EL
ORDENAMIENTO TERRITORIAL EN
QUETZALTENANGO: UNA LECTURA BIOPOLÍTICA
Hugo Rafael López Mazariegos
Quetzaltenango,
Julio 2011
INDICE GENERAL
Pág.
PRÓLOGO
INTRODUCCIÓN 6
I.- PROCESOS
DEL ORDENAMIENTO TERRITORIAL
EN LA CIUDAD DE QUETZALTENANGO
DURANTE LA ÉPOCA PREHISPÁNICA 7
I.1.-Contextualización de la época
pre-hispánica en Mesoamérica. 7
I. 1.1.- Mesoamérica como unidad cultural
I.1.2.- Períodos de la civilización mesoamericana 7
I.1.2.1.- Periodo Preclásico 8
I.1.2.2.- Periodo Clásico 9
I.1.2.3.- Periodo Postclásico. 10
II.-
EL ALTIPLANO OCCCIDENTAL Y EL VALLE DE
QUETZALTENANGO DURANTE LA ÉPOCA PREHISPÁNICA 10
II.1.- Geología prehispánica de la región 10
II.2.- Recursos
naturales de la región 11
III.- UNA GENEALOGIA SOBRE LOS PRINCIPALES ASENTAMIENTOS Y CULTURAS DEL
ALTIPLANO NOR-OCCIDENTAL DE GUATEMALA
QUE
LUEGO HABITARON EL VALLE DE QUETZALTENANGO 12
III.1.- Primeros
asentamientos en el Altiplano de Guatemala 12
III.
.2..- Mames 13
III.. 3.- K´i chés 14
III.3.1.- Origen y procedencia de los k´ichés 14
a. Primera
edad 14
b. Segunda edad 15
c. Tercera edad 15
d. Cuarta edad 15
c.1.- Mito del origen del espacio
político territorial 16
c.2.-Teorías sobre el origen de los K´ichés 16
c.3.-Dinámicas de expansión del Reino K´iche´ 19
c.2.-Teorías sobre el origen de los K´ichés 16
c.3.-Dinámicas de expansión del Reino K´iche´ 19
d.4. Asentamientos de los K´ichés en el Valle de
Quetzaltenango. 21
III.3.2.- Caracteristicas generales de los asentamientos
K´ichés 21
III.3.3.- Asentamientos K´ichés
en el Valle de Quetzaltenango 22
IV.- DINÁMICAS TERRITORIALES DE QUETZALTENANGO
DURANTE
EL PERIODO COLONIAL 26
IV.1.- Período de invasión y conquista. 26
IV.2.-
Orígenes, desplazamientos y rupturas del modelo de ordenamiento
territorial colonial en Quetzaltenango, 27
IV.3.- Configuración urbana. 36
IV.4.- Dinámica de crecimiento de los
cantones y barrios. 37
IV.5.- Los barrios de Quetzaltenango. 38
IV.5.- Los barrios de Quetzaltenango. 38
IV.6.- Terremoto
de San Rafael. 38
IV.7.- Erupciones del Cerro
Quemado en 1,818. 39
V.-
DESARROLLO URBANO EN QUETZALTENANGO DURANTE LA
ÉPOCA
LIBERAL (SIGLO XIX) 40
VI.-
CRECIMIENTO DE LA CIUDAD DE QUETZALTENANGO
DURANTE EL
SIGLO XX 41
VI.1.- Impacto de la erupción y
terremoto de 1902 41
V
I. 2.. .- El proyecto
de Nueva Quetzaltenango, hacia
el
cantón La Democracia, 42
VI.3.- El trazado del Ferrocarril de Los
Altos y la apertura de la zona 3. 42
V
I. 4..- La
consolidación de la zona 2: La Ciénaga. 43
VI.5.-1965: La construcción de la
terminal y el Centro Comercial (la
quema del primer mercado). 44
V I. 6. - Las nuevas colonias: EI Empleado Municipal. 44
V I .
7.- La
urbanización de la zona 3: La Democracia y el proceso
de adjudicación por el –INTA- 44
V
I . 8. - El Plan
Regulador del Área Metropolitana de 1981, 45
VI.9.- Proyectos del
Banco Nacional de la Vivienda (BANVI), Colonias
Minerva (años 70`), Trigales y Colina
(años 90`) 45
VI.10.- Boom de las lotificaciones privadas
periféricas. 46
VII.- LA CIUDAD DE QUETZALTENANGO EN LA
TRANSFORMACIÓN TERRITORIAL A FINALES DEL SIGLO XX 46
VIII.- LOS NUEVOS CONTEXTOS DEL CRECIMIENTO
URBANO EN LA CIUDAD DE QUETZALTENANGO DURANTE LA PRIMERA
DÉCADA
DEL SIGLO XXI 49
CONCLUSIÓN 52
BIBLIOGRAFIA 56
PRÓLOGO
Este libro, escrito entre
2005 y principios del 2011, da cuenta de una investigación realizada en la
ciudad de Quetzaltenango, en un proyecto titulado “EL ORDENAMIENTO TERRITORIAL
EN QUETZALTENANGO: UNA LECTURA BIOPOLÍTICA”
Este estudio constituye un
aporte al conocimiento del origen y las transformaciones del ordenamiento
territorial en Quetzaltenango. Con base a dicha premisa el estudio muestra
distintas lecturas y explora sus desplazamientos y continuidades
histórico-político-económicas y poblacionales en la conformación del territorio
en la ciudad; al mismo tiempo, recorre la geografía de la región y rastrea
las rutas que ha seguido el ordenamiento
territorial desde la época prehispánica hasta la actualidad*.
Debo agradecer con todo
respeto y admiración a los profesores-investigadores Jesús García-Ruiz, Moisés
Gómez, Danilo Palma Ramos, Gladys Tzul, Rudy Ixcaraguá, José Felipe, Martínez
Domínguez, Edgar Mérida, Marco Ochoa, Dina Mazariegos, Rodrigo Karmy, Gabriel
Ascencio, Nicolás Bajo Santos y Francesca Gargallo. Una mención muy especial,
con todo respeto y agradecimiento, a Dr. Jesús García-Ruiz, con quien compartimos
los cambios del territorio de Quetzaltenango en los últimos 20 años, y quien
con sus dudas e interrogaciones continuas y pertinentes me obligaba a precisar, argumentar, documentar cada vez
mejor. Él mismo realizó un trabajo de fondo en la ciudad de Quetzaltenango que
ha sido publicado y al que recurro varias veces en este libro.
Para lograr el propósito
del estudio histórico se llevó a cabo una indagación sobre el ordenamiento
territorial, en especial en el Archivo Municipal, Memorias Municipales y la
Hemeroteca de Quetzaltenango, Biblioteca de la Universidad Rafael campus de Quetzaltenango,
Biblioteca del Centro Universitario de Occidente de la Universidad de San
Carlos de Guatemala; en la ciudad de Guatemala Archivo Histórico de Centro
América y la Hemeroteca Nacional. Gracias a todos.
*Voy a entender el ordenamiento territorial, de la manera siguiente: “como
un dispositivo de poder que controla las vidas de los sujetos tanto en el
ámbito político, social, económico y ambiental. El ordenamiento territorial
supone también la presencia de una fuerza que gobierna desde lo interno, pero
por encima existe un gobierno desde afuera que posibilite la acumulación y
crecimiento económico a partir de la consolidación “elites nacionales” regidas por una burguesía
transnacional que desplaza a la llamada <>,
conformada por actores públicos, privados y comunitarios”. Ver: Foucault M. La
Verdad y las Formas Jurídicas Gedisa España. 2006.
El libro presenta una
interpretación elaborada en varios años nutrida con discusiones surgidas de
publicaciones anteriores que permitieron ahondar en el debate contradictorio y
fructífero, tanto con colegas académicos como con amigos de la ciudad. Algunos
de estos planteamientos fueron retomados en este libro: partes de los capítulos
II ( Lebeau y Martiche, 2000); otros aportes sobre el plan regulador del
desarrollo urbano-rural del área metropolitana del Valle de Quetzaltenango
(capítulos I y II) provienen de análisis más globales realizados por la
Municipalidad de Quetzaltenango y publicado en 1,983. Finalmente, otros
trabajos relativos a la región de Quetzaltenango no están incluidos aquí pero
motivaron discusiones que alimentaron mi reflexión sobre territorio y región
(García-Ruíz, 2010) o sobre el Estado de los Altos (Taracena, 1,999) en cuanto
participan en estas dinámicas territoriales.
