INTELIGENCIA EMOCIONAL:
HABILIDAD IMPRESCINDIBLE
PARA DIRIGIR
Milly Rashell Robles López
Estudiante 6to. Semestre, Administración
de Empresas
División Ciencias Económicas, CUNOC-USAC
Un líder directivo debe desarrollar todo
ámbito relacionado a la inteligencia emocional,
como también conocer la de sus
colaboradores; de esta manera logrará dirigir y orientar hacia un solo
objetivo, por ello es necesario implementar la capacidad de aprender a escuchar
y asimismo a comunicar, sabiendo adaptar cada atraso y contratiempo que se
presente mediante la confianza, motivación con el fin de abrir brechas de
opciones y lograr las metas.
La eficiencia personal es importante
implementarla como una capacidad de trabajar en equipo y así poder participar
activamente con eficacia potenciando el liderazgo.
Dicho ejemplo se presenta con Eva Duarte de
Perón que, pese a no contar con un puesto oficial en el gobierno, desempeñó el
tema del liderazgo mediante las habilidades que presentaba y así ser la primera
dama de Argentina con mayor beneficio otorgado a la población. Las habilidades
dentro del ámbito de la inteligencia emocional contemplan la confianza,
motivación y control con una capacidad de negociación, es por ello que es
necesario aprender a escuchar y así poder trabajar en equipo con creatividad.
Entre las tareas que se desean desarrollar
prevalecen las de la comunicación, implementando actividades como la lectura y
aprender a hablar en público, el cual refleja la necesidad de aprender a
desarrollar habilidades, reforzando la habilidad del liderazgo aprendiendo a
comunicar sus ideas y así desarrollar las habilidades que este posea a esto se
le suma las habilidades sociales en el que el estrés y la vergüenza
relacionadas con la inteligencia emocional se puedan dominar en totalidad para
seguir avanzando en las habilidades que como líder se pretenden alcanzar.
Toda inteligencia emocional se puede
desarrollar mediante la creación de fortaleza en la que incurren combinaciones
de experiencias complejas y de la infancia, es por ello que desde niños se
aprenden a controlar emociones, por ello es importante la inteligencia
emocional pues se refleja en el liderazgo y dirección mediante el control de
estas mismas se representa a un líder que cuente con la habilidad para poder
controlar un mal momento y así continuar de la mejor manera para alcanzar los
objetivos. No sirve de nada ser alguien explosivo y cambiante que al momento de
compartir con los colaboradores trasmiten una actitudes llenas de estrés,
agresividad, pues cuando un líder es autoritario trasmite el mismo sentir a sus
subalternos, y por otro lado por habilidades de experiencia se observa que un
líder tranquilo dirige a sus subordinados en un clima y ambiente agradable y
estable, el cual repercute que los subordinados trabajen motivados logrando los
objetivos con mayor eficiencia.
La inteligencia emocional influye en la
habilidad para reconocer nuestros propios sentimientos y así el de los demás,
con el fin de motivar y expresar adecuadamente las relaciones de crecimiento
intelectual guiando el pensamiento a una sola acción propuesta, contemplando
las destrezas y actitudes que posean.
Toda inteligencia personal trasmite la
relación que tenemos con nosotros mismos aplicándose al trabajo la
automotivación, autoconciencia y autocontrol. Siendo la autoconciencia la que permite
reconocer los propios estados de ánimo reconociendo virtudes y puntos débiles,
mientras tanto el autocontrol nos hace referencia del control de nuestros
propios impulsos y una automotivación hace referencia de la motivación que debe
surgir a uno mismo dándose razones de impulso es por ello que estos tres
componentes deben ir ligados para llevar a cabo una habilidad de inteligencia
para poder sobre llevar todo tipo inconveniente.
De estos mismos surge la habilidad para
entender las necesidades, sentimientos y problemas de los demás en cierta
manera poniéndose en su lugar siendo la empatía y la inteligencia social que
mediante el talento del manejo de las relaciones de los demás influye y
repercute en los comportamientos.
Es importante mencionar que la inteligencia
emocional sirve como una herramienta de dirección pues de esta manera se
interactúa con los demás y de ella surge una forma distinta e inteligente para
darse a conocer con la realidad laboral y así obtener la capacidad de trabajar
en equipo con la capacidad de liderazgo tomando en cuenta sentimientos y el
control de impulsos.
Mediante todo proceso de aprendizaje de la
inteligencia mediante un autocontrol, sabemos que toda atadura son limitaciones
para desarrollar dicha inteligencia emocional, pues estos atrasan procesos de
triunfo y limitando alcanzar las metas propuestas por el líder y el equipo de
trabajo. Toda atadura emocional repercute en factores externos e internos por
lo que es importante reconocerlas para mejorar la actitud y así alcanzar el
triunfo, aprendiendo controlar estos factores nos facilitan a ser nuestros
propios dueños al controlar emociones, pensamientos reflejando la estabilidad
emocional que conducen al logro de objetivos.
Todo buen líder sabe destacarse sin ser competitivo, no intentando aplastar
a los demás, sino que trabaja de manera armoniosa en situaciones grupales, de
tal manera es importante aplicar en todo momento un sentido de madurez
emocional, reflejando una actitud que
fructifica, con una capacidad de mantener la calma en la adversidad siendo aquellos que no entran en pánico ante las
dificultades, y al mismo tiempo, aquellos que no juzgan como primera respuesta,
manteniendo en todo momento una actitud positiva, que no reprime a sus
colaboradores y que al contrario sea quien contagie el ambiente motivador,
entrando en empatía con su equipo de trabajo y creando así fuentes de
comunicación fluidas entre ellos, con el único fin de que todos los
colaboradores sepan hacia donde desean llegar y que desean alcanzar en el menor
tiempo posible, reflejando la excelencia en el trabajo que cada uno represente
sabiendo fortalecer las habilidades emocionales en el trascurrir del proceso.
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