lunes, 19 de febrero de 2018

El ABC de las Relaciones



El ABC de las Relaciones


Licda. Claudia Jeannette Sop García

A continuación se presenta un breve análisis acerca del libro de John Maxwell titulado: “El ABC de las Relaciones” y de la importancia que ésta tiene en el desarrollo de las actividades administrativas de toda organización y para fortalecer la comunicación en el hogar, según señala el autor en su último capítulo.

No podemos triunfar sin la ayuda de otras personas; sin embargo, el cultivo de las relaciones personales positivas puede ser todo un reto. (Maxwell, 2007)
En El ABC de las Relaciones, John Maxwell revela los secretos para lograr una excelente relación con los demás. Hace notar cuáles son las barreras que la impiden, destaca la necesidad que todos tenemos de ser comprendidos y valorados, también muestra cómo las relaciones personales nos ayudan a alcanzar nuestro pleno potencial.
Las relaciones personales son la base que mantiene unido a los miembros de un equipo dentro de toda organización. Un liderazgo exitoso depende de las buenas relaciones que se forman dentro del equipo, y para establecer esas relaciones es necesario que haya respeto, confianza, reciprocidad, empatía y  poder  compartir buenas y malas experiencias para disfrutar de esa relación que se desarrolla en cada una de las actividades laborales.  Considerando que en cualquier grupo social hay virtudes y defectos, sin embargo lo más importante es demostrar las cualidades anteriores, inclusive antes de recibirlas eso fortalecerá las buenas relaciones creándose vínculos fuertes entre las personas.
Si podemos aprender a entender a las personas, cómo piensan, qué sienten, qué las inspira, es probable que actúen y reaccionen en una situación dada; podremos motivarlas e influenciarlas de una manera positiva. Está comprobado que la falta de comprensión y empatía laboral afecta el desarrollo laboral,  lo que lleva a las personas a actuar y reaccionar con miedo ante ciertas situaciones; a pensar de manera egocéntrica, es decir a buscar sus propios intereses, esto ocasiona a la empresa falta de motivación, ausencia en el trabajo, infelicidad, mala comunicación, no hay colaboración, etc. Se hace necesario  valorar las diferencias que cada persona tiene y saber lo que las personas necesitan, es la clave para comprenderlas. No existe ni una sola persona en el mundo que no tenga el deseo de ser alguien. Todos queremos que los demás nos consideren y nos valoren. Una vez esto llega a formar parte del pensamiento diario, se adquiere una noción acertada de por qué las personas  hacen lo que hacen.
En el momento en que las personas saben cuánto nos interesamos en ellas, cambian su manera de pensar acerca de nosotros. Y como es de saberse, todos necesitamos de alguien que se ponga a nuestro lado y nos ayude. No lleva mucho esfuerzo ayudar a otros a sentirse importantes, y se pueden obtener los resultados más impresionantes, ya que cuando entendemos a las personas y creemos en ellas, se logran alcanzar los objetivos institucionales. Además esto es una cadena, debido a que lo que se le da a una persona repercute en la vida de todas aquellas con las que ese individuo se relaciona.
Creer en las personas antes de que ellas demuestren su valor es la clave para motivarlas a alcanzar su potencial. El instinto de las personas es bastante acertado para saber cuándo otros tienen fe en ellos. Es importante saber que las personas tienden a actuar de acuerdo con el nivel de expectativa que otros han puesto en ellas. Si uno expresa escepticismo y dudas en alguien, nos pagará con mediocridad esa falta de confianza.
La mayoría de las personas tienen que aprender a tener fe en otros. Es mucho más difícil creer en las personas antes de que hayan demostrado su valor, pero ésa es la clave para motivarlas a que alcancen su potencial. Al recalcar los puntos fuertes de las personas, se les ayuda a crecer en lo personal y por ende en lo profesional. Los incentivos no económicos y/o elogios pueden ayudar y tiende a surtir grandes resultados, la retroalimentación de un punto débil con otro fuerte hacen comprenderles que el éxito es un peregrinaje y que se puede fallar,  les ayudará a triunfar.
Recuerda siempre: el corazón viene antes que la cabeza. No puedes impulsar a las personas a la acción a menos que primero las conmuevas con la emoción. El corazón viene antes que la cabeza. La buena relación con los demás no sólo sucede cuando uno se comunica con grupos. Tiene que ocurrir también con individuos. Cuanto más fuerte sea la relación entre las personas, más beneficiosa será. (Maxwell, 2007).
Benjamín Disraeli una vez dijo: «El mayor bien que uno puede hacer por otro no es simplemente darle sus riquezas sino revelarle las que él tiene». Si aprecias a otros, les animas y les ayudas a alcanzar su potencial, ellos se relacionarán mejor contigo. Cuanto más difícil es el reto, mejor es la conexión. Los grandes dirigentes, frente a su pelotón, ven a individuos, cada uno de los cuales tiene aspiraciones, quiere vivir, quiere hacer lo mejor. Ésta es la única manera de relacionarse con las personas.
La capacidad para escuchar desarrolla relaciones personales positivas. Cuando se escucha se muestra respeto y se aumenta el conocimiento, los grandes aprendices son grandes oyentes. A la gente le encanta contribuir, si les brinda la oportunidad de expresar sus pensamientos y se les escucha, siempre habrá un flujo de nuevas ideas. Cuando se escucha se construye lealtad y es una gran manera de ayudar a otros y a uno mismo.