Introducción
La única
“ciencia” que reconocemos; por consiguiente es lo que llamamos la ciencia histórica
Karl Marx y Friedrich Engels
La Ideologia Alemana
Este libro se basa en algunos trabajos de historia, antropología,
arquitectura y arqueología que se han hecho en Quetzaltenango y otras regiones
del Altiplano de Guatemala y Mesoamérica, para poder así interpretar el origen
y desarrollo del ordenamiento territorial en Quetzaltenango. Pero no queremos
dar la idea de que hemos contado con toda la información necesaria, pues, a
juzgar, por el número y el tipo de las investigaciones hasta ahora realizadas,
esto dista mucho de ser así; además los cambios recientes en la teoría y en la
metodología de los estudios geográficos, antropológicos, sociológicos y políticos permitirán obtener nueva
y necesaria información en el futuro. Sin embargo, es necesario realizar el
intento, pues ésta es la única manera de contar con una experiencia que permita
mostrar las vacios existentes en la información hasta ahora recopilada, lo
mismo en la metodología o en la teoría, y de conocer, en términos históricos,
la información publicada.
Este trabajo se dedicará a leer el “ordenamiento territorial” desde una
serie de análisis y reflexiones surgidas en gran parte en los siglos
XVIII, XIX, XX y la primera década del
XXI conocidas como la modernidad. Para ello nos apoyaremos de las reflexiones
de filósofos connotados como: Michel Foucault, Salvoj Zizek, Deluze y Emanuel
Wallerstein. Dichos pensadores revisores del pensamiento de Karl Max, quienes
también estarán presentes en esta reflexión abren nuevos campos en el análisis
epistemológico de las realidades a las
cuales asistimos contemporámente y de la cual el ordenamiento territorial está
en manos del mercado.
Se trata, por consiguiente de un estudio que intenta dar cuenta cómo se
ha movido el ordenamiento territorial desde la época prehispánica hasta la
actualidad. Frente a esta constatación los interrogantes son numerosos: ¿Ha existido realmente un cambio histórico
en el ordenamiento territorial de Quetzaltenango?; ¿ Cuáles son las dimensiones
y la profundidad de ese cambio?, ¿Cuáles
son los dispositivos que progresivamente fundaron esta manera de gobierno
dentro del territorio de Quetzaltenango? y ¿ Qué lectura política otorgarle al ordenamiento
territorial de Quetzaltenango hoy?. Para responder a estas interrogantes intentaré
desarrollar una genealogía de los acontecimientos y circunstancias políticas
que produjeron e instalaron “el ordenamiento territorial” tal y como hoy día se
da a saber.
Finalmente, queremos dejar constancia que estamos conscientes de lo
imposible que resulta hacer una descripción y un estudio histórico completo de
los fenómenos territoriales en Quetzaltenango. Por lo tanto algunas de las cuestiones planteadas en el
estudio deben profundizarse en futuras investigaciones.
El trabajo se divide en ocho capítulos el primero titulado “Procesos de
ordenamiento territorial en la ciudad de Quetzaltenango durante la época
prehispánica” abre presentando la forma cómo fue el ordenamiento territorial
durante la época prehispánica.
En el segundo capítulo denominado “El Altiplano Occidental y el Valle
de Quetzaltenango durante la época prehispánica” se hace un análisis de los
sistemas geológicos y de los recursos naturales de la región. Este capítulo
retoma un tema fundamental que nos
aboca al hecho en la relación entre los
recursos naturales y el territorio en su lectura de este proceso.
El tercer capítulo “Una
Genealogía de los principales asentamientos y culturas del Altiplano
Nor-Occidental que luego habitaron el Valle de Quetzaltenango”, da cuenta de
los primeros asentamientos y culturas en la región del Altiplano.
El cuarto capítulo titulado”Dinámicas territoriales de Quetzaltenango durante
el período colonial”, muestra qué es el territorio en el período colonial, cómo
se forma y cómo opera en la ciudad de Quetzaltenango.
El quinto capítulo denominado “Desarrollo Urbano en Quetzaltenango
durante la época liberal (Siglo XIX)”, analiza la influencia de la época
liberal en la recomposición del territorio en Quetzaltenango.
El sexto capítulo “Crecimiento de la ciudad de Quetzaltenango durante
el siglo XX”. Se muestra la forma como el orden capitalista define cómo debe
ser el crecimiento de la ciudad en ese contexto histórico y político
El séptimo capítulo titulado “La ciudad de Quetzaltenango en la
transformación territorial a finales del siglo XX”. Se describen los
desplazamientos del territorio que el capitalismo genera en la ciudad.
El último capítulo “Los nuevos contextos del crecimiento urbano en la
ciudad de Quetzaltenango durante la primera década del siglo XXI” rastrea las
grandes transformaciones contemporáneas producidas en el territorio que tiene
un propósito más allá de la simple regulación de actividades, tiene un
propósito de verdad, un objetivo de normalizar un orden, un espacio de poder.
El documento termina con una reflexión general <>.
I.- PROCESOS DEL ORDENAMIENTO TERRITORIAL EN LA CIUDAD DE
QUETZALTENANGO DURANTE LA ÉPOCA PREHISPÁNICA
I.1.-
CONTEXTUALIZACIÓN DE LA ÉPOCAPREHISPÁNICA EN MESOAMÉRICA
I.1.1.- Mesoamérica como unidad Cultural
Mesoamérica
se le designa al área geográfico-cultural que va desde el sur de México,
Guatemala y otras países de Centro América hasta Nicaragua, término que
fue acuñado por primera vez por Paul Kirchhoff, quién se percato de
que en estas regiones se compartían rasgos culturales (idioma, agricultura
avanzada, cerámica textil, escultura jeroglífica, juegos de pelota,
entre otros), lo cual lo indujo a pensar que algunas áreas podían ser unificadas[1].
I.1.2.- Períodos de
la civilización mesoamericana
Dentro
de las ciencias de la Arqueología e Historia los científicos han optado por
periodizar los eventos según su homogeneidad con el fin de facilitar el
estudio y la investigación. En un inicio la periodificación del Nuevo Mundo
siguió el esquema establecido para el Viejo Mundo. Se propusieron dos
divisiones de naturaleza tecnológica y económica que determinaron los
desarrollos temporales claves y que a su vez se pueden comparar
cronológicamente con la división propuesta para el Viejo Mundo. Entre 1,930 y 1,940
la técnica de la fechación a través de carbono 14 revoluciono la cronología
de las fases culturales presentadas para sitios arqueológicos de todo el mundo.
En Mesoamérica esta nueva técnica abrió espacio a una nueva propuesta
cronológica plateada por Willey Y Philips. Dichos pensadores dividen
la prehistoria mesoamericana en cinco periodos: Lítico (o Paleoíndio),
Arcaico (o Precerámico), Formativo (también conocido como Preclásico), Clásico y Postclásico.
Cada uno subdividido para dar cuenta de las distintas etapas y contextos
históricos y políticos en que ocurrieron dichas transformaciones en las
sociedades mesoamericanas[2].
I.1.2.1.-
Periodo Preclásico (2,000 a.C.- 250 d.C)
Período
en el que se marca el inicio del sedentarismo y el inicio de las sociedades agrícolas,
se subdivide en tres épocas: El Preclásico temprano (2,000 al 1,000 a.C..). En
Guatemala para este período los asentamientos humanos se encuentran
concentrados en el centro y noreste de Petén, el sur de San Marcos, el
noreste del departamento de Quetzaltenango cerca de la actual cabecera de
Totonicapán, en el centro de Guatemala, en el sur de Alta Verapaz y en el centro y norte de Baja
Verapaz. En la Costa Sur se han encontrado
evidencias de sociedades agrícolas tempranas en sitios como Ocós, La Victoria, Salinas La Blanca, Salinas
Tilapa, La Blanca, El Mesak, entre otros[3].
Debido a la diversidad en el tamaño de
los montículos, los arqueólogos han
deducido que iniciaba cierta división jerárquica dentro de las sociedades mesoamericanas (Luján: 1999: 33). El Preclásico
medio (1,000 al 400 a.C.). Etapa en la
que iniciaba el proceso de transformación de las sociedades simples a un nivel más complejo en términos
sociopoliticos, a la vez comienza un
incipiente comercio interregional y la interacción con otros grupos mesoamericanos. Inician los cacicazgos, que se
caracterizan por las distinciones en la esfera social y la posición política
y por la especialización laboral. También inicia
la edificación de aldeas alejadas de los ríos, lagunas o mares, posiblemente
debido a la mejor organización social y al mejoramiento de los sistemas
agrícolas que les permitan obtener los recursos necesarios a pesar de ubicarse más lejos. Los asentamientos son
de mayores proporciones y en ellos
empezó a aparecer conjuntos de edificios alrededor de plazas y edificios de mayor tamaño. Para la región del Altiplano
el sitio de Kaminaljuyú adquiere una
importancia capita[4]l.
