jueves, 6 de marzo de 2014

DE LA VIDA EN QUEZALTENANGO, EN LOS AÑOS 30 – 40



DE LA VIDA EN QUEZALTENANGO, EN LOS AÑOS 30 – 40


Por Moisés Gómez Cortez, Economista

Así se llama el libro del autor Lic. Mario Aníbal González, editado a finales del año 2013, por el Departamento de Estudios de Postgrado del Centro Universitario de Occidente.

En un primer momento llama la atención según el libro, el curriculum del autor, que es largo, pero mencionaré algunas cosas, entre ellas que nació en Quezaltenango en 1927.  Economista y Contador Público y Auditor egresado de la escuela de Economía en Quezaltenango.  Docente en las Escuelas universitarias de Economía de Quezaltenango y la USAC en Guatemala. Director de las Escuelas de Economía de la USAC en Quezaltenango y Guatemala. Cofundador de la Escuela de Economía en Quezaltenango. Cofundador del Centro Universitario de Occidente.
Sin duda alguna ya repararon en cómo está escrito el nombre de nuestro municipio, y es que en el apartado de la presentación del libro él indica que en aquellos años, se escribía Quezaltenango, sin t, como Mario Aníbal González acostumbra hacerlo, por eso en el documento así aparece. Situación a la que no me acostumbro.
El documento aborda varios aspectos de la vida socioeconómica del municipio, fundamentalmente de la ciudad de Quetzaltenango que estaba habitada en esa época por mayoría  indígena Mam y K´iche´, aquí mencionaré algunos aspectos que tienen relación con la economía, como el caso del comercio, él autor indica que al costado de la Iglesia Catedral estaba el Mercado Central ya desaparecido por el incendio que en los años 60 lo consumió. No había más mercados en la ciudad. El comercio estaba concentrado en la calle del barrio el Calvario y alrededores del parque a Centro América. Existían mercaderías importadas de Europa que distribuían los almacenes La Sevillana de Severo Martínez e hijos, La Selecta de Pérez y Pons. También había ferreterías grandes y surtidas, almacenes que importaban ropa de hombre incluyendo sombreros, almacenes de  instrumentos musicales, aparatos eléctricos. Aquí cabe mencionar que la mayoría de propietarios de estos almacenes son de origen alemán, también existieron propietarios de origen marroquí y libanes.
Había algunos comercios propiedad de españoles, como los Gutiérrez, los Botrán , los Miralbés. Estas familias siempre gozaron de especial aprecio en la sociedad quetzalteca. ¿La familia Gutiérrez en la actualidad goza de ese aprecio? 
El autor oportunamente menciona la existencia de actividades comerciales en poder de italianos, la venta de casimires y zapatería de Capuano, almacén  y sastrería de Roque Caffaro, almacén de ropa de Del Vecchio y tiendas de misceláneos de Luis Peragallo y el señor Luis Petorini. El comercio al por menor y de diversos artículos, tanto en las calles como en el mercado estaba en poder de propietarios indígenas, sobre todo en la provisión  de productos alimenticios. En las calles de la ciudad se veían vendedores indígenas ambulantes de bisutería, además vendedores y vendedoras de pan que lo repartían en canastos grandes que llevaban  sobre su cabeza, también eran parte del panorama de vendedores indígenas muy característicos, quienes vendían leche a domicilio y periódicamente visitaban las residencias ofreciendo carbón.
El Lic. González describe el panorama del comercio en esa época, hubiese sido enriquecedor que analizara las relaciones económicas de ese entonces, nos hubiera dejado conocimiento que nos permitiera contrastar las relaciones de poder económico  de ese entonces con la situación actual del comercio en Quetzaltenango.
El autor afirma los siguiente:  Hoy, puede afirmarse que la mayor parte de las actividades comerciales están en poder de ciudadanos indígenas, no solo oriundos de la ciudad de Quetzaltenango, si no de los diversos municipios del departamento, esta situación se ha incrementado posiblemente como parte de las remesas procedentes de estados Unidos derivadas del trabajo de migrantes, resultando en consecuencia,  que han desaparecido casi los propietarios extranjeros y predominan los comerciantes indígenas, hombres y mujeres.
Esta afirmación es aporte a la generación de debate en relación a preguntarse hoy ¿En poder de quiénes está el comercio en la ciudad de Quetzaltenango? ¿Quiénes son los propietarios de los centros comerciales de la ciudad? ¿Cuántos son propietarios indígenas de los negocios que se encuentran en los centros comerciales? ¿En los mercados La Terminal y La Democracia, se encuentran indígenas propietarios  de negocios? Nos invita a realizar lecturas y a realizar estudios relacionados con el tema para comprobar su afirmación o a rechazarla.
En el documento,  él Licenciado Mario Aníbal González  aborda temas como: lo político, atención médico-hospitalaria, la educación, librerías e imprentas, bancos, centros y lugares de esparcimiento, oficinas de servicio público o empresarial, monedas y billetes, ejército y la policía nacional, los alemanes, los italianos, las iglesias, los entierros, además: cómo se celebraba la navidad, la semana santa y el carnaval. Hay un apartado que le denomina “De algunos personajes de la ciudad”,  e indica porqué la Escuela (así le llama él) de Economía del CUNOC  y Quetzaltenango están en deuda con el Licenciado Evaristo Estrada Dubón, un farmacéutico originario de las Verapaces. Invitados a leer el libro.

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