Carlos Guzmán Böckler
Por Moisés Gómez
Cortez, Economista
El sociólogo guatemalteco Carlos
Guzmán Böckler falleció el día martes 31 de enero del presente año a sus 86
años, pero nació a la vida académica eterna por medio de sus ideas plasmadas en
sus diferentes documentos.
Un primer libro se denomina
“Guatemala: una interpretación histórico-social”, que conjuntamente con
Jean-Loup Herbert, lo escriben en su primera edición en 1970. Comparto aquí el
preámbulo del libro.
“Como cualquier producción social
este libro está estrechamente relacionado con el medio colectivo en el cual ha
sido elaborado; de allí la insistencia sobre ciertos temas o conceptos que
puede parecer a algunos lectores –sobre todo si no son guatemaltecos- un poco
exagerada; sin embargo nos pareció necesario subrayar con cierto hincapié los
aspectos que por razones históricas, ideológicas, políticas o científicas han
sido dejados en una oscuridad interesada; en particular, la orientación muy
unilateral dada a la ciencia social en Guatemala ha dejado prejuicios,
ilusiones, lagunas y hasta tabúes que moldean la opinión colectiva; por eso insistimos en los temas siguientes:
a) Elaboración
de un esquema general sobre la sociedad precolonial que sirva de base a
hipótesis y estudios particulares que a su vez permitan profundizar este
esquema;
b) Formación
de la estructura colonial y su desarrollo hasta hoy como eje de la dialéctica
social;
c) Definición
histórico-social del “indígena” y el ladino como hermanos enemigos, productos
de esa dialéctica;
d) Centrar
la problemática de la investigación sobre el grupo ladino, por ser el
detentador del poder, para superar la actitud indigenizante según la cual sólo
el “indígena” presentaría problemas. Enfoque que rompe con el planteamiento
habitual que por una obsesión enajenada se concentra exclusivamente sobre “la
comunidad indígena”;
e) Profundizar
los aspectos concretos y específicos de la situación colonial pasada y presente
en Guatemala; es decir, que consideramos que los datos económicos y políticos
que sirven usualmente para describir una sociedad dependiente y
“subdesarrollada” son ampliamente conocidos; que no queramos repetirlos no
quiere decir que no lo tomemos en cuenta, sino al contrario, que los
consideramos admitidos y, como se verá, están implícitos en todo el texto. El
economismo que une al marxismo vulgar y la tecnocracia internacional, y
perjudica tanto la ciencia social, ha hecho olvidar las manifestaciones
concretas de la estructura económica que se desarrollan al nivel ecológico,
ideológico racial, a los cuales nos dedicamos particularmente por formar parte
de la trama real y vital de la totalidad social.
Desde un punto de vista
metodológico tomamos una posición conscientemente opuesta a las deformaciones
culturalistas, empiricistas –es decir, abstractas - y tratamos de aprehender la
totalidad social en una forma genética y estructural para explicar sus
procesos, rupturas, ambigüedades y contradicciones. Esperamos dar una
contribución a la corriente cada vez más definida de la ciencia social
latinoamericana en la cual participan en forma distinguida R. Stavenhagen,
Cardoso, Faletto, González Casanova… que reflejan y expresan el movimiento de
liberación política y social de esta parte del continente y son parte de la
liberación del tercer mundo y en particular de su rama africana por su
proximidad histórica; por esto reconocemos también nuestra deuda con autores
como G. Balandier, A. Memmi, J. Kenyatta y F. Fanon, esperando de esa manera
superar las dificultades y amenazas del colonialismo científico.
Este libro reúne varios ensayos
–ya que nos parece imposible dar una explicación completa, definitiva, de la
realidad social guatemalteca, aunque sí es una meta- que son el producto del
trabajo realizado por los autores tanto en la sección de Ciencias Sociales de
la Facultad de Derecho de la Universidad de San Carlos como en el Centro de
Estudios de Población de la misma; las investigaciones se llevaron a cabo en la
primera y la puesta a prueba –mediante la docencia- en el segundo.
Guatemala, julio de 1969
Carlos Guzmán Böckler y Jean-Loup
Herbert
Un segundo libro del que tengo
referencia es el denominado “Donde Enmudecen las Conciencias: crepúsculo y
aurora en Guatemala. La primera edición SEP/CIESAS, Ciudad de México, l986.