Maxwell sugiere prestarle atención a los siguientes aspectos para ser un buen oyente: El proceso entero de escuchar empieza cuando prestas toda tu atención a la otra persona; la mayoría de las personas reaccionan mal cuando se las interrumpe. Es fundamental concentrarse en entender, ya que escuchar implica algo más que oír las palabras; determina la necesidad del momento; controla tus emociones; cuando estés hablando con otros, espera hasta haber escuchado toda la historia antes de responder. Si no lo haces así, quizás te pierdas lo más importante que ellos quieren decir; haz un resumen de lo que el otro está diciendo, haciendo un comentario a intervalos regulares; si quieres llegar a ser un oyente eficaz, conviértete en un buen periodista, como aquellos que con cortesía hacen preguntas y buscan comprender mejor. Muchos creen que escuchar es fácil, y se consideran a sí mismos como oyentes bastante buenos. Aunque es cierto que la mayoría de las personas pueden oír, pocos son realmente capaces de escuchar.
Cuando tus palabras igualan a tus acciones, las personas saben que pueden confiar en ti. La integridad es vital para el éxito personal y para los negocios. La integridad edifica otras cualidades para el éxito, tales como el respeto, la dignidad y la confianza. Si el cimiento de la integridad es débil o fundamentalmente defectuoso, entonces el éxito se hace imposible. La integridad no está determinada por las circunstancias, ni se basa en credenciales. No se debe confundir integridad con reputación, si una buena reputación es como oro, entonces el tener integridad es como ser dueño de la mina.
La integridad empieza con una decisión específica y consciente. La mejor manera de guardarte contra una ruptura de la integridad es tomar hoy la decisión de que no venderás tu integridad ni por poder, ni por venganza, ni por orgullo, ni por dinero; por ninguna cantidad. Gran parte de la integridad consiste en cumplir hasta terminar consecuentemente nuestras responsabilidades. Si se sabe por qué te mantienes firme y actúas,  en consecuencia la gente puede confiar en ti.
Además de la integridad es importante preguntarse cuál es la relación personal más importante en tu vida y es aquí en donde John Maxwell da importancia al núcleo familiar.
Para algunas personas el matrimonio y la familia han llegado a ser víctimas en la búsqueda del éxito profesional. Para edificar una familia fuerte tienes que hacer de tu hogar un ambiente de apoyo. Toda familia atraviesa problemas, pero no todas responden a ellos de la misma manera. Eso a menudo diferencia a una familia que estrecha sus lazos de aquella que a duras penas logran sobrevivir. Algunas personas que buscan el éxito parecen evitar el ambiente hogareño. Encuentran más fácil evadir los problemas, pero esa no es la solución.
Maxwell plantea algunas estrategias para ayudarnos en el proceso de resolver problemas: Ataca el problema, nunca a la persona; antes de tratar de buscar soluciones, asegúrate de saber qué está sucediendo en realidad; dedica al problema familiar por lo menos el mismo tiempo y energía que darías a algún problema profesional; al decidir alguna solución siempre recuerda que las personas son tu prioridad; busca los aspectos positivos del problema; sin que importe lo mal que se pongan las cosas, o lo molesto que te sientas, nunca contengas tu amor hacia tu cónyuge e hijos.
No sorprende que muchos matrimonios tengan problemas. Al igual que casi todo lo demás, la buena comunicación no surge porque sí. Tiene que ser desarrollada y ese proceso lleva tiempo y esfuerzo. Hoy las familias no dan a los valores la misma prioridad o atención que se les daba en otras épocas. Sin embargo se han identificado cinco aspectos en la familia Maxwell para inculcar valores: El compromiso con Dios, el compromiso con el crecimiento personal y de la familia, las experiencias comunes y compartidas, la confianza en nosotros mismos y en otros, el deseo de hacer una contribución en la vida.
Los matrimonios pueden empezar debido al amor, pero se terminan debido a la falta de compromiso. Existe una correlación entre el éxito familiar y el personal. Es por eso que edificar relaciones personales fuertes en la familia no sólo pone el cimiento para el éxito futuro, sino que le da a la vida un significado más profundo.
Es necesario comprender que se debe estructurar estratégicamente la vida personal y laboral, dejar libre el tiempo para compartir con la familia cumpleaños, aniversarios, juegos deportivos, cenas románticas con nuestro conyugue o tiempo libre con los hijos, eso ayudará para  continuar edificando nuestras relaciones personales.
Maxwel nos dice que existe una correlación entre el éxito familiar y el personal.  Edificar relaciones personales fuertes en la familia no sólo pone el cimiento para el éxito futuro, sino que le da a la vida un significado más profundo.  Sin que importe lo grande que sean los logros de las personas,  les alta algo cuando trabajan sin el beneficio de las buenas relaciones familiares.  Es cierto que algunas personas están llamadas a permanecer solteras, pero es poco común.  Una buena familia ayuda a la mayoría de la gente a saber su propósito, a desarrollar su potencial, a disfrutar del peregrinaje de la vida y a disfrutar mayores beneficios de los integrantes de nuestra familia.
Y por último: cómo puede uno darse al servicio de los demás….¿Qué hace un verdadero líder que sirve a los demás? Pone a los otros por encima de su propia agenda, posee la confianza para servir, promueve el servicio a los demás, no está pendiente de la posición, sirve por amor. El alcance de su influencia y la cualidad de sus relaciones personales dependen de la profundidad de su interés por los demás.
 Por eso es tan importante que los líderes estén dispuestos a servir. Y para llegar a tener actitud de servicio, se debe comenzar por  realizar actos pequeños, empezando con los que están más cerca de ti. La verdadera raíz de una actitud de servicio es la seguridad.  Cualquier persona que cree que es demasiado importante como para servir es básicamente insegura.  La manera como tratamos a otros es realmente un reflejo de lo que pensamos de nosotros mismos.


