lunes, 31 de julio de 2017

Colonización de la economía



Colonización de la economía
Por Moisés Gómez Cortez
La desigualdad.
La economía globalizada ha beneficiado en los últimos veinticinco años a las personas más pudientes. El uno por ciento más rico de la población global ha percibido más ingresos que el cincuenta por ciento más pobre de la población. En la “economía del derrame”, en lugar de que al pobre le llegue recursos estos se acumulan para la clase dominante y lo hacen a un ritmo alarmante.
Una interrogante podría ser ¿Cómo se da esto?
Papel de las grandes empresas.
En el año 2015 y 2016, a las grandes empresas les fue bien en su rentabilidad. En el año 2015, las diez mayores empresas del mundo obtuvieron una facturación superior a los ingresos públicos de 180 países juntos. Cuando estas empresas se ponen al servicio de la clase dominante, las personas que más lo necesitan se ven privadas de los beneficios del crecimiento económico generado. Su modelo de maximización de beneficios conduce a una devaluación salarial sobre el trabajador medio, una presión sobre medianas, pequeñas y microempresas, y a sofisticados esquemas corporativos para tributar menos de lo que les corresponde, eludiendo el pago de unos impuestos que beneficiarían al conjunto de la población, especialmente el conglomerado indigente.

Ingresos diferenciados.
Por un lado están los ingresos de los presidentes y altos ejecutivos de grandes corporaciones que se han disparado y como bono obtienen acciones de las empresas. Por otro lado, está el salario del trabajador o el ingreso del productor medio que apenas ha aumentado y en muchos casos incluso se ha reducido. El director de  la principal corporación tecnológica de la India obtiene 416 veces más que un trabajador medio de su misma empresa. La Organización Internacional  del trabajo calcula que 21 millones de personas son víctimas de trabajo forzoso, lo que genera unos beneficios que ascienden aproximadamente a 150,000 millones de dólares anuales. Las mayores empresas textiles del mundo han estado vinculadas a las fábricas de hilado de algodón de la India, que suelen recurrir a trabajo forzoso de niñas. Las grandes empresas, están reduciendo al mínimo los costos de la mano de obra en todo el mundo, impidiendo que los trabajadores y productores de sus cadenas de suministro se beneficien del crecimiento económico, lo cual incrementa la desigualdad.
Sistema regresivo de impuestos.
En el mundo, las grandes empresas han optado por la maximización de sus ganancias a costa de pagar menos impuestos, utilizando paraísos fiscales, sacando provecho de sistemas impositivos cada vez más bajos o logrando que los países compitan agresivamente entre sí para ofrecerles privilegios fiscales. La rebaja de impuestos a las sociedades anónimas se está convirtiendo también en una tendencia generalizada, esto hace que muchas grandes empresas reduzcan su contribución fiscal a mínimos. Se estima, que en el año 2014, Apple tributó por sus beneficios en Europa un 0.005%. Los países del “tercer mundo” pierden cada año al menos 100,000 millones de dólares como consecuencia de la evasión y elusión fiscal de grandes empresas a través de paraísos fiscales.
El capitalismo de corto plazo.
En diversos lugares del globo terráqueo, las grandes empresas se guían cada vez más por un único objetivo: la acumulación del capital. Esto implica no sólo priorizar el cortoplacismo en los beneficios corporativos, sino también incrementar progresivamente la distribución de dividendos entre los accionistas. En 1970, en Gran Bretaña el 10% de los beneficios empresariales se distribuían entre los inversionistas mientras que en la actualidad perciben el 70%.
Políticas públicas al servicio de las élites.
Según Oxfam, Una economía al servicio del 1%, corporaciones de diversos sectores como el financiero, extractivo, deproducción textil o farmacéutico, entre otros, utilizan su enorme poder para garantizar que tanto la legislación como la elaboración de políticas nacionales e internacionales se diseñan a su medida para proteger sus intereses y mejorar su plusvalía.
El capitalismo clientelar beneficia a los propietarios del capital y a quienes están al mando de estas grandes corporaciones, en detrimento del bien común y la reducción de la pobreza. Esto coloca en situación muy desigual a las pequeñas y medianas empresas que no pueden competir en las mismas condiciones frente a estas grandes empresas y al monopolio del poder que ejercen estas megas empresas y los actores estrechamente ligados a los gobiernos.
