Etnia minoritaria en Guatemala
Por Moisés Gómez Cortez,
Economista
En la
actualidad Guatemala, está conformada por diversidad étnica: la etnia Garífuna,
la etnia Xinca, la etnia Maya, la etnia Ladina o Mestiza y la etnia conformada
por la clase dominante.
Toda esta conformación ha sido producto de la historia
sangrienta que han padecido los pueblos originarios y su resistencia continúa
hasta el día de hoy.
Aquí
sólo se describirán algunos elementos de la etnia minoritaria de Guatemala, la
clase dominante, y fundamentalmente, su núcleo oligárquico. Porque lo que
interesa es su qué hacer hoy en el país
La
clase dominante guatemalteca se originó con los invasores y pobladores de
origen hispánico que llegaron a
Guatemala y que se asentaron en
sucesivas oleadas migratorias a lo largo de los siglos XVI, XVII, XVIII y que en la actualidad forman parte de
la élite dominante.
El
núcleo oligárquico como indica Marta Casaus Arzú en su libro “Guatemala: Linaje
y Racismo”, es mestiza en sus orígenes, ladina y etnocéntrica en su concepción
del mundo, elitista y endogámica en su estructura familiar y que étnicamente se
considera blanca y sin mezcla de sangre india.
Hoy
uno de los grupos más significativos de la clase dominante guatemalteca es el
denominado G-8 que está conformado por: Juan Luis Bosch del conglomerado
agroalimentario-inmobiliario financiero Gutiérrez-Bosch, Juan Miguel
Torrebiarte del Banco Industrial, Mario Montano o Thomas Dougherty de Cementos
Progreso, Rodrigo Tejeda de la Cervecería de la familia Castillo, José Luis
Valdés del Banco Agromercantil, y Fraterno Vila de los ingenios azucareros.
Este grupo minoritario pero influyente a veces se expresa en las organizaciones empresariales que
cumplen funciones hegemónicas y de negociación en el poder del Estado como el Comité Coordinador de
Asociaciones Agrícolas, Comerciales, Industriales y Financieras –CACIF-, La
Fundación para el Desarrollo de Guatemala –FUNDESA-, la Asociación Guatemalteca
de Agroexportadores –AGEXPORT-, la Asociación de Azucareros de Guatemala
–ASAZGUA-, la Cámara de Comercio Americano-Guatemalteca –ANCHAM, por sus siglas
en inglés-, entre otras.
Esta minoría étnica ha creado su propio modelo de desarrollo para
beneficio de ellos, y lo manifiestan por su incursión en los servicios, la
producción de energía eléctrica, el comercio, la multiplicación bancaria, las
telecomunicaciones, la construcción de infraestructura (Centros Comerciales) en
gran parte del país entre otras formas, la explotación de las riquezas de la
naturaleza como el petróleo y minerales, explotación de monocultivos extensivos
como la caña de azúcar, hule, banano y últimamente la palma africana (la
mayoría de pobladores de los diferentes Departamentos de Guatemala consumen
maíz); así se ha configurado el capitalismo guatemalteco que depende de la
economía especulativa y financiera del mercado globalizado.
Desde antes de 1986, ellos han creado y financiado la mayoría de
partidos políticos, por lo que les permite conducir los poderes del Estado. La
influencia que tienen en los gobiernos de turno son determinantes y ponen a su
servicio el Estado. Nosotros los de la sociedad, debemos entender que
el Estado no es nuestro, es más, en muchas oportunidades está en contra de
nuestros intereses.
En la clase dominante de hoy se pueden observar dos fracciones que
están divididas o no quieren fusionarse. Por un lado están las fracciones
liberales privatizadoras como las que proponen los peajes en la carreteras, y
por el otro lado, las fracciones conservadoras y apropiadoras del Estado cuyas
acciones están ligadas en el crimen organizado. Esto no es más que la disputa
de los poderes del Estado. Lo que la oligarquía le permite ver a la sociedad es, la pelea entre el actual presidente de la república y el
Comisionado de la CICIG.
Si uno de los dos bandos intenta ganar, por un lado, disminuirá la
corrupción y por el otro lado, la corrupción se mantendría, gane quien gane,
siempre será la etnia minoritaria la que triunfará y tendrá otra década de
dominio sobre la población guatemalteca. Mientras tanto el Plan de Alianza para
la Prosperidad que es una imposición de los Estados Unidos, avanza, como los
guatemaltecos que van hacia el norte buscando oportunidades que no encuentran
en su país.
La etnia minoritaria entiende por democracia: la construcción y
financiamiento a partidos políticos,
eligen a los candidatos que dirigirán el poder ejecutivo y
legislativo, y los dos poderes influyen en designación de los que
dirigirán el Judicial, presentan a los
candidatos con marketing (A los medios de comunicación y a los call center los compran para que estén a su servicio) y ofrecen migajas de regalos a los pobladores, pidiéndoles el voto, parte de la sociedad se los da, y eso es suficiente para tomar el poder político. Y el Tribunal Supremo Electoral legaliza el evento democrático.
Así lo han hecho desde 1986 hasta nuestros días. Por lo que siempre hemos
tenido un gobierno que representa los intereses
de la etnia minoritaria.
La oligarquía está organizada y preparada para las próximas
elecciones, van a presentar su portafolio de partidos políticos
contextualizados desde la visión de ellos, y los primeros que se han dejado
cooptar son profesionales de la clase media que trabajaran para que una parte
importante de la sociedad vote por ellos.
Bibliografía:
Casaus Arzú, Marta. “Guatemala: linaje y racismo. FLACSO, Costa
Rica, 1992
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