Finalmente, el Período Preclásico tardío (400 a.C. al 250 d.C.). En esta etapa ocurre un fuerte crecimiento de nuevas
ideas de construcción, se extiende la
comunicación entre pueblos, y la población se incrementa
rápidamente. La influencia Olmeca en el territorio guatemalteco desaparece y es
reemplazada por la difusión de la cultura maya, con el inicio de los
rasgos característicos durante el clásico
como lo son el culto estela-altar, la escritura jeroglífica con fechas de
cuenta larga, la bóveda maya, cerámica pintada, etc.
Algunos
arqueólogos han sugerido que a lo largo de la Costa Sur se estableció una ruta de
comercio importante. Muchos asentamientos humanos fueron ubicados en los
cruces críticos de los caminos costeros con los que llevaban a pasos de
montaña en dirección al Altiplano Occidental[5].
I.1.2.2.- Período Clásico (250 d.C. al 900 d.C.)
El
Período Clásico representa el florecimiento de la cultura y civilización maya, así como el
inicio del urbanismo en el Nuevo Mundo con importantes avances tecnológicos
en la construcción[6].
La subdivisión para este período también abarca tres etapas: Clásico temprano
(250 a. C. al 550 d.C.). Es en esta época donde se observa que
la organización política alcanza sus niveles más complejos en algunos
asentamientos y según algunos autores alcanza el nivel de Estado. Clásico
medio (550 al 900). En Guatemala todas las regiones experimentaron fuertes cambios
socioculturales, en el oeste de la Costa Sur, muchos sitios
perdieron su importancia y fueron abandonados, lo que provocó la migración
y subsiguiente formación de otros centros. Aparecen varios elementos de
influencia teotihuacana[7].
En el Altiplano Occidental, el sistema sociopolítico que imperó fue el dominio de varios sitios mayores
sobre amplias extensiones de terreno, donde un centro rector controlaba
a otros. La economía de esta región estuvo basada en la producción
agrícola y en la explotación de productos
locales y regionales[8].
La cadena montañosa no fue obstáculo para que los comerciantes se trasladaran
de un lugar a otro, caminando en muchas oportunidades a través de paisajes
naturales que formaban corredores de paso entre montañas hasta
llegar a amplios valles y cuencas hidrográficas. Clásico tardío o terminal
(550 a 900). Arquitectónicamente los sitios muestran un patrón urbanístico
tendente a la concentración de edificios, por lo que se aprecia una reducción
de los espacios abiertos propios de épocas anteriores. Se inicia el declive de
la cultura maya. En la región sur de Guatemala se han encontrado numerosos
vestigios de asentamientos que evidencian una nueva etapa de relaciones con el
Altiplano, durante la cual se intercarnbiaron productos y conocimientos
culturales, entre ellos, posiblemente cacao, algodón y sal. En el Altiplano,
especialmente en las Verapaces, El Quiché y en el resto del Occidente
hubo un acelerado crecimiento demográfico debido a la proliferación de
asentamientos. Al llegar el siglo X, el Altiplano fue afectado por el
colapso de las grandes ciudades
peteneras por lo que también entraron en un ciclo de decaimiento y ruptura,
incluso disminuyó el número de habitantes, con excepción de los sitios de la
cultura Quiché que por el contrario progresivamente fueron incorporándose al
poder central (Luján: 1,999: 68).
I.1.2.3.-
Período Postclásico (900 a 1,450).
Durante
este período se registra la ruptura de estilos regionales, a pesar de
esto continua la vida urbana. La tendencia al militarismo es muy fuerte, y los registros
arqueológicos muestran un incremento en la construcción de fortificaciones.
También ocurre una fuerte transferencia interregional de estilos totales de
arte y arquitectura debido a las migraciones y expansiones ocurridas a lo
largo de todo el territorio mesoamericano, pero especialmente desde la parte de
México. Arqueológicamente, el postclásico no terminó al mismo tiempo en las
distintas regiones de Guatemala, comprende el tiempo transcurrido desde el
colapso de la civilización maya hasta cuando la conquista hispánica alcanzó Ios
distintos sitios. En toda Mesoamérica ocurren frecuentes migraciones y fuertes
conflictos entre las poblaciones (Arroyo: 1996: 25).Esta época se caracteriza
por su vinculación con la migración
Tolteca de Tula (Hidalgo, México). En la Costa Sur de Guatemala, gran parte de
la región se despobló, Ios pocos habitantes que quedaron continuaron siendo
agricultores y comerciaban algodón, sal y cacao. En el Altiplano continuó la
ocupación, pero la mayor parte experimentó un cambio profundo en cuanto a sus
patrones de asentamiento. Sitios que estuvieron situados en valles durante el Período
Clásico, fueron abandonados y construidos posteriormente en cimas de montañas
en lugares poco accesibles y rodeados de barrancos, con el fin de hacer más fácil
su defensa ante las continuas acciones bélicas. En el área Quiché fue evidente
la centralización del poder en Utatlán, bajo cuyo dominio se encontraban varios asentamientos (Luján: 1999: 20).
II.- EL ALTIPLANO OCCIDENTAL Y EL VALLE
DE QUETZALTENANGO DURANTE LA ÉPOCA PREHISPÁNICA
II.1.- Geología prehispánica de la
región
El
relieve de América Central tiene una historia tectónica activa desde las
últimas épocas eólicas debido a la Cadena Volcánica Cuaternaria. Ello
hace que sea una de las zonas de vulcanismo más activa del
mundo, y con gran proporción de focos volcánicos en relación al área
que ocupa. La Cadena Volcánica está asociada con una zona de fallas volcánicas
paralela a la costa del Pacífico, que se inicia, aproximadamente, en
la frontera entre Chiapas y Guatemala con el volcán Tacaná, y se extiende
en dirección sureste hacia el otro volcán fronterizo el Chingo.
Esta
cadena presenta peculiaridades, tanto por el relieve como por su constitución
geológica. Su topografía se distingue porque consiste en formas
poco erosionadas, en las que prevalecen las superficies originadas
por diferentes fenómenos volcánicos como erupciones centrales de lava o materiales piro plásticos o erupciones a lo largo de fisuras. Productos de
tales fenómenos geológicos son varios
tipos de relieve: conos con fuertes pendientes
y montes bajos con pendientes leves.
El
valle de Quetzaltenango, se encuentra al píe de la cordillera volcánica del Pacífico,
en la sección sur, por el lado norte lo atraviesa el sistema geológico de la
Sierra Madre. Con respecto a la Cadena Volcánica, existen bordeando el
Valle, diez conos volcánicos, de lo cuales solo uno está activo y por lo
menos dos más, con la misma ladera, están latentes.
En el Valle de Quetzaltenango se registran tres formas volcánicas
de las más comunes: la cónica del volcán Santa María, la del escudo del Cerro Quemado, y la
de domos volcánicos del Santiaguito[9].
II.2.- Recursos naturales de la
región
El
Altiplano de Guatemala se diferencia de las tierras bajas mayas y de las costas por su diversidad
ambiental, que presenta grandes contrastes ecológicos,
alturas elevadas y suelos volcánicos cuyos conos alcanzan más de 4,000 metres de altura, Su clima es más fresco que
el de la costa y el resto de la
región maya, Los suelos montañosos constituyen parte de la Sierra Madre, en donde se formaron profundos valles de
ricos bosques, regados por caudalosos
ríos tales como: Grijalva, Chixoy,
Polochic y Motagua. En cuanto a la diversidad presente durante la época
prehispánica, se menciona la riqueza
en minerales, plantas y animales, que posteriormente los grupos humanos utilizaron para elaborar productos
artesanales y alimentarios. Los principales
productos fueron el pon o copal, las plumas de quetzal, sal proveniente de minas y la obsidiana.
III.- UNA GENEALOGIA DE LOS PRINCIPALES ASENTAMIENTOS Y CULTURAS DEL
ALTIPLANO NOR-OCCIDENTAL QUE LUEGO HABITARON EL VALLE DE QUETZALTENANGO
III.1.- Primeros
asentamientos en el Altiplano de Guatemala
En materia del análisis, acerca del origen humano en la región mesoamericana,
parece existir un gran vacío de información en lo referente a la
ocupación, que puede colocarse hacia el 13,000 a.C. Sin embargo, en relación
al período comprendido entre e! 10,000 y el año 6,500 a.C. por el
contrario existe evidencia relativamente abundante. En términos de contexto económico,
se puede decir que los habitantes del Paleoindio vivían en pequeños grupos nomadas,
que iniciaron como cazadores y recolectores de plantas y animales pequeños.
Poco a poco la especialización del trabajo fue haciéndose evidente, de tal
forma que ya para el año 1,600 a.C. muchas sociedades mesoamericanas estaban adoptando
(más o menos al mismo tiempo) una vida agrícola, sedentaria,
teniendo, entre otras actividades, un importante intercambio de bienes a
corta y larga distancia.