La extrema riqueza.
El capital adquirido, heredado o acumulado, se multiplica en manos de la clase dominante global, que pueden permitirse pagar el mejor asesoramiento financiero y de inversión. Así es como la riqueza que acumula esta clase ha crecido en promedio un 11% al año desde 2009,una tasa de crecimiento muy superior a la que puede obtener un ahorrador medio. La fortuna de Bill Gates ha aumentado en un 50%, o 25,000 millones de dólares, desde que abandonara Microsoft en 2006, a pesar de sus encomiables esfuerzos por donar parte de ella. Si los milmillonarios mantienen este nivel de rentabilidad, dentro de 25 años ya tendremos el primer billonario en el mundo, alguien con una fortuna de  al menos 1 billón de dólares. En este contexto los de la clase dominante global tendrían que hacer un verdadero esfuerzo para no seguir acumulando más capital.
Las grandes fortunas que se sitúan en el extremo superior de la escala de distribución de los ingresos y la riqueza constituyen una prueba clara de la actual crisis de desigualdad, además de ser un obstáculo básico en la lucha para acabar con la pobreza. Los grandes ricos no son sólo receptores pasivos de la creciente concentración de la riqueza, si no contribuyen activamente a perpetuarla.
Hasta aquí se ha descrito algo de la forma en que funciona el capitalismo global,   ¿pero cómo se da el capitalismo en Guatemala? En principio existe una clase dominante conformada por pocas familias, Marta Casaus indica que son alrededor de 20 familias, Alberto Fuentes habla del G-8 o el grupo de las ocho familias, en todo caso son pocas. ¿Cómo hacen estas familias para acumular su capital en Guatemala?
Los precios de las mercancías.
En Guatemala, casi toda la mercancía que encuentra en un supermercado  y en los mercados tradicionales pasa por su producción o distribución por la clase dominante, incluyendo las importaciones y exportaciones. Por citar un ejemplo, la familia Castillo tiene el control estimadamente del 70% de los alimentos que circulan en nuestro país; también tienen el control de los lugares de recreación; así también, las bebidas.
La clase dominante es dueño de bancos, industrias, de tierras cultivables, de infraestructura en el área urbana (centros comerciales), casi de todo lo que puede generar incremento en sus capitales. Esta clase, tiene la capacidad de imponer los precios de las mercancías a su antojo, sin que el Estado lo regule o intervenga, es más, el Estado se convierte en un instrumento que legaliza la materialización de los precios de las mercancías.
La imposición de los salarios.
En nuestro país existe  un sistema para implementar el salario mínimo, existe una comisión integrado por los patronos que representa a la clase dominante organizados en el Comité de Asociaciones agrícolas, comerciales, industriales y financieras –CACIF-; y por otro lado, los representantes de las organizaciones sindicales, en la mayoría de los casos no se ponen de acuerdo en el incremento de salario para el próximo año, entonces, legalmente le dejan la potestad de definir el incremento al presidente de la república y este en los últimos 50 años siempre ha representado los intereses del CACIF.
Normalmente el salario mínimo legal no cubre la canasta básica vital de una familia en promedio de 5 miembros, esto indica que en Guatemala producir  pobres  es legalmente hablando. En los últimos años se agudizado la pobreza que llegamos a un 60 por ciento. En el periódico del miércoles 29 de marzo de este año indica que los jóvenes trabajadores entre 15 a 29 años perciben salarios menores al mínimo.
Los empresarios utilizan varios mecanismos para no pagar el salario mínimo, las prestaciones de ley y la seguridad social. En los últimos años se ha intentado implementar los salarios diferenciados y la flexibilización de la jornada de trabajo, estas circunstancias solo benefician a los empleadores. Por otro lado, el Ministerio de trabajo que representa al ejecutivo no hace nada al respecto, o más bien, no hace nada por defender los derechos de los trabajadores.
El pago de lo menos posible de impuestos.
En nuestro contexto el que más recursos tiene menos impuestos paga y el que menos tiene más paga en  impuestos, un ejemplo similar es el pago del boleto de ornato, el que tiene como ingreso Q10, 000.00  mensuales paga Q150.00 y el que tiene como ingreso mensual 1 millón de quetzales paga Q150.00. Todos los consumidores finales pagamos el impuesto al valor agregado –IVA-.
L a revista digital Nómada en una de sus publicaciones indica que en 1989, para que las fábricas de ropa pudieran hacer frente a la competencia de China, Guatemala aprobó una ley para dar incentivos fiscales (cobrarles menos impuestos) para que pudieran posicionarse en el mercado mundial. Esta ley es el decreto 29-89 que ha servido para que grandes empresas instaladas en el país puedan decir que exportan y exigir que se les cobre menos impuestos. La minera Montana, el Ron XL, la empresa de semillas Monsanto, los cereales Kellog, Colgate Palmolive son algunas de la lista de 47 megaempresas que encontró Nómada.
19 de estas 47 empresas, además, le venden sus productos al Estado. Más de un millón cada una, y por un total de casi dos millones. Casi el 4% de los ingresos estatales. Entre ellas, Pepsi, como Embotelladora La Mariposa, con 25 millones de quetzales; o la farmacéutica Unipharm, con 39.8 millones de quetzales. Migajas en comparación de las dos grandes vendedoras de fertilizantes. Tigsa con el gobierno del Partido Patriota, por 485 millones de quetzales, y Disagro, con el de la Unidad Nacional de la Esperanza, por 891 millones de quetzales.
La corrupción y los servicios públicos.
La elite económica de nuestro país genera y/o financia a la clase política. Los partidos políticos deberían ser el ente de intermediación entre la población y el Estado y el Estado su papel es intermediar entre la clase dominante y el resto de la población para lograr equilibrios, sin embargo, desde 1954, la mayoría de los partidos políticos están al servicio de la cúpula empresarial. Esta cúpula empresarial cuando un partido político hace gobierno le exige que los tres poderes del Estado estén al servicio de ellos, y para compensar su exigencia pone a su disposición de la clase política, la corrupción, de tal manera que esta se gesta desde la construcción del presupuesto nacional, que lo elabora el organismo ejecutivo y lo legaliza el organismo legislativo.
La clase política se aprovecha de la corrupción para generar nuevos ricos, entre ellos hay académicos, políticos, generales, coroneles, religiosos, empresarios y otros. Cuando estos tienen sus recursos simplemente no los dejan entrar a la clase dominante, porque están cabales y los evidencian como corruptos, la población no vuelve a votar por ellos, pero estos tienen la facilidad de proponerse en otro partido político. Antes a muy pocos habían sido procesados por actos de corrupción, hoy con la Comisión Internacional contra la Impunidad –CICIG- hay varios denunciados y en procesos jurídicos.
Pero lo planteado anteriormente tienen sus implicaciones y estas son los malos servicios públicos que presta el Estado, en la salud, en lo que va del siglo XXI el sistema de salud ha estado en crisis, lo que hace que la clase media busque medios privados para recuperar la salud y la clase pobre no pueda recuperar la salud en este sistema. Casi similar situación vive la clase trabajadora con el Instituto de Seguridad Social.
Ante esta situación surgen aseguradoras de  salud y cadenas de hospitales a nivel nacional donde la clase dominante comercializa con la salud y así incrementar su acumulación de capital.
La educación, es otro servicio público que el Estado lo tiene con deficiencias y es instrumento de domesticación de la fuerza laboral que estará al servicio de reproducir el sistema económico. Una manera de privatizar la educación pública es no hacer inversión en infraestructura educativa, por lo mismo no se contrata a más maestros, tanto estudiantes como maestros buscan colocarse en el sector privado de la educación unos para aprender y otros para enseñar.
En todo caso, el sector educativo lo ha utilizado la clase dominante para transmitir todos aquellos conocimientos que le permita reproducir el sistema y tener estudiantes obedientes no pensantes, esto se refleja hasta en los postgrados universitarios.
Hasta aquí se ha presentado lo que representa el capitalismo en el ámbito global y nacional. Este capitalismo para la sociedad guatemalteca presenta una serie de desequilibrios que más del 50% de su población la pasa en crisis económica toda su vida. Esta crisis interpretada desde el punto de vista del capitalismo. Lo planteado, no es más que el colonialismo de la economía, entonces surge la interrogante ¿Se puede descolonizar la economía? ¿Habrá otra forma de economía que no tenga como  objetivo la acumulación del capital para mantener equilibrios sociales?
Referencia Bibliográfica
NÓMADA, 47 megaempresas se registran como maquila para pagar menos impuestos, marzo 2015.
OXFAM, Una economía al servicio del 1%, enero 2016.

No hay comentarios:

Publicar un comentario