Por José Rodolfo Chávez Mejía, Administrador de Empresas
Para explicar el comportamiento del guatemalteco,
debemos retrotraernos a la época de la invasión española, ya que la misma trajo
dentro del colonialismo
, una mezcla de cultura, religión, leyes, todas
procedentes de España, hija de uno de los imperios más grandes de la historia
moderna, el romano; imperio en el que reinó la guerra, la avaricia, la
traición, entre otros aspectos decadentes, que lejos estaba físicamente, como
intelectualmente de otro de los imperios grandes y más antiguo que el romano, como
lo fue el imperio maya; y en la actualidad la fuerte influencia del imperio
estadounidense.
Lo anterior nos lleva a observar personas de
descendencia maya, con religión romana y vestimenta estadounidense, mezcla que
nos hace entender que no tenemos una identidad como nación, debido al poco
conocimiento de la riqueza que tenemos y que lejos estamos del imperio maya que
reino por cientos de años y que tenía un avance magnifico, plasmado en sus
edificaciones que nos da una vaga idea del avance matemático que se tenía, y
mucho más en la medicina.
Por lo tanto, el guatemalteco al no saber de dónde
viene, cae en el error de defender culturas, religiones, leyes, que lejos de
beneficiarlo, lo perjudican, pero como hacerle entender al guatemalteco que es
una mezcla transcultural y que eso le dificulta su pensamiento. Pensamiento que
ha sido secuestrado, a causa del secuestro de su alma y cuerpo, logrando
deshumanizarnos, ya que nos ven y vemos desde el ámbito gubernamental,
académico, político, médico, laboral, entre otros, como un objeto, que se debe
medir, relacionar, describir, manipular, experimentar, explotar. Dejando a un
lado el humanismo, que le permita al guatemalteco pensar, observando su
realidad, tal cual es, a través de un pensamiento holístico, que no es más que,
entender que un evento por muy alejado que considere que está, le puede afectar
de una manera u otra; si se pensara así, el guatemalteco no permitiría tener
gobernantes mediocres, que no hacen más que vernos como un número, y es tanta
la falta de pensamiento holístico,que ni los gobernantes saben que son víctimas
de un sistema podrido, que únicamente le da beneficios a corto plazo, que lejos
está de la plenitud de vida, que puede tener.
Lo anterior, nos lleva a pensar en que, si los médicos guatemaltecos
investigadores, que pocos hay, por un momento voltearan la mirada a la
población como humanos y no como números y observaran que nuestra realidad y
contexto, como la comida, el pensamiento, educación, entre otros, son
completamente distintos a los habitantes europeos, asiáticos o estadounidenses,
podrían entender que todos estamos capacitados para trabajar desde adentro de
nuestra nación y no esperar a que las potencias mundiales nos den la cura, que
muy probablemente tengan en sus bodegas, esperando los números correspondientes
para sacarlos al mercado, como parte de una planificación a largo plazo.
Es por lo anterior que se debe realizar la
investigación médica, desde nuestro contexto y convertirla en teoría, y no
esperar a que otras naciones nos den la solución, y de esta forma hacer
historia como los guatemaltecos que en la actualidad ocupamos esta bella
tierra, y así olvidarnos de defender culturas ajenas a la nuestra. Y recordando
que en nuestro interior están las soluciones, estamos en un país libre, por lo
tanto, médicos, biólogos, científicos, etc. Unámonos y juntos podemos hacer de
Guatemala un imperio en el que nosotros y nuestra descendencia podamos y pueda vivir
en paz, armonía y ser un ejemplo para el mundo, saquemos los mejor que la transculturización
nos ha dejado y no lo peor.
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