Según Rodríguez y Paredes (1,990: 20), las primeras evidencias de
actividad
humana en el Altiplano son del Pleistoceno, 18,000 años a.C. incluso
antes de la desaparición de los mamuts y caballos americanos. La principal evidencia se ha
encontrado en Chivacabé a 8 kilometres al oeste
de Huehuetenango. Por su parte Brown (1,970:44) durante el reconocimiento del valle del municipio de Quiché, localizó) por lo menos
117 sitios con evidencia de
ocupación precerámica, encontrando herramientas de basalto, obsidiana,
calcedonia y cuarcita, sugiriendo una fechación de entre el siglo XI y siglo X
a.C. También encontró evidencia a lo largo de
la carretera que une Los Encuentros y Totonicapán.
Según los estudios de
Brown, da cuenta que existió una especialización en las funciones de los sitios en cuanto a !a tecnología que utilizaban. El
primer tipo es el de aquellos sitios
en los que se cortaba piedra o que servían como canteras ubicadas cerca de los mantos de dicho material. El segundo tipo, son los sitios de recursos limitados
que tenían pocos tipos de
herramientas localizados en áreas de fácil acceso, cercanos a zonas ecológicas más complejas y finalmente las que cubrían
un área entre cinco y ocho veces más
la de los recursos limitados que presentaban mayor variedad y densidad de herramientas
de piedra y que tenían fácil acceso
al menos cuatro zonas ecológicas distintas.
Guatemala
ha sido divida en regiones arqueológicas basadas en las características naturales
de cada una. En el caso, de las tierras altas o Altiplano de
Guatemala se ha establecido por su extensión y ciertos accidentes geográficos, tres zonas que
abarcan el Altipiano norte, occidental y
central. La región norte comprende los actuales departamentos de Alta y Baja Verapaz y El Quiché en Norte-Occidente.
Las áreas que fueron ocupadas fueron
principalmente las cuencas de los ríos y las mesetas aisladas. El sistema fluvial fue utilizado como
medio de comunicación. Según los
descubrimientos arqueológicos se evidencia ocupación humana desde el siglo XI a.C hasta finales del
Post clásico. En el Altiplano Occidental,
que esta compuesto por los actuales departamentos de Quetzaltenango, Huehuetenango, San Marcos,
Totonicapán, Quiché, Chimaltenango y Sololá, existen pocos estudios. La evidencia de asentamientos humanos se ha encontrado en Semetabaj, Sololá, Chukumuk, junto
al lago Atitlán, el Paraíso en
Quetzaltenango, siendo los más representativos los de Chitinamit y Tzanjuyú a la orilla del lago y Tajumulco
en el departamento de San Marcos. En
el área central se han realizado estudios más a fondo, pero los mismos se han localizado principalmente en yacimiento de Kaminaljuyú. Esta sub-región queda comprendida
por los actuales departamentos de
Guatemala, Sacatepéquez y Chimaltenango
III.2.- Mames
Robert
Hill (1,970:56), en su ensayo sobre la sociedad Mam da cuenta que el problema existente para relatar con
mayor profundidad a esta subcultura prehispánica es la falta de disponibilidad
de información etnolingiiistica, etnohistórica, para detallar la organización y
límites, así como los acontecimientos que provocaron la pérdida de los
territorios de Totonicapán y Quetzaltenango. Los mames ocupaban gran
parte del territorio guatemalteco, llegando a contar con un extenso territorio que
comprendía
los actuales departamentos de Huehuetenango, San Marcos, y casi la
totalidad de Totonicapán y Quetzaltenango, antes de la expansión de los
quichés en el siglo XIV.
Al
producirse la conquista quiché, muchos mames abandonaron sus tierras pero los
que se quedaron fueron sometidos al dominio político del pueblo conquistador.
La población mam paulatinamente perdió su idioma, pero la aculturación fue
inevitable[10].Tras este
acontecimiento el centro de poder lo trasladaron al noreste en el lugar que hoy
se conoce como Zaculeu (Xinabajul), cuyas fronteras, aunque no necesariamente
políticas, abarcan un espacio bastante amplio[11].
III.3.- k´ichés
III.3.1.- Origen y procedencia de los K´icheés
La
cultura Quiché se basa en una gran tradición civilizada con más de 3,000 años de
historia, por lo que comprender a los quichés es comprender la civilización
mesoamericana. Sin embargo, esta lectura es bastante romántica y perversa. Para
entenderlo de otra manera, recurrimos a una pregunta obvia por cierto, continúa siendo una gran civilización la cultura quiché o
predomina el capitalismo. Más aún, si es posible la cultura quiché sin
capitalismo, y el capitalismo sin cultura quiché. Lo que podemos decir aquí
claramente que la cultura quiché históricamente se ha convertido en un
instrumento del capitalismo, por ejemplo: el territorio, ya sea como propiedad privada o comunal, tiene un
fin: ser el medio de producción, así también en el capitalismo la cultura
quiché está articulada a la economía política a partir de la cual se administra
y controla la vida, entonces ¿ La economía liberal individualiza? y se potencia
el capitalismo mediante la Maquina de Guerra, la cual no es el Estado, sino
algo exterior al mismo: La Sociedad productiva.
Además
de su contenido sociorreligioso, podemos enfocar la mitologia del Popol-Vuh
como la narración de la historia cultural de los maya-quichés, desde la
perspectiva de una civilización que en sus inicios fue cazadora-recolectora[12].
a.- Primera
edad
Esta
época se caracteriza por la recolección, la caza y la pesca como forma de subsistencia,
y un status familiar, social y político propio del cicio de economía parasitaria.
La familia tipo del primer ciclo étnico. El Popol Vuh ofrece un cuadro patético de
la vida precaria de aquellos seres humanos primitivos, que luchan contra el
espectro del hambre, vagan por los montes en busca de alimento, recoman la orilla de los ríos en
los que se sumergían para coger peces y crustáceos,
cazaban aves, recolectaban frutos silvestres y pasaban, a menudo, dos días sin comer. La importancia de la recolección
resalta en el primer episodio
descriptivo de las actividades de esa época, destacando la costumbre de trepar a los árboles cuyas frutas les servía de
alimento. No está definido el régimen de propiedad, pero el ámbito en el
cual se desenvuelven las actividades de la
familia que son los montes y los ríos, hace pensar que no existía en aquellos tiempos otra organización
territorial, fuera del reconocimiento de
zonas de pesca, caza y recolección.
b.- Segunda
edad
El
segundo período comienza con una nueva creación de seres humanos hechos de
barro, que vienen a sustituir a los de la primera edad, quienes por no saber rendir
culto a su creador quedan relegados a la categoría de animales. Corresponde a
la etapa inicial de la agricultura y a la invención de la alfarería, la
formación de la macrofamilia y de la comunidad, esta es una civilización, basada en el
cultivo de las plantas.
Dos
grupos humanos se enfrentan en el escenario mítico, cuya historia, vida y costumbres se
narran detalladamente. El primero, constituido por una familia de tres
generaciones que viven bajo el mismo techo (macrofamilia en contraste con la
familia simple del ciclo anterior). Además de suministrar informes de mayor interés
sobre la constitución familiar y la estructura político social de la época, el
Popol Vuh especifica que en cada unidad social o comunidad, corresponde una
unidad territorial propia que se identifica por un nombre. Por ejemplo,
Xibalbá es la denominación del habitat del grupo Camé y Carchah del área geográfica
donde se desenvuelven las actividades del grupo del Hunahpú.
c.- Tercera
edad
Esta
edad es básicamente la historia de Aquí, la diosa madre, una historia que parte de su
fecundación por Han Hunahpú y su estancia en la tierra en función de diosa
terrestre. Finaliza con la destrucción de los hombres de barro, y la nueva
creación de los hombres de madera y de las mujeres de espadaña o tulle.
La abuela era el jefe
absoluto de la familia y las mujeres tenían un rol importante dentro de la sociedad, identificándose con el cultivo, la
cosecha y el arreo de provisiones al
hogar. Mantienen con su trabajo a los hombres. Dentro de esta edad la relación entre el grupo humano y
la tierra es el factor determinante
de la posesión de la misma, al referirse a "nuestra milpa", la abuela establece claramente su derecho de
propiedad, el cual es compartido por
sus nietos, que solo se ocupan del trabajo de la roza del monte.
d.- Cuarta edad.