El  filósofo y poeta Eric Hoffer captó ese pensamiento:
Lo asombroso es que realmente amamos a nuestro prójimo como a nosotros mismos; hacemos a otros lo que nos hacemos a nosotros mismos. Detestamos a otros cuando nos detestamos a nosotros mismos. Somos tolerantes cuando nos toleramos. Perdonamos a otros cuando nos perdonamos. No es el amor a uno mismo, sino el odio hacia uno mismo el que está en la raíz de los problemas que afligen a nuestro mundo. 
Si quieres llegar a ser la clase de líder que las personas quieren seguir, tendrás que resolver esta cuestión de la actitud de servir.  Si tu postura es ser servido en lugar de servir, tendrás problemas.
 
La conclusión de la lectura nos dice que las relaciones positivas tienen una extraordinaria importancia en todos los aspectos de la vida.  Relacionarnos con otros incluye riesgos, pero Maxwell demuestra que las recompensas son mayores y nos ofrece la capacitación para vincularnos mejor en nuestro proceso de avanzar hacia el éxito. Y para obtenerlo considera cuatro aspectos vitales de la vida: relaciones personales, capacitaciones, actitud y liderazgo.

Bibliografía

Maxwell, J. (2007). El ABC de las relaciones. Buenos Aires, Argentina: V&R Editoras.

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