EL LIDERAZGO Y SUS
HABILIDADES
Yesmi Analy de León Jiménez
Estudiante 6to. Semestre, Administración
de Empresas
División de Ciencias Económicas, CUNOC-USAC
La frase “cuando se quiere estudiar liderazgo
que no sea la meta ser famoso o destacarse entre los demás,
ni nada parecido,
sino el fin primordial debe ser servir a las personas y a la comunidad”
(Madrigal 2017) es muy interesante pues muchas personas a veces quieren ser
líderes para mandar y sentirse más importante, es decir la idea es sobresalir y
pareciera que hasta humillar a los demás. Hoy en día el liderazgo es tomado para
tener autoridad sobre los otros y no para
servirles, que es lo que un verdadero líder debe hacer.
Muchas veces tenemos la oportunidad de ser
líderes en nuestro entorno y no nos damos cuenta que el liderazgo lo
practicamos día a día, así como también nosotros somos liderados dentro de la
sociedad y tampoco nos damos cuenta; por ejemplo cuando alguien va a la iglesia
el líder es el pastor o el sacerdote, pues todos estamos acostumbrados a ser
dirigidos por una persona que ha logrado inspirarnos.
Pero un líder no debe de ser líder por su
propia conveniencia sino siempre debe buscar el bien común, pues se ha visto
que durante los últimos años, el liderazgo se ha tomado para hacer cambios
sociales económicos y políticos que le beneficien sólo a un cierto y escaso
número de personas y se ha convertido en una guía egocentrísta. Lo anterior se
puede ver en el caso del presidente de nuestro país en donde al principio influyó
en las personas para que votaran por él, pero al llegar al poder únicamente se
preocupó por sus intereses personales o de su grupo social y no por aquellas
personas que lo han apoyado.
Cada uno de nosotros creo
que tenemos un poco de cada
estilo de liderazgo qué existe, pues está el líder autocrático en donde
nosotros solamente mandamos o queremos someter a otros a nuestras decisiones
por medio de poder; en otras ocasiones, somos dirigentes democráticos cuándo
aceptamos las opiniones de los demás y hacemos las cosas en equipo; y, por
último, a veces somos líderes poco
organizados y dejamos que las cosas
salgan al azar. Estos tres tipos de líderes no son correctos en una
buena sociedad, se deben combinar los tres y hacer de esto un liderazgo en
donde podamos comunicarnos, organizarnos, integrarnos y dirigir de manera que
todas las personas se sientan identificadas con nosotros y que puedan hacer las
tareas que le corresponden de buena gana y no por obligación.
El
liderazgo de autoridad y poder está reflejado en las familias, como por
ejemplo los padres tienen autoridad y poder sobre los hijos por lo que tienen
la capacidad de obligarlos a obedecer; también se utiliza la recompensa al motivar a los hijos hacer
algo y les recompensa ya sea dándoles dinero o permisos. El padre dirige a los
hijos hasta que ellos tomen sus propias decisiones. Como se puede notar el
liderazgo es ejecutado en nuestro diario vivir y sin darnos cuenta somos parte
de un estilo de liderazgo.
El liderazgo femenino ha tomado fuerza
durante los últimos años y esto creo que es muy evidente en los países
latinoamericanos, pues antes no se aceptaba que hubiera mujeres presidentes,
porque había mucho machismo Pero esas ideas se han dejado atrás y se ha dado la
oportunidad a mujeres de tomar la autoridad, no sólo como gobernadoras de un
país, sino también en Iglesias, organizaciones y empresas. La mujer tiene una
habilidad natural para guiar a las personas pues desde un principio son ellas
quienes inspiran realmente a sus hijos a hacer algo y por medio de ellas el carácter de los hijos
se forma, por lo que esta cualidad de liderazgo nace en la mujer y se puede desarrollar en el ámbito
empresarial.
En conclusión, las actitudes y habilidades de una persona
definen qué tipo de líder quiere ser, es cuestión de cómo sea el carácter
natural de la persona, pero se considera que cada persona que quiera ser líder
debe primero aprender a respetar a las personas íntegramente, debe respetar sus
ideas, sus conocimientos, sus habilidades y sobre todo que con su ejemplo sirva
de inspiración, es decir que al mandar a otras personas hacer algo, él también
lo puede hacer pues si quiere que una persona haga cierta tarea, primero se debe
poner el ejemplo y enseñar cómo se hace. Es muy cierto lo que dijo Gandhi “tú
eres el cambio que quieres ver en el mundo, si quieres cambiar el mundo, cambia
tú”, pues muchas veces queremos hacer que otras personas cambian pero nosotros
no queremos cambiar.
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