miércoles, 17 de agosto de 2016

A veces, ser joven no es bueno



A veces, ser joven no es bueno....
Helen Enríquez
Estudiante primer semestre Área Común, sección C
División de Ciencias Económicas, CUNOC


Algunos criticaran el título de este artículo, pero es la invitación a conocer porque ser joven no es bueno, especialmente cuando se pretende salir adelante por los propios medios, luchando en contra de la corriente así como muchos de nosotros intentamos día a día.

En esta parte se tomó en cuenta relatos de al menos 10 jóvenes (hombre y mujeres) de diversos ámbitos, con un nivel profesional (licenciatura universitaria concluida) que pese a ser ejemplo de superación personal, familiar, incluso dentro de su comunidad, se ven en desventaja por el simple hecho de estar dentro del promedio de 25-29 años de edad.

Considerando además que según el Instituto Nacional de Estadísticas en el 2015 Guatemala, presentaba en la Encuesta Nacional de Empleo e Ingresos (ENEI) 1-2015, la tasa de desempleo abierto en 2.4%, y la tasa de subempleo visible en 10.4%.

¿Ser joven?

Quizá para muchos, el hecho de ser joven es sinónimo de: fuerza, garra, chispa u otro similar que ayuda a describir  a una persona joven, pero en definitiva cuando se trata o se refiere a aplicar a un puesto laboral, casi se llega a pensar que “ser joven es un delito”, por el hecho de no tener experiencia. La sociedad te limita de tal manera que es preferible, contratar a alguien mayor, aun cuando no cumple con la capacidad académica que un perfil requiere y no es por el hecho de conocer más académicamente.

¡No nos toman en cuenta!

En los últimos años, alcanzar un espacio en donde desempeñarse siendo joven, implica ejercer en puestos de menor rango, como se mencionaba antes aun cuando se tiene un “grado académico” requerido, pero como no se tiene “experiencia” nos tenemos que adaptar a las únicas opciones que nos brinda nuestra sociedad. Es aquí en donde se repiten argumentos como: “cuanta experiencia tiene para este cargo”, “porque no ha trabajado antes”.

Realmente intentar conseguir trabajo, para algunos jóvenes es “frustrante”, porque no se tiene experiencia. Pero se debería de considerar más el hecho de tener la buena voluntad de aprender y contribuir a desarrollar un ambiente laboral agradable encaminado a ser parte de una útil de la sociedad.
¿Sujetos a discriminación? 

Dentro de algunos relatos se repitió la frase: “como usted no sabe”, refiriéndose en algún momento a como los compañeros de trabajo, se refieren a alguien joven dentro del grupo, pero en ningún momento se ponen a pensar, que algún día ellos fueron así, que es parte de aprender a hacer las cosas, no somos máquinas y merecemos, al menos la oportunidad de aprender y quizá no es de un día a otro, pero no es ese el hecho de vernos de menos cuando somos parte de un equipo de trabajo. 

Conclusiones

·         La sociedad discrimina, aún más cuando se trate de edad, tu experiencia valdrá poco si eres joven y ante eso debemos estar advertidos.
·         Nuestra sociedad no cambiara, a menos de que las oportunidades se den de igual manera para todos.
·         Se debe considerar, que tenemos voluntad y ganas de trabajar, pero es importante que  quienes provean las oportunidades de trabajo, tengan la voluntad de darnos a conocer,  demostrar la capacidad y el talento que tenemos, de lo contrario seguiremos siendo parte de la taza de desempleados que existe en el país.
·         El hecho de ser joven, no debe condicionarnos a optar a puestos para los que muchos de nosotros estamos sobre calificados.
·         No merecemos ser discriminados, por no tener experiencia, porque es la misma sociedad la que no nos permite adquirirla.

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