Este mismo libro se editó en Guatemala por la Editorial Catafixia, en el año
2016. A propósito de este libro transcribo partes del prólogo escrito por su
autor:
“Esta tercera edición de Donde
enmudecen las conciencias. Crepúsculo y aurora en Guatemala aparece gracias al
entusiasmo y a la buena disposición de los directores de Catafixia, nueva y
pujante empresa editorial que dedica buena parte de sus esfuerzos a publicar
textos de autores guatemaltecos que han escrito obras con temas de índole
social, política, antropológica, histórica, etc.; sobre todo durante la segunda
parte del siglo XX (apenas ayer) y enfocadas, desde distintos ángulos, sobre
los regímenes democráticos de 1944-1954, así como sobre la escuela perversa de
las intervenciones del gobierno estadounidense que, ligadas a intereses
oligárquicos y fuerzas oscurantistas internas, culminaron con largos y
dolorosos años durante los cuales la desesperación ante las injusticias de todo
género desencadenó –por una parte- las rebeliones internas urbanas y rurales,
en tanto que –por la otra- desató todos los demonios de las fuerzas armadas
poseídas por la decania sanguinaria y protegidas por una impunidad total que
les impulsó a descender, sin recato ni remordimiento, al asqueante mundo de la
tortura, la desaparición forzada, el asesinato y, en conjunto, al genocidio de
varios miles de mujeres, hombres, niñas y niños arrebatados todos de sus
hogares. El ensañamiento fue bestial y el premio que se les ofreció y dio a los
verdugos en la mayoría de los casos consistió en ascensos, primas en dinero,
propiedades urbanas y rurales, viajes de recreo, etc. pero, sobre todo,
impunidad. No es sino hasta ahora, en este inicio del siglo XXI, que están
aprendiendo con incredulidad, rabia, desdén y desfachatez que la justicia
civil, con ayudas políticas y económicas (coyunturales y de duración incierta)
está tomando impulso y mostrando que puede volar con decisión y autonomía.
Mientras nuestro pueblo sufría
los embates de esa larga y agobiante noche, muchos estudiantes y docentes
–sobre todo de la Universidad de San Carlos- sufrieron persecuciones, torturas,
desapariciones y asesinatos. La embestida con nuestra universidad fue grave y
afectó a personas en todos los niveles. La penetración de informantes al
servicio de la G-2 (rama de espionaje del ejército abarcó a algunos estudiantes
y a más de algún profesor (uno que otro de esos todavía circula por ahí).
Muchos alumnos y algunos profesores fueron secuestrados y/o asesinados. No
puedo dejar de evocar la memoria de Adolfo Mijangos López, Mario López Larrave y
Manuel Colón Argueta (colegas y amigos muy cercanos), así como innumerables
estudiantes que defendieron con su sangre y sus vidas en combate, su amor a la
libertad.
Mi preocupación principal
consistió en poner de manifiesto que en la forma de plantear e interpretar los
hechos históricos, se ha puesto como punto de partida la manera de ver nuestra
historia con los ojos de las potencias colonizadoras europeas, que, al decir de
Anouar Abdel-Malek, tomaron la iniciativa histórica al lanzarse sobre América,
primero, y más tarde se esparcieron por Asia, África y Oceanía. De esa cuenta,
la historia para tales conquistadores parte de sus orígenes y del
acrecentamiento de su poderío, así como de sus leyes, usos y costumbres
sociales y, por supuesto, de sus creencias religiosas, sus armas destructoras,
las ideologías generadas en sus distintas épocas y la certeza de su
superioridad sobre “los otros”, en todos los órdenes.
Por ello me esfuerzo en demostrar
que en realidad hay dos actores sociales colectivos con peso mayor del lado
maya, porque aunque se les trate de negar su historia real, su personalidad, su
dignidad colectiva y su propio pensamiento, existen colectiva e
individualmente; y que los garífunas son una minoría dotada de su propia
cultura. El hecho que el régimen colonial aún se perpetúe no les quita realidad
como pueblos con sus propios orígenes e historia.
Para combatir el racismo que
campea en Guatemala hay que comprender sus raíces estructurales y actuar en
consecuencia. Es, en principio una tarea intelectual que obliga a una revisión
histórica a fondo. Ojalá las juventudes actuales asuman ese reto. Ese es el
fondo de Donde enmudecen las conciencias.
Santiago Sacatepéquez, Junio de
2016”
Con estas obras, La Patria del
criollo de Severo Martínez y otras, la Universidad de san Carlos de Guatemala
se hacía grande entre las del mundo. Ahora hay que evaluar si lo seguimos
siendo.
Carlos Guzmán Böckler visitó
diversidad de veces el municipio de Quetzaltenango y particularmente el Centro
Universitario de Occidente. En sus conferencias
iniciaba su discurso con mucho respeto y diplomacia hacia los actores de
la problemática y terminaba mentándoles la madre a los militares y a otros, era
su estilo de abordar el fenómeno del colonialismo.
El diario el Periódico del 1 de
febrero de este año menciona que Guzmán Böckler es el autor del libro
Colonialismo y Revolución (1975), y se le recordará como el sociólogo que
centró sus estudios en el mundo indígena desde el punto de vista étnico.
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