo Privado
Ipr = Inversión
Privada
Rf = Remesas Familiares
Función [4]
|
r
|
r2
|
F
|
Cpr
= f(Rf)
|
0.966038
|
.933230
|
223.6291
|
Ipr
= f(Rf)
|
0.760095
|
0.577745
|
21.8918
|
El planteamiento
funcional parte de la hipótesis de que los ingresos por concepto de remesas
familiares, son destinados principalmente al consumo y no a la inversión
productiva que, en el mejor de los casos, sería la alternativa ideal que
permitiría no solo un mejor nivel de vida futuro para las familias receptoras
de remesas, sino también el crecimiento de la inversión productiva nacional.
Los resultados del
ejercicio, permiten aproximar una conclusión puntual que se refiere a
establecer la existencia de una relación mucho más fuerte entre el consumo
privado y las remesas familiares, no así la inversión privada.
Mientras que la
relación entre consumo privado y remesas familiares es aproximadamente de un 97
por ciento, la relación con la inversión privada es del 76 por ciento.
Por otro lado, en el
primer modelo se estima que un 93.3 por ciento de los cambios en el consumo
privado se deben a cambios en las remesas familiares, mientras que en el
segundo modelo se estima que tan solo un 57.7 por ciento de la variación en la
inversión privada se debe a cambios en las remesas.
Estos resultados
permiten concluir en un primer momento, sobre la importancia significativa que
las remesas familiares tienen en el consumo de las familias guatemaltecas, no
así en la conformación de la inversión.
Referencias
Council of Economic
Advisers. (February 2015, February 2016). ECONOMIC REPORT OF THE PRESIDENT
TRANSMITTED TO THE CONGRESS . Washington D.C.: The White House.
Keynes, J. M. (1965). Teoría de la
Ocupación, el interés y el dinero (Séptima en español ed.). (E. Hornedo,
Trad.) México - Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica.
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