lunes, 14 de octubre de 2019

Un sistema ECONÓMICO


Un sistema económico cavernícola el guatemalteco

Por Percy Aguilar Argueta, Contador Público y Auditor

Citando a Ruth Latino “un sistema económico es el conjunto conformado por los medios de producción y el factor humano con el propósito de producir, intercambiar y satisfacer las necesidades individuales y colectivas,
…” dos componentes, los medios de producción y la mano de obra.  El primero incluye  la tierra, la maquinaria y el capital, este es propiedad de un pequeño grupo  de la población.  Los grandes capitales están en poder de las familias agrupadas en el CACIF.  Un pequeño, minúsculo grupo de otros empresarios, medianos, pequeños y micro poseen estos medios de producción, ellos en realidad no son cavernícolas, los grandes hacen que el sistema sí lo sea.  En este contexto, no hay mejor ejemplo de lo atrasado en el pensamiento del empresariado guatemalteco que la afirmación realizada hace algunas semanas sobre el monto del salario mínimo, el que según el CACIF debe bajar de Q2,950.00 aproximados a Q2,000.00.  Los efectos en el sector laboral de una decisión de este tipo debe ser evitada por las instituciones gubernamentales.  El Estado se funda para  garantizar el bien común de la población, anteponiendo el beneficio general ante el particular, sin embargo no se cumple.

Además de los componentes citados, el sistema económico incluye:  Leyes, normas, regulaciones, impuestos,  subsidios, características empresariales, costumbres, creencias, hábitos. (Latino Cruz).

Vayamos a las leyes, en el país no existe una “Ley de Competencia”, desde hace muchos años el Congreso tiene engavetada la misma y no tienen la mínima intención de estudiarla, mucho menos aprobarla.  Hay tiempo para promover otras leyes de beneficio a los reos del Mariscal Savala, pero para ésta no.  ¿Por qué el CACIF no aprieta, con el poder que tiene?  En territorio guatemalteco existen muchos monopolios, no hay libertad de industria, comercio y trabajo, lo que dice al respecto la Constitución Política de la República es una utopía, lo más falso quizás.

El ejemplo típico del monopolio es el “Huevo”, si usted tiene un capital, unos Q100 mil, y dice voy a importar este producto de México, es prohibido, no puede hacerlo.  En un sistema económico moderno, con una normativa rígida, solamente se requiere que se cumplan con medidas fitosanitarias del producto alimenticio.  Se compra en territorio mexicano, se pagan los impuestos, en valores justos, sin privilegios para el productor local, abre usted su local en cualquier ciudad y listo, a vender.   Otro ejemplo es el combustible, esa mentira de la marca es un espejismo, el precio es el mismo, con diferenciales de unos centavos, porque el monopolio de la importación lo tiene un pequeño grupo de personas, el gas propano cuyo valor supera en un 50% el precio en mercado guatemalteco, comparado con el de El Salvador.  La harina es nuestro tercer ejemplo, un pequeño productor de pan no tiene la capacidad de definir el precio de venta, ni el control de sus costos, porque sólo puede comprar el insumo más representativo a un proveedor único.  Si el proveedor sube el precio de la harina, ineludiblemente el panadero, sin remedio alguno deberá aumentar el precio de venta, o queda fuera de toda posibilidad de vender.  Con estos ejemplos estamos claros que no existe: “Libre Mercado y Competencia”.

A los diputados no les interesa regular la competencia y favorecer al consumidor, ellos responden a los intereses de sus patrones, los señores del CACIF.  El contrabando es un resultado de las normas que regulan el sistema económico guatemalteco.  Ir de compras a la parte sur de México le representa a una familia guatemalteca un ahorro de hasta el 60%, si no es que más.

Al revisar el sistema impositivo vigente encontramos la regresividad de este, marcada en los montos de recaudación del Impuesto al Valor Agregado, el que aporta a las arcas un 70% del total, luego el Impuesto Sobre la Renta sobre ingresos brutos aporta el otro 10%, y solo un 20% corresponde a impuestos directos puros.  Nuevamente es la clase media y los pobres los que sostienen el gasto público en un alto porcentaje.

Pasemos a la soberanía, meses atrás el gobierno expulsó a la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala, a dos diplomáticos, él de Suecia y Venezuela, arguyendo libertad para decidir lo que se hace en territorio nacional.  Hay que defender la “Patria” dijeron todos.  Políticos, Empresarios del CACIF, Ejército se unieron en la cruzada por la soberanía.  Misma que se desvanece cuando llega la orden de la Presidencia de Estados Unidos de apretar y hacer más duro el bloqueo al país cubano.  Hoy en día en territorio nacional las empresas privadas de telefonía, todas, le han negado el servicio a las delegaciones cubanas, falta que le dejen de proveer energía eléctrica, a pesar del enorme aporte social en el área de la medicina, entre otras, que ellos cubren a los ciudadanos guatemaltecos.  “Libertad y Soberanía” prostituida, vendida al mejor postor, es lo que promueven sus defensores en el gobierno.

La educación superior por los suelos, las universidades estudiando a Adam Smith, Weber  y otros.  Una incluso ofrece un Doctorado en Economía de Mercado, en donde explican “Libertad de Elegir” “Filosofía de la Sociedad Libre”.  ¿Elegir qué?, en donde depositar sus ahorros, invertir, comprar.  Usted cree que elige, pero ni la leche que bebe, menos el cemento para hacer su casa, el servicio de luz o teléfono.  De que sociedad libre le llenan la cabeza a los futuros doctores.   De hecho esta no es universidad pues afirma que la educan en el pensamiento de “Hayek”.  Y la universalidad, principio básico de las universidades, libertad de elección y pensamiento, cero.  Otra, muy prestigiosa entre la clase alta de la ciudad capital, fundada por Manuel Ayau afirma que se funda en torno a la filosofía del libertarismo, según su portal virtual la “misión es la enseñanza y difusión de los principios éticos, jurídicos y económicos de una sociedad de personas libres y…”  de que personas hará referencia dicha misión.  Mentira del tamaño del continente americano, allí o se piensa en que la propiedad privada es la única solución o no se piensa, y se lee lo que el consejo ordena.  Un egresado de esta universidad no puede emprender un negocio nuevo, por ejemplo de cerveza o licor, aunque tenga todo debe pedir permiso y dejar que los dueños del territorio le permitan abrir siempre y cuando ellos sean socios. 

Esa es la razón por la que en todas las Universidades, incluso en la San Carlos nos engañan con el “Emprendedurismo”.  Échele ganas, usted puede, invierta su capital, compre a los grandes productores – CACIF-, fabrique o venda y, sí con esfuerzo obtiene ganancias.  Pague impuestos, los grandes no,  ellos le hacen un favor al país.  Su pequeño negocio de barrio, una tienda en un centro comercial se limita a comprar lo que las grandes corporaciones quieren que usted venda, así que inevitablemente usted es empleado de ellos, por eso la palabra “Emprender” empieza con las primeras letras de: “Empleado”.

Con todo esto es viable afirmar que el sistema económico guatemalteco se quedo rezagado en 1821, cuando un grupo de españoles decidieron fundar la República, esa “Patria del Criollo”, que ineludiblemente muestra sus características que lejos de evolucionar, son más parecidas a las de la era de las cavernas.  A garrotazo puro se apropian de las ganancias o trasladan las pérdidas al gobierno, como el caso de la familia García-Granados emparentada con los Arzú, que programo el pago de Q117 millones de quetzales de una deuda histórica de dicha familia a una entidad internacional.

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