Corresponde
al período histórico de los maya-quichés, comenzando con un cambio
radical en la división del trabajo y el status familiar. Durante las tres
fases de la historia cultural maya-quiché, que parten del horizonte
paleolítico, el hombre es básicamente cazador-pescador. Sus actividades
se relacionan con los animales, en tanto que las actividades tradicionales
de la mujer se relacionan con el mundo vegetal. Pero en la cuarta edad, esta
milenaria tradición y división del trabajo sufre un cambio radical. El hombre
cazador se convierte, por primera vez, en agricultor, ocurriendo un cambio gradual
en la valoración de las acciones de la vida humana. Nace así la civilización
maya- quiché. Con el comienzo de la civilización finaliza el largo período de
barbarie, según la concepción histográfica de los mayas.
c.1.- Mito
del origen del espacio político territorial
Los
párrafos anteriores corroboran la posición jurídica privilegiada del hombre, la
descendencia patrilineal y la residencia patrilocal, en contraste con las etapas
anteriores. Algunos datos mencionan las palabras “tribu" y
"cuatro hombres", así como la cualidad que tienen de dominar
los cuatro rumbos del universo. Además de brindarnos el mito de origen de
cuatro regentes que articulan el calendario, esos cuatro hombres del Popol-Vuh
se proyectan a cuatro jefes que integran una nueva entidad político-territorial,
la tribu (amak), presidida por un jefe o rey que personifica la deidad solar y
que esta auxiliado por cuatro dignatarios o jefes de barrios. El conjunto
representa a los cinco soles cósmicos. Es decir que el gobierno humano esta
calcado sobre el celeste.
Es
obvio que el ámbito territorial de la tribu es mayor que el de la aldea; su
división cuatripartita está distribuida en cuatro comarcas administradas por cuatro jefes.
Hunahpú ocupa el lugar central en el cielo, como el gran jefe de la tribu; su
representante en la tierra es equivalente de Halach-Winick de los mayas o del
gobernador de los chortis[13].
Ese
cambio en las formas territoriales es factor que cambia las estructuras sociales.
Opera una desintegración familiar, situación que se normaliza con la ampliación
del agregado social dentro de una unidad mayor que abarca los descendientes
por Iínea paterna y materna. La tribu es una entidad autónoma basada en la
exogamia del clan y la endogamia de la tribu, que forma la unidad política,
social y religiosa como máxima concepción indígena del Estado. El clan
conserva, sin embargo, su carácter autónomo y de organismo de ayuda mutua. La
tribu es en realidad una estructura de clases.
c.2.- Teorías
sobre el origen de los K´ichés
Para
comprender la historia cultural de los quichés y establecer la diferencia de su
cultura con la maya, conviene sintetizar su historia.
Debido
al fuerte incremento demográfico que ocurre en el área maya durante el clásico
temprano como consecuencia de la agricultura intensiva que se desarrolla en
esa época, aparte de la población emigra hacia el Nor-oeste y funda
colonias mayas en Teotihuacán y en otros sitios de la meseta central de México.
En las tierras semiáridas del Altiplano Central, recurren a la agricultura de regadío
para mantener las relaciones entre la vida ceremonial y las labores de cultivo en la forma prescrita
por el calendario y los mitos para así poder asegurar
su subsistencia.
Teotihuacán
se derrumba hacia el 600 de nuestra era en parte por la sublevación de sus
tributarios chichimecas, que al fin son derrotados y huyen en masa hacia
el sur. Después del colapso de Teotihuacán, los toltecas fundan otra capital
en un lugar estratégico: Tula. Tras un aprendizaje del manejo de las armas con
sus enemigos, comienza la etapa que los arqueólogos llaman militarista. Hacia el 900 de
nuestra era, Tula es evacuada por los toltecas, debido a la presión azteca, tendiente a introducir los sacrificios
humanos entre ellos. Surgen discrepancias internas por esta causa, y finalmente
su soberano, Quetzalcoátl o Kukulcán, ordena la desocupación del reino y el éxodo
hacia el sur, la patria de sus
lejanos antepasados. Los toltecas abandonan Tula y llegan al territorio actual de Guatemala identificándose
con el grupo Quixhé (quiché, cakchiquel,
tzutuhil), de habla maya.
El
crecimiento súbito, extraordinario de la población del Altiplano, corresponde a las oleadas
quichés, cakchiqueles, tzutuhiles, que invaden Los Altos al regresar de
Tula, pero de ninguna manera a una migración maya después del colapso de
su cultura clásica[14].
Los
Altos o tierras altas no ofrecían las condiciones requeridas para alcanzar metas fijadas
por Ios mitos y el calendario. Debido a la altitud, el clima, la relativa pobreza
de las tierras, solo para lograrse allí una cosecha de maíz al año y a cierta altura:
sencillamente ya no era posible el cultivo de la yuca y otras plantas de tierras bajas.
La
baja densidad de población de Los Altos antes de la invasión quiché resalta, además en los
escasos restos arqueológicos de la época pretolteca. Por su emplazamiento
privilegiado, la zona de Kaminal Juyú, que no está propiamente en Los Altos,
ha sido ocupada continuamente, durante muchos siglos. Su desarrollo artístico,
puede seguirse desde el horizonte arcaico hasta el clásico. En cambio
Ios restos arqueológicos diseminados en el Altiplano corresponden a una cultura
preclásica, con cierta originalidad local. En general, Ios monolitos
pretoltecas dispersos en Los Altos son de aspecto primitivo, pero no ofrecen uniformidad
de estilo[15].
Como
señalámos, con la invasión quiché cambia totalmente la situación demográfica
en el Altiplano de Guatemala. El incremento extraordinario y repentino de
la población, ha llamado la atención de Ios arqueólogos. Shook, hace notar el crecimiento súbito en el
Clásico tardío. El mismo, se encuentra registrado en el Popol Vuh, que relata
incontables sitios donde se establecieron Ios toltecas-quichés,
y a Ios cuales dieron nombres.
Los
quichés logran una adaptación adecuada al clima de las tierras altas, donde
encontraron condiciones ecológicas semejantes a las del Altiplano Central de
México, a las cuales estaban acostumbrados. Habían desarrollado, además nuevas
técnicas agrícolas, como regadío y cultivo de terrazas. Tampoco su economía
dependía exclusivamente de la agricultura, como la de Ios mayas. Se
complementaba con la artesanía, el comercio en gran escala y la tributación,
rasgos netamente toltecas que se originaron y desarrollaron en la Meseta
Central de México[16].
Lo
anterior afirma la teoría del éxodo quiché de Tula a Guatemala, Pocos movimientos
migratorios, dentro del continente, están tan bien documentados como la migración
quiché desde el centro de México a Guatemala[17].
En
el Memorial de Totonicapán se muestra que después de haber pasado por el Chicpac
llegaron a otro paraje que nombraron Chi-Quiché; allí tardaron algún tiempo y
habiéndolo abandonado llegaron al fin a un cerro que llamaron Hacavix-Chipal.
Allí fue donde Balam-Quitze, Balam-Acap, Muhucutah e Iqui-Balam deterrninaron
hacer morada.
Al
oeste del río Chixoy a 1,800 metros de altura en la Sierra de Ios Cuchumatanes,
existe el sitio arqueológico de Chipal, que fue la primera capital de Ios
quichés y corresponde al antiguo Hacavitz-Chipal[18].
La segunda capital de Ios quichés fue Chi-Izmachí, y la tercera y
definitiva Gumarcaah[19].
La pregunta sobre el
origen y desarrollo de las sociedades quichés muestra una gran diversidad de teorías, quedando
pendiente precisarlas con mayor profundidad en futuras investigaciones. Es así
como Stoll (1,995:66), muestra que la afiliación lingüística más estrecha de Ios quichés proviene de algun punto situado al "oriente" y que ellos
tenían vínculos con los mayas de Yucatán y los Nahuas de México. Michael Coe postula la existencia de rasgos
militaristas y mexicanos de los quichés que tienen sus orígenes en los
Toltecas. Respecto a los sitios arqueológicos
nos dice Schmidt: “ “Los sitios de Utatlán revelan rasgos arquitectónicos
mexicanos (Schmidt, pág. 10), mientras que Burheyi defiende la idea que
esos rasgos mexicanos probablemente llegaron al
área antes que los quichés, pero otros bien pudieron ser traídos por ellos. Miller compara brevemente la cultura quiché con otras culturas
guatemaltecas de tierras altas y
encontró que los nombres quichés
para los meses y deidades no correspondían entre sí. En cambio comparten varios
rasgos con los nombres presentes en los calendarios del centro de México[20].
c.3.-
Dinámicas de expansión del Reino K´iché
Analizar
las dinámicas expansivas de la cultura maya-quiché y ulbicarlas dentro del contexto
sociopolítico e histórico y sobre todo a partir del establecimiento de los primeros asentamientos en la región
del Altiplano, resulta pensar en movimiento partiendo de las diversas
discontinuidades y transformaciones que provocaran su expansión territorial en ese contexto. Los datos de las fuentes coinciden
con las tradiciones mames-pokomames, que
se consideraban los primeros habitantes del país, hasta su desplazamiento
hacia la Costa del Pacífico por los quichés. Juarros (1,945:88), da cuenta que
los mames ocupaban "grandes extensiones de tierra", que los quichés
consideraban excesivas. En contraste,
con la escasa población autóctona diseminada en grandes extensiones de tierras resalta la "cortedad de sus
tierras (de los quichés) para tan
grande multitud. Sujetándolos (a los mames) a su obediencia, los estrecharían a un corto territorio y se
aprovecharían los quichés de lo restante".
Derrotados por los ejércitos quichés, los
mames "se retiraron a las montañas de la sierra septentrional, en donde
ahora estan poblados". Fuentes y Guzmán (1,945:45),
relata de las guerras quichés contra los mames "sin otro pretexto de justa
guerra, de quererlos dominar y usurparles sus tierras y su Estado a fin de
engrandecer el suyo"[21].
Zapotitlán era el granadero de los quichés. De estas costas se surtían los
antiguos quichés de cacao, frutos, pescado, sal, carnes, madera, plantas
medicinales y productos agrícolas. Tenían grandes plantaciones de cacao
y de algodón en la costa[22],
Los comerciantes quichés estaban organizados en corporaciones similares
a la de los pochtecas mexicanos. Desde la época prehispánica, los quichés ejercerán un
comercio regular hacia países lejanos, como lo revela la gran difusión
geográfica de su cerámica.
La
toponimia histórica pone de manifiesto que los mames fueron desplazados por los
quichés de zonas y poblaciones como las de Kulaja-Quetzaltenango y Atzoya-Totonicapán.
Una tradición de los rabinales (quichés) recuerda que los mames ocupaban Kakyu
y los pokomames Chua Tinamit, Tukulcán, Chuxaró, Pasós y
Guarizkrakmulá, de donde fueron desalojados por los quichés, pasando a
poblar después los sitios de Chinautla, San Antonio, Las Flores, San Raymundo y
Tactic.
Es evidente
que una de las fuentes etnográficas más importantes de las sociedades quichés
es el Título de los Coyoy, el cual fue redactado en el siglo XVI como
parte de un alegato de tierras de la familia de este apellido. En este
memorial se da una descripción detallada de la organización política
de los quichés que residen en el área de Quetzaltenango. Este fue el segundo
centro quiché de mayor importancia después de Utatlán. El documento de los Coyoy describe cómo y por
quiénes se conquistó el área, quienes
enviaron allí a los dirigentes quichés para colonizarlos y protegerlos y su relación con el linaje del área y la localización
de sus centros políticos, religiosos
de calicantos. Finalmente contiene una lista extensa de las características topográficas de toda la región.
Además, el documento da una descripción
del uso de los centros de población del postclásico tardío para habitación, bailes y otras ceremonias, penas legales,
observaciones astronómicas y defensa.
Los dibujos incluidos en el documento, aunque hechos bajo la influencia cristiana, proporcionan indicios de la
arquitectura prehispánica, tales como
construcciones de los techos.
d.4.-
Asentamientos de los K´ichés en el Valle de Quetzaltenango
III.3.2.- Caracteristicas generales
de los asentamientos K´ichés
No
se conoce una teoría oficial sobre las características del tipo de asentamiento
de la época prehispánica en la ciudad, según Gall (1,960:56), fue un asentamiento
disperso de agricultores. "Debemos imaginarnos al Quetzaltenango
indígena como un poblado disperso. Sobre suelo ubérrimo, los indios vivían
en forma bastante esparcida". Describe que los poblados prehispánicos
de las tierras altas eran lugares dispersos, con excepción de lo que los españoles
llamaron "ciudades", que eran lugares donde se mezclaba el culto y la administración
pública. El mismo autor, respecto de dichos poblados describe,"(……) los
pueblos y aún las grandes ciudades no tenían por lo general calles tiradas a
cordel, componiéndose en su mayor parte de casas y chozas dispersas en un
considerable espacio de terreno, con cuestas, ciénagas y barrancos entre unas
y otras".
Sin
embargo, Carmack (1,970:45) reflexiona
que al momento de la conquista los asentamientos
prehispánicos eran de patrón disperso pero con un núcleo urbano
compacto, una ciudadela tipo ceremonial. Al referirse a Quetzaltenango afirma,
"(…..) el concepto de ciudad nucleada, donde se desarrollaba la vida política,
comercial y religiosa, sea conocido por los indígenas de Guatemala antes de la
llegada de los españoles. Las ciudades más grandes, como Quetzaltenango,
Utatlán, Atitlán e Iximché, aparentemente tenían poblaciones que oscilaban
entre 10,000 y 20,000 personas, Tampoco carecían de comodidades (…….)".
Hernández
(1,990:45), clasifica a los distintos tipos de asentamientos prehispánicos
que
habitaban la región del Altiplano guatemalteco, considerando que la antigua
Xelajuj corresponde a un centro ceremonial de carácter regional, con influencia
sobre las aldeas y caseríos que estuviera dentro de su región. Su jerarquía
fue la de un centro de culto y comercio; en ellos vivían los jefes de los principales
linajes de la región, situados en lugares prominentes o en lugares con accesos difíciles.
|
Fuente: Elaboración propia
sobre la base de Hernández R.
Según
Hernández no se tiene conocimiento de investigaciones suficientes sobre el urbanismo prehispánico en
el Altiplano de Guatemala. El relieve del territorio
fue uno de los principales factores físicos que condicionaron los patrones de asentamiento y la tipología de los
trazados urbanos (ciudades de tipo geomórfico y crecimiento orgánico), además
de la influencia teotihuacana que provenía del norte. Los diversos tipos de
trazado urbano que se realizaron en
la época prehispánica fueron vaciando según las necesidades político, económicas
y poblaciones de los mismos; pero a la venida de los españoles, los caseríos y
las aldeas presentaban una distribución totalmente irregular. En la parte central se localizaba una pequeña plaza
que constituía el centro funcional
del poblado agricola; estos asentamientos eran denominados "Amak" que
significa "araña o patas de araña",
Los
centros ceremoniales (tal era el caso de Xelajuj) y las capitales de los diferentes
Estados estaban formadas por grupos de estructuras arquitectónicas más duraderas
y muy próximas entre ellas, eran asentamientos compactos. Estos concentraban
múltiples funciones: residencia de las élites gobernantes, intercambios económicos
(mercado), administración, justicia y socialización. El mismo autor indica,
que estas estructuras se localizaban sin ninguna relación ni conexión
entre sí, no seguían la continuidad de los ejes, la correspondencia entre edificios
ni su orientación. La población en general, vivía en parcelas amplías y
abiertas en donde desarrollaba su vivienda y su actividad económica. No tenían
formas específicas y repartían en forma equitativa[23].
III.3.3.- Asentamientos K´icheés
en el Valle
de Quetzaltenango,
En
el área del departamento de Quetzaltenango, según Barrientos (1,970:36), se
han localizado 42 sitios arqueológicos, concretamente en el municipio de Quetzaltenango,
3 de ellos, el más importante es el sitio "Xelahu", correspondiente
al período post-clásico. En este yacimiento se han localizado alfarería en
cortes, artefactos de piedra y esculturas pequeñas. El sitio "Aabia" (1 km al sur
del sitio "Xelahu") corresponde al período clásico, se compone de una
plataforma baja y rectangular, habiéndose encontrado en este, artefactos de
piedra, piedra esculpida y un altar moderno de los Quichés con esculturas de piedra, piedra esculpida.
Finalmente el sitio "Rio Seco” corresponde al período preclásico a 2.5 metros de altura. Otros sitios cercanos a
ellos son: Almolonga (postclásico),
Urbina (Clásico), Olintepeque (Clásico), Salcajá (Preclásico-clásico). Gall (1,9965:66)) con base a los estudios realizados por Schock
(1,950), afirma que la ubicación
de la antigua población se hallaba donde se encuentra
la actual Iglesia de la Transfiguración.
Suasnavar
(1,960:25), muestra que la actual ciudad de Quetzaltenango fue fundada
por el caudillo Chicom-TecatI, quién en el éxodo que sufrieron los antiguos
nahoas, que habiendo bajado de los Cuchumatanes, habían fundado una bella
ciudad que fue un gran centro de sabidurìa y que liamo Nahoti-lan (nahualá).
Sin embargo, por las inclemencias de la naturaleza tuvieron que marcharse
hacia las regiones de lo que hoy en dia son son estados mexicanos de Tabasco y
Veracruz, y en ese peregrinaje, el mencionado jefe, se separó del resto y fundó
la población, habiéndole dado el nombre de "Mactatiquetzal[24] .
Posteriormente, los Quichés conquistaron las tierras sobre la que
se asienta la ciudad, guiados por Kikab Tamub[25].
Esta conquista fue llevada a cabo en varios años, y principalmente se realizó
en
Nima Kikab (Kikab El Grande), denominando a la región de los Altos, Palajuno[26]j,
posteriormente denominando a la ciudad "Xelahuj"[27],
siendo su conquistador "Galel"[28]
Ixhcuin Nejaib.
En
el título real de don Francisco Iz Quin Nehaib, fechado en 1,558, se menciona la
ciudadela del señorío mam de Kukahá asentada en la altiplanicie, en el mismo
sitio del actual Quetzaltenango., Esta fue ocupada por las avanzadas de
los señores de Gumarcaj hacia 1,300, convirtiéndola en bastión de defensa
de las fronteras en expansión de su reinado, dándole el nombre de "Xelahuh*
y "Xelahuh Queh[29].
El
dominio Quiché incluyó el control del territorio y su producción agrícola, además de la
estratégica ruta comercial que, atravesando la altiplanicie, comunicaba
la rica zona costera, por la vertiente del río Samalá. La actual cabecera
departamental es mencionada en la relación de guerras comunes entre Quichés
y Cakchiqueles de 1,524 con su nombre del período indígena de la época del rey
Quab, que figura como Xelahuh. El texto agrega que el pueblo, quemado
antiguamente por Ah Chiyú, Ah Chi Caquix, Aalic y Tabahal, fue conquistado
por los Tzotziles y Tucuhés. En el título de la casa de Ixquín Nehaib,
señora del territorio de Otzoyá, presentado en calidad de prueba ante el antiguo
juzgado privativo de tierras, promediando el siglo XVIII, es mencionado
como poblado Mam Chi Lahum Quiej. Otro nombre del pueblo del citado titulo
es Nima Amac (pueblo grande).
La
agricultura constituía la ocupación habitual, aunque algunos se dedicaban al comercio y a
las minas (Gall: 1,966:45)). Las tierras eran de los señores y nobles, mientras
que los maceguales o plebeyos eran considerados siervos de sus señores. La
familia, el chinamit, formaba la base de la jerarquía que correspondía al
"calpuli" mexicano, interesándose así los cabezas del calpul o jefes de
familia, dueños de la propiedad colectiva. Del colectivismo agrario, se formó el sistema de
castas de cada tribu, creándose una especie de nobleza bajo el
"ajau" o señor que destacaba sobre los demás y que con el tiempo adquirió
funciones administrativas.
En
su Carta-Relación a Hernán Cortés, fechada en la capital Quiché, el 11 de Abril
de 1,524, Pedro de Alvarado se refiere a Quetzaltenango, pues se ha establecido
que pasó por la cuesta conocida actualmente como de Santa María, el viernes 12
de Febrero de 1,524, cuando sostuvo la batalla con los Quichés. Su relación
es escueta y contiene la única referencia a la muerte del caudillo quiché, con
la siguiente frase: "(….) en esta murió uno de los cuatro señores de
la ciudad de Utatlán que venía por capitán general de toda la tierra”. Hasta años
más tarde surgió en un documento
indígena, el título de la casa de Ixquin
Nehaib, el nombre del caudillo Tecun Umán, lo que también fue recogido por
cronistas españoles, entre ellos: Fuentes y Guzmán, en la última década del
siglo XVIII.
La
población Quiché de lo que hoy es Quetzaltenango, ofreció resistencia a la llegada de
los españoles, tal como consta en los relatos de las batallas (Gall: 1,966: 56)):
Llanos del Pinal y
Llanos de Urbina, el 12 y el 18 de Febrero de 1,524, respectivamente. Barrios (1,965:34) señala que cinco años después, el ejército Quiché presentó otra batalla en las faldas
del volcán Cerro Quemado, conocida como
la "Batalla del Volcán", en la cual fueron derrotados definitivamente.
Stephens (1,960:20),
describe que la antigua Xelahuh, era la ciudad más grande después de Utatlán. La palabra "Xelahuh"
significa "bajo el gobierno de diez", es decir, que gobernaban diez
caciques principales, teniendo autoridad cada uno de ellos sobre ocho mil viviendas, en total ochenta mil, las que
contenía.
Según
Fuentes y Guzmán, trescientos mil habitantes quienes al ser derrotado
Tecun Umán por Alvarado, optaron por abandonar la ciudad, huyendo a sus
antiguas fortalezas: el volcán Excansel y Cekxak. Otra montaña vecina, por lo que
los españoles entraron a la ciudad desierta[30].
En
síntesis, los cambios e impactos producidos sobre el paisaje natural en el que
habitaron los grupos del altiplano fueron producto de la manera en que estos
ordenaban su territorio; orden que se basaba principalmente en su cosmovisión,
sistemas políticos, sociales y económicos.
Mesoamérica
durante el período del postclásico atravesó una etapa de crisis e inestabilidad
por la búsqueda a cargo de los distintos grupos, de nuevas tierras para la
explotación de los recursos, el dominio de nuevas tierras y el tributo de nuevos
grupos sometidos.
Los
escasos estudios arqueológicos realizados en la región central y norte del Altiplano no
permiten conocer a fondo la organización y estructura de los asentamientos
de la región, e incluso, da lugar a pensar que la región del Altiplano era poca
importante y de escasos asentamientos humanos antes del Postclásico, lo cual no
es necesariamente cierto.
El valle de
Quetzaltenango esta ubicado entre dos sistemas geológicos importantes de la región mesoamericana: la Cadena
Volcánica del Pacífico y la Sierra
Madre. La ubicación de asentamientos humanos en el valle, muy probablemente se debió a la presencia de por lo
menos dos corredores naturales que
conectaban el Altiplano con los recursos de la Costa Sur y la cosmovisión de los pueblos mesoamericanos,
ya que estos generalmente se ubican
cerca de montañas, cerros o volcanes, al considerarlos sitios sagrados.
En el caso de la
sociedad Mam existen pocos datos en cuanto a su sistema de ordenamiento territorial. Partiendo de la
comparación con los demás grupos étnicos se pueden mostrar sintéticamente los sistemas
de organización y división social, aunque de manera muy general. En ese
sentido, podemos dar cuenta que tuvieron una presencia muy fuerte en el valle de Quetzaltenango, sus alrededores e incluso en
Totonicapán, pero con la expansión
del Reino K´iché, fueron obligados a reducir su territorio a la región norte
del Occidente de Guatemala. Aquellos que permanecieron en sus tierras fueron sometidos por los K´ichés; sin embargo
ocurrió cierto nivel de aculturación,
principalmente en cuanto a las técnicas utilizadas en la cerámica.
Durante
el período postclásico, disminuye el número de asentamientos y la cantidad de
población en la mayor parte de Mesoamérica. Sin embargo, esta dinámica no se aplica para los K´ichés
y sus asentamientos, debido a su sistema de
expansión y conquista, puesto que la invasión del Altiplano altera totalmente la situación demográfica y cultural de
la región.
IV.-
DINÁMICAS TERRITORIALES DE QUETZALTENANGO DURANTE EL PERIODO COLONIAL
IV.1.- Período de invasión y conquista
Antes
de la colonización española, la sociedad pre colonial existente en el Altiplano
se caracterizaba por ser organizada, avanzada y compleja. Poseía un sistema de
producción avanzado, una sociedad urbanamente desarrollada. Su
sistema politico permitió el ordenamiento del territorio con características
militares. Esta sociedad se encontraba en una etapa de cambios sociales y
políticos, debido al debilitamiento de su estructura patriarcal y a la conformación
de un Estado tribal (Ciudad-Estado). Esta transición, como cualquier cambio
socio-politico, enmarcaba "luchas, rupturas, desajustes y desigualdades
(Guzmán y Herbert: 1,995:69). Dichas dinámicas no eran más que expresiones
de evolución y no decadencia o de
atraso.
A
la llegada de los españoles a la segunda ciudad en tamaño después de Utatlán,
esta contaba con 10 caciques y cada uno con 8,000 viviendas que
albergaban alrededor de 300,000 habitantes. Encontraron resistencia feroz. El
ejército español, comandado por Pedro de Alvarado, proveniente de México, cruzo
el río Samalá, para luego tomar la cuesta de Santa María, descansando y pasando la noche en las planicies del escalón del valle de Santa María.
Después se dirigieron a las cercanías
del Volcán Santa María, para llegar a las "Barrancas", que constituyen los actuales territorios del Valle de
Palajunoj (Las Majadas y Chuicavioc), así como las planicies del valle del Pinal. Lugar donde se sostuvo la primera batalla
de residencia del ejército Quiché contra los españoles. En la "Relación a Cortés", Alvarado relata
que el comandante español dejó a las
tropas en las mencionadas planicies mientras se internaba en el territorio, llegando a apostarse en unas fuentes
de agua, que estarían situadas en la
zona de la Ciénaga[31],
en donde aún se encuentran pequeños
nacimientos de agua, en la actual Quetzaltenango. Esta exploración y llegada a las fuentes tomó lugar
una noche del viernes 12 de Febrero
de 1,524, noche en la cual fueron atacados por los Quichés. Al día siguiente, Alvarado y su ejército se
dirigieron a la población donde estuvo
recorriendo el lugar con más o menos plena libertad ya que muchos habitantes Quichés habían huido a sus
antiguas fortalezas que eran el volcán
Excansel y Cekxak, y otras montañas cercanas.
Después
de la derrota final de los Quichés el 18 de Febrero del mismo año en los Llanos
de Urbina, los habitantes huyeron a las montañas y hacia las tierras del actual
municipio de Totonicapán. Diversos manuscritos de castellanos relatan que los caciques
aceptaron y adoptaron el cristianismo, y que coadyuvaron para que una gran
multitud de Quichés hicieran lo mismo. La "aceptación" de la fé
cristiana católica por parte de los Quichés de Xelahuh, hizo que durante la
Colonia hubieran características sociopolíticas, culturales y urbanas tan
diversas y complejas.
Luego
de la conquista española en Quetzaltenango, Pedro de Alvarado y sus tropas siguieron
su camino hacia Salcajá, donde se estableció un campamento militar estratégico
para mantener el control sobre la región Quiché. Algunos estudiosos sugieren
que debido a la importancia de Salcajá como "ciudad-campamento", la
ciudad de Quetzaltenango fue fundada en ese lugar el 15 de Mayo de 1524, para
luego ser trasladada a la antigua Xelahuh cuatro años más tarde. Otros historiadores
apuntan que Pedro de Alvarado fue
fundador de la ciudad colonial de Quetzaltenango, sin embargo, no existen
evidencias arqueológicas, etnográficas e históricas que documenten tal
aseveración. Otros estudios sugieren que
la ciudad colonial fue fundada por religiosos franciscanos el 15 de Mayo de
1529; y por la denominación que se le otorgó se le nombró la ciudad- del pueblo del Espíritu Santo.
Dicha denominación se debe en cierta forma a que la antigua ciudad Quiché
fue conquistada en vísperas de la fiesta de Pentecostés o la venida del
Espíritu Santo.
Gall
sostiene que no puede precisarse la fecha de fundación de la ciudad de
Quetzaltenango, existiendo como poblado indígena antes de la llegada de los
españoles. Se puede considerar que se ha confundido el término fundación con el
de asentamiento español, siendo ambas terminologías totalmente diferentes[32].
IV.2.- Orígenes,
desplazamientos y rupturas del
modelo de ordenamiento
territorial colonial en Quetzaltenango
Durante
los años posteriores a la conquista, la tierra, la economía y la sociedad
estuvieron ligados y constituyeron factores decisivos en la distribución del territorio.
El territorio Quiché se convirtió en la fuente de riqueza y poder para los
españoles colonizadores recién llegados quienes impusieron la mano de obra
esclava o semi-esclava.
Para
la distribución de la tierra, la corona española suscribió leyes y reglamentos
sobre el territorio que imponiendo el urbanismo y la ordenación del territorio
con carácter colonial. Para ese entonces, la tierra se distribuía por justo título
de guerra, por concesión papal, por merced o concesión real, formas de adquisición
de la propiedad que dieron paso a Las
Leyes de Indias. Dichas leyes fueron una respuesta de la corona para mantener
el control de las tierras conquistadas. Las mismas integran diversas
modalidades de tenencia de la tierra y de los recursos del territorio y por
ende desestructuran el modelo de ordenamiento territorial prehispánico,
Durante
el período colonial existieron y se pusieron en práctica diferentes modalidades
de acceso a la tierra. Dentro de esta, la merced real, fue usada durante los
primeros momentos de la conquista.
El
rey o jefes de expediciones militares otorgaban tierras (hasta donde alcanzara
su vista) a sus acompañantes o colaboradores. Otra modalidad de acceso a la
tierra por parte de españoles fue la encomienda.
La
encomienda es un elemento importante en la ordenación del territorio y en el control
urbano. Esta figura constituía en el reparto de la población indígena sojuzgada
con fines de explotación de la mano de obra, que a la vez constituía un sistema
de control a través de la tutela. Por consiguiente el ordenamiento territorial
de la colonia se sustentó a partir de los principios medievales del feudalismo.
En el caso de la región del Altiplano, bastas tierras son dadas en encomienda.
Mas
tarde, a partir de 1,591, comienza a hacerse uso del mecanismo de denuncia-medida-
adjudicación, procedimiento de composición de tierras a la corona[33].
Los
pueblos de indios constituyeron un elemento importante en la ordenación del
territorio. Esta modalidad es la base de la concentración urbana del territorio y
de donde surgen los pueblos actuales del Altiplano. Los pueblos de indios se encontraban asentados en
las zonas rurales de los pueblos de españoles
o pueblos urbanos. Es importante mencionar que la población de los pueblos de indios trabajan, de manera esclava o
semi-esclava y en el caso de Quetzaltenango,
lo hacían en forma agrupada. La mano de obra indígena fue organizada según el calpul[34] .
Los pueblos de indios tributaban para el mantenimiento de la corona y la burocracia española, consiguiendo
ampliar su territorio y el gobierno
de las vidas de los sujetos indígenas.
Durante
la colonia también se instituye el ejido, consistente en una extensión de tierra,
una legua cuadrada partiendo de la plaza central, al servicio del pueblo, y
por ende para su sostenimiento. La propiedad privada se encontraba alrededor de
los pueblos de indios.
Como se mencionó la
encomienda era una medida de acceso a la tierra, constituyendo el primer
proyecto colonial de ordenación del territorio. Es importante mencionar que en el Altiplano, los indígenas se negaban a abandonar su sistema social, político, religioso y
cultural, por lo que desplegaban
estrategias para mantener un sistema oculto y paralelo, frenando en cierto modo la migración española a la región.
En
los primeros años de dominación española, la encomienda estuvo dirigida por la orden
franciscana, quienes tuvieron a su cargo los actuales departamentos de
Retalhuleu, Sololá, Totonicapán, Suchitepéquez, El Quiché y Quetzaltenango.
El interés de los religiosos en la evangelización de los indígenas, hizo que
la encomienda en Quetzaltenango resultara un sistema de "subsistencia, aculturación,
tolerancia mezcla e integración de culturas"[35].
Esta argumentación nos coloca en una reflexión sumamente interesante los
denominados “pueblos indígenas” se constituyen como poblaciones a administrar,
dentro de una matriz del modo de producción colonial de principios de la
Modernidad y como tales se mantienen después de los procesos de independencia
nacional en la economía liberal y, actualmente, en la neoliberal. A ello
debemos sumarle la administración de almas, por medio de la cristianización;
estableciendo la seguridad y con ello evitar las contra conductas”. (Foucault,
1,992:192)
La
década de 1,542 a 1,552 representa no sólo el surgimiento de los pueblos de indios, sino también el establecimiento
de los corregimientos. Estos tenían como
finalidad agrupar a pueblos de indios en determinadas zonas geográficas, y en cierto modo constituyó una forma
de establecer Imites geopolíticos. El pueblo del Espíritu Santo se conformò
como la cabecera del corregimiento de Quetzaltenango. Para ese entonces, el pueblo
comienza a albergar a unos 40 inmigrantes españoles. La religión va a
constituir un factor de integración
cultural. Un ejemplo de ello, va a ser la fundación de la Cofradía de la Virgen
del Rosario, el 14 de Febrero de 1,547, donde participaron vecinos de ambos grupos. En esta época también se establece
una milicia cuya función es
resguardara la ciudad. En 1,567, se establece un cabildo indígena integrado por "un alcalde, cuatro regidores y el
gobernador indígena". Los primeros integrantes eran descendientes de los linajes
gobernantes prehispánicos, considerados como nobles dentro de la jerarquía
social Quiché. Podemos señalar que esta élite
fue respetada y privilegiada por los españoles. Para entenderlo de otra manera,
diremos que es una forma en la que los
españoles “regulan los conflictos y potencian nuevas alianzas económicas con
los indígenas de esta época (que) está por tanto totalmente regida por la lucha
y por la transacción, es una prueba de fuerza que demuestra que algunas élites
indígenas de Quetzaltenango han
acumulado capitales durante más de cinco siglos. Pero, ¿ cómo se explica la
posición asumida por los españoles en aquel momento histórico?, ¿ por qué los
españoles decidieron apoyar a ciertas élites indígenas, ¿ cuáles eran los
intereses en juego?. Es evidente que durante la época colonial la estructructura
barroca funda y establece esas maneras económicas y políticas, que hoy siguen
teniendo vigencia en ciertas élites indígenas de la ciudad que controlan
imágenes como el Niño del Santísimo, el Señor Sepultado de Catedral, Jesús de
la Paciencia, Virgen de Guadalupe, entre otras; manejando grandes capitales para la
organización de la fiesta por un lado, y por otro, podemos observar cómo la
estructura del “centro” de los denominados pueblos indios se construye física y
simbólicamente: en la reducción arquitectónica de forma cuadