martes, 14 de febrero de 2017

Carlos Guzmán Böckler



Carlos Guzmán Böckler
Por Moisés Gómez Cortez, Economista

El sociólogo guatemalteco Carlos Guzmán Böckler falleció el día martes 31 de enero del presente año a sus 86 años, pero nació a la vida académica eterna por medio de sus ideas plasmadas en sus diferentes documentos.

Un primer libro se denomina “Guatemala: una interpretación histórico-social”, que conjuntamente con Jean-Loup Herbert, lo escriben en su primera edición en 1970. Comparto aquí el preámbulo del libro.
“Como cualquier producción social este libro está estrechamente relacionado con el medio colectivo en el cual ha sido elaborado; de allí la insistencia sobre ciertos temas o conceptos que puede parecer a algunos lectores –sobre todo si no son guatemaltecos- un poco exagerada; sin embargo nos pareció necesario subrayar con cierto hincapié los aspectos que por razones históricas, ideológicas, políticas o científicas han sido dejados en una oscuridad interesada; en particular, la orientación muy unilateral dada a la ciencia social en Guatemala ha dejado prejuicios, ilusiones, lagunas y hasta tabúes que moldean la opinión colectiva;  por eso insistimos en los temas siguientes:
a)      Elaboración de un esquema general sobre la sociedad precolonial que sirva de base a hipótesis y estudios particulares que a su vez permitan profundizar este esquema;
b)      Formación de la estructura colonial y su desarrollo hasta hoy como eje de la dialéctica social;
c)       Definición histórico-social del “indígena” y el ladino como hermanos enemigos, productos de esa dialéctica;
d)      Centrar la problemática de la investigación sobre el grupo ladino, por ser el detentador del poder, para superar la actitud indigenizante según la cual sólo el “indígena” presentaría problemas. Enfoque que rompe con el planteamiento habitual que por una obsesión enajenada se concentra exclusivamente sobre “la comunidad indígena”;
e)      Profundizar los aspectos concretos y específicos de la situación colonial pasada y presente en Guatemala; es decir, que consideramos que los datos económicos y políticos que sirven usualmente para describir una sociedad dependiente y “subdesarrollada” son ampliamente conocidos; que no queramos repetirlos no quiere decir que no lo tomemos en cuenta, sino al contrario, que los consideramos admitidos y, como se verá, están implícitos en todo el texto. El economismo que une al marxismo vulgar y la tecnocracia internacional, y perjudica tanto la ciencia social, ha hecho olvidar las manifestaciones concretas de la estructura económica que se desarrollan al nivel ecológico, ideológico racial, a los cuales nos dedicamos particularmente por formar parte de la trama real y vital de la totalidad social.
Desde un punto de vista metodológico tomamos una posición conscientemente opuesta a las deformaciones culturalistas, empiricistas –es decir, abstractas - y tratamos de aprehender la totalidad social en una forma genética y estructural para explicar sus procesos, rupturas, ambigüedades y contradicciones. Esperamos dar una contribución a la corriente cada vez más definida de la ciencia social latinoamericana en la cual participan en forma distinguida R. Stavenhagen, Cardoso, Faletto, González Casanova… que reflejan y expresan el movimiento de liberación política y social de esta parte del continente y son parte de la liberación del tercer mundo y en particular de su rama africana por su proximidad histórica; por esto reconocemos también nuestra deuda con autores como G. Balandier, A. Memmi, J. Kenyatta y F. Fanon, esperando de esa manera superar las dificultades y amenazas del colonialismo científico.
Este libro reúne varios ensayos –ya que nos parece imposible dar una explicación completa, definitiva, de la realidad social guatemalteca, aunque sí es una meta- que son el producto del trabajo realizado por los autores tanto en la sección de Ciencias Sociales de la Facultad de Derecho de la Universidad de San Carlos como en el Centro de Estudios de Población de la misma; las investigaciones se llevaron a cabo en la primera y la puesta a prueba –mediante la docencia- en el segundo.
Guatemala, julio de 1969
Carlos Guzmán Böckler y Jean-Loup Herbert

Un segundo libro del que tengo referencia es el denominado “Donde Enmudecen las Conciencias: crepúsculo y aurora en Guatemala. La primera edición SEP/CIESAS, Ciudad de México, l986. Este mismo libro se editó en Guatemala por la Editorial Catafixia, en el año 2016. A propósito de este libro transcribo partes del prólogo escrito por su autor:
“Esta tercera edición de Donde enmudecen las conciencias. Crepúsculo y aurora en Guatemala aparece gracias al entusiasmo y a la buena disposición de los directores de Catafixia, nueva y pujante empresa editorial que dedica buena parte de sus esfuerzos a publicar textos de autores guatemaltecos que han escrito obras con temas de índole social, política, antropológica, histórica, etc.; sobre todo durante la segunda parte del siglo XX (apenas ayer) y enfocadas, desde distintos ángulos, sobre los regímenes democráticos de 1944-1954, así como sobre la escuela perversa de las intervenciones del gobierno estadounidense que, ligadas a intereses oligárquicos y fuerzas oscurantistas internas, culminaron con largos y dolorosos años durante los cuales la desesperación ante las injusticias de todo género desencadenó –por una parte- las rebeliones internas urbanas y rurales, en tanto que –por la otra- desató todos los demonios de las fuerzas armadas poseídas por la decania sanguinaria y protegidas por una impunidad total que les impulsó a descender, sin recato ni remordimiento, al asqueante mundo de la tortura, la desaparición forzada, el asesinato y, en conjunto, al genocidio de varios miles de mujeres, hombres, niñas y niños arrebatados todos de sus hogares. El ensañamiento fue bestial y el premio que se les ofreció y dio a los verdugos en la mayoría de los casos consistió en ascensos, primas en dinero, propiedades urbanas y rurales, viajes de recreo, etc. pero, sobre todo, impunidad. No es sino hasta ahora, en este inicio del siglo XXI, que están aprendiendo con incredulidad, rabia, desdén y desfachatez que la justicia civil, con ayudas políticas y económicas (coyunturales y de duración incierta) está tomando impulso y mostrando que puede volar con decisión y autonomía.
Mientras nuestro pueblo sufría los embates de esa larga y agobiante noche, muchos estudiantes y docentes –sobre todo de la Universidad de San Carlos- sufrieron persecuciones, torturas, desapariciones y asesinatos. La embestida con nuestra universidad fue grave y afectó a personas en todos los niveles. La penetración de informantes al servicio de la G-2 (rama de espionaje del ejército abarcó a algunos estudiantes y a más de algún profesor (uno que otro de esos todavía circula por ahí). Muchos alumnos y algunos profesores fueron secuestrados y/o asesinados. No puedo dejar de evocar la memoria de Adolfo Mijangos López, Mario López Larrave y Manuel Colón Argueta (colegas y amigos muy cercanos), así como innumerables estudiantes que defendieron con su sangre y sus vidas en combate, su amor a la libertad.
Mi preocupación principal consistió en poner de manifiesto que en la forma de plantear e interpretar los hechos históricos, se ha puesto como punto de partida la manera de ver nuestra historia con los ojos de las potencias colonizadoras europeas, que, al decir de Anouar Abdel-Malek, tomaron la iniciativa histórica al lanzarse sobre América, primero, y más tarde se esparcieron por Asia, África y Oceanía. De esa cuenta, la historia para tales conquistadores parte de sus orígenes y del acrecentamiento de su poderío, así como de sus leyes, usos y costumbres sociales y, por supuesto, de sus creencias religiosas, sus armas destructoras, las ideologías generadas en sus distintas épocas y la certeza de su superioridad sobre “los otros”, en todos los órdenes.
Por ello me esfuerzo en demostrar que en realidad hay dos actores sociales colectivos con peso mayor del lado maya, porque aunque se les trate de negar su historia real, su personalidad, su dignidad colectiva y su propio pensamiento, existen colectiva e individualmente; y que los garífunas son una minoría dotada de su propia cultura. El hecho que el régimen colonial aún se perpetúe no les quita realidad como pueblos con sus propios orígenes e historia.
Para combatir el racismo que campea en Guatemala hay que comprender sus raíces estructurales y actuar en consecuencia. Es, en principio una tarea intelectual que obliga a una revisión histórica a fondo. Ojalá las juventudes actuales asuman ese reto. Ese es el fondo de Donde enmudecen las conciencias.
Santiago Sacatepéquez, Junio de 2016”
Con estas obras, La Patria del criollo de Severo Martínez y otras, la Universidad de san Carlos de Guatemala se hacía grande entre las del mundo. Ahora hay que evaluar si lo seguimos siendo.
Carlos Guzmán Böckler visitó diversidad de veces el municipio de Quetzaltenango y particularmente el Centro Universitario de Occidente. En sus conferencias  iniciaba su discurso con mucho respeto y diplomacia hacia los actores de la problemática y terminaba mentándoles la madre a los militares y a otros, era su estilo de abordar el fenómeno del colonialismo.
El diario el Periódico del 1 de febrero de este año menciona que Guzmán Böckler es el autor del libro Colonialismo y Revolución (1975), y se le recordará como el sociólogo que centró sus estudios en el mundo indígena desde el punto de vista étnico.

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