En
los salones universitarios vemos una gran cantidad de estudiantes que están
siendo guiados por su respectivo profesor. Los profesores están en la
disposición de transmitir los conocimientos a los estudiantes, y seguramente
estos estudiantes tienen la “convicción de ser los futuros profesionales
universitarios”.
De
esto nace la inquietud de saber qué hace el profesor universitario con el
aprendizaje de sus estudiantes. ¿Será un pedagogo o andragogo?. Para ello es
importante conocer sobre la Pedagogía y
Andragogía.
La Pedagogía según el Diccionario
Salamanca de la lengua Española define como la ciencia que se ocupa de la
educación y la enseñanza; y
su etimología viene de la palabra paidos que
proviene del griego el cual significa niño
y de la palabra ágo que significa
dirigir o sea dirigir al niño. Uno de
los mayores estudiosos sobre este concepto fue Immanuel Kant.
La Andragogía por su parte es el arte y ciencia de ayudar a aprender a los adultos,
basándose en suposiciones acerca de las diferencias entre niños y
adultos." Malcom Knowles (1970).
Otra definición sobre La Andragogía, dice que es la ciencia del
comportamiento de la persona que está enseñando al adulto", o "quien
enseña a un adulto" Kidd, J.R. (1978), en AdultLearning in the 1970´S.
Analizando los conceptos de
Andragogía y Pedagogía, los profesores debemos de tomar conciencia del trabajo
de orientador en los diferentes salones universitarios, porque se escucha a los
profesores en los pasillos tratar el tema de aspectos pedagógicos, lo cual nos
lleva a la conclusión del desconocimiento que tenemos como docentes
universitarios.
Y creemos algunos profesores
universitarios que por tener una Licenciatura, esto ya nos hace maestros, pues definitivamente
no es así, porque aunque tengamos los mayores conocimientos en nuestra
profesión, esto no nos da el suficiente apremio de ser los mejores orientadores
del aprendizaje.
Un claro ejemplo del
desconocimiento de los profesores (aunque por supuesto no son todos) es que son
repetitivos dentro de sus planes de catedra, porque mencionan y trabajan sobre los procesos de
enseñanza-aprendizaje y no se han percatado que esto es aplicable para la
educación que deben de transmitir a los niños.
Los profesores debemos de
considerar que jugamos un papel diferente al educar a personas Adultas por lo
tanto debemos ser Andragogos; y en su momento fundamentalmente debemos ser Orientadores
del aprendizaje.
Entonces debemos de dejar en
claro que seremos tutores, en este proceso de aprendizaje en los salones
universitarios, para que cumplamos con los propósitos que tiene la Andragogia,
para con la educación de los adultos.
Ahora viene una contraparte
de la situación, y es especialmente identificar ¿cuantos de los profesores
universitarios tienen conocimientos de Andragogía en las universidades?
definitivamente la respuesta es muy fácil de decir.
Y esa respuesta sería que
pocos son los que cumplen con ese requisito. Existe un por qué a esta
respuesta, y es que en todas las universidades se interesan por contratar a
aquellos profesores que son los mejores en una área de su profesión, que hasta
cierto punto sería algo a favor; pero no se centran en que se deben de contar
con los mejores de su profesión y adicionalmente especialistas en educación
para adultos.
Es por ello que debemos de
hacernos la interrogante de, ¿cuál sería
el perfil que debe de llenar un profesor universitario? y por supuesto la
respuesta es que deben ser excelentes profesionales y tener amplios conocimientos en Andragogia.
CONCLUSIONES
Lo mayoría de quienes
imparten cátedras en las universidades no tienen conocimientos sobre la
educación para adultos, lo que provoca una incorrecta orientación del
aprendizaje a los mismos.
Los profesionales
universitarios aunque sean los mejores en su área profesional o en su
disciplina, no necesariamente son los mejores maestros por el desconocimiento
de los procesos de aprendizaje para adultos.
MARIO RAUL MOLINA GARCIA
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