lunes, 9 de marzo de 2020

La huelga de dolores


LA HUELGA DE DOLORES INJUSTA JUSTIFICACION PARA  PERDER CLASES EN EL CUNOC
Dr. Carlos Gonzalo González
La Huelga de dolores es más  antigua que el Centro universitario de Occidente,  pues  nació en 1898, durante la presidencia de Manuel Estrada Cabrera por iniciativa de un grupo de estudiantes de la facultad de medicina de la USAC, y surgió para presionar al gobierno para  mejorar la educación”,  hace 122 años.
  Si bien se convirtió en una tradición estudiantil que recoge sentimientos y manifestaciones de malestar de la sociedad guatemalteca , hoy su conmemoración  y practica  ha sido tergiversada por malos estudiantes de facultades que han hecho de ella una  violación a su más claro precepto de protesta por causas justas y verdaderas como lo es mejorar la educación y las condiciones sociales, económicas, políticas y culturales que la universidad debiera realizar como parte de su responsabilidad histórica en el desarrollo del país.
Vemos el caso en el Centro universitario de Occidente CUNOC, donde la pérdida de clases producto de la toma de edificios –módulos universitarios  - es una clara violación a los derechos de los miles de estudiantes que desde varios lugares de la región de occidente  o del mismo municipio viajan para poder recibir el “pan del saber”.  Porque sea pública no significa que no se pierde la inversión social que es resultado de la formación académica que reciben los estudiantes, y que el Estado sufraga con los impuestos de los ciudadanos de este país.
Lo malo de esta situación es observar la parsimonia de los docentes de no manifestarse en contra de perder tiempo en cuanto al bloqueo que hacen en aulas, edificios y no decir nada.  Es que acaso no reciben un salario el cual debiera ser retribuido con el quehacer de su responsabilidad y compromiso docente contratado por la universidad y pagado por el pueblo.
En los últimos años su silencio en no manifestarse en contra de no poder ofrecer docencia los hace también cómplices de permitir que las autoridades no hagan nada por impedir o poner un alto a estos infortunios de perder clases.
Ojala los docentes puedan usar otros métodos virtuales para hacer uso de ese tiempo en ofrecer a los estudiantes otra opción para no perder las clases y el contenido de cada programa de curso, y no justificar su ausencia de que las aulas estén cerradas como clara violación también de sus derechos al trabajo y a su vocación docente.
Que ha pasado con nuestras autoridades universitarias,porque consienten estos actos  anómalos de perder días y horas de clase en un pueblo necesitado de educación y aprendizaje. Es que acaso no tienen “autoridad” para lograr poner orden en esta casa de estudios, o llamemos con otro nombre es que acaso no les interesa resolver que cada tarde-noche o viernes no se den clases en la universidad.  Y que pasa con los derechos de los estudiantes quien los reclama, es que ninguno se atreve a reclamar?; porque me pueden señalar o sacar en el boletín huelguero.
De dónde sacan el dinero para conjuntos  musicales  y cohetillos, quien los patrocina, que no digan que solo de colectas?; a quien le interesa que seamos un docente y estudiante universitario  que consiente este  tipo de acciones?. ¿Por qué se vende licor dentro de las aulas en estas tomas y nadie reclama que es un delito?.  Hay muchas más dudas que respuestas pero: nadie dice nada, porque pareciera que este puñado de malos huelgueros sigan haciendo de las suyas en hacernos perder el tiempo en las aulas universitarias.
Qué más da si me sacan o nos sacan,  tendrían que sacar a cientos y miles si dijéramos algo como “no estar de acuerdo con no recibir clases”; con no estar de acuerdo a “perder el tiempo”; es que acaso no invertimos nuestra vida en mejorar nuestros conocimientos; que pasa con cada día que no se tienen clases.

Este habito y costumbre de lo que huelgueros nos han impuesto a los que si queremos dar clases y usar el tiempo que este país necesita para formar a dignos ciudadanos que puedan brindar un mejor futuro a sus hijos y sus comunidades no se puede seguir perdiendo.
El perder clases aumenta los riesgos de repitencia;  veamos los carne de los huelgueros y estoy seguro que la mayoría de estos malos estudiantes ya debieron haberse graduado y continúan usando este disfraz de encapuchados pero de forma no digna PUES siguen extorsionando a la USAC para que no se reciban clases.
Digamos SI A RECIBIR CLASES porque cada día que asistimos a recibir o dar clases representa una oportunidad para aprender y enriquecer nuestra mente. ES UN DERECHO ciudadano contenido en nuestra Constitución política de la Republica, su función es la formación profesional, la divulgación de la cultura (no el abuso de una conmemoración que represento una manifestación de dignos universitarios por mejorar la educación), la práctica de la investigación y la cooperación al estudio y coadyuvar a la solución de los problemas nacionales (Art. 82, y 85).
¿Cómo la autoridad puede hacer acápite del Marco legal de la USAC para sancionar a los estudiantes que alteran el orden, la disciplina, las normas legales estatutarias, y reglamentarias o de los deberes éticos de la universidad?  (Art 93,94,95,96 Titulo VIII); pues aplicando las leyes que violen su fin fundamental que es velar por el nivel espiritual, conservando, promoviendo y difundiendo la cultura y el saber científico[1]
Cuáles son las paradojas en la educación superior con este tipo de chantaje de perder el tiempo “so pretexto de celebrar la tradición huelguera que no sabe la mayoría de estudiantes la razón de su origen”, o ¿es que los huelgueros la conocen?;  la verdad sea dicha y es que no existe otra opción que protestar por lo que no es correcto y aceptar como correcto y abuso?. En este punto de reflexión deben emerger las consideraciones de todos los que creemos que la universidad debe dignificarse y dimensionarse en un nuevo rol serio, maduro, coherente, y lógico con lo que la educación superior  demanda y con lo que el pueblo demanda más el código moral de mejorar la educación y el aprendizaje, entonces podremos “ir y enseñar a todos”.



[1]GarcíaCaal, y Santisteban Ana ,  et. al. Marco Legal de la educación Superior en Guatemala  Facultad de Humanidades, Doctorado en educación, Escuela de Posgrado USAC: octubre 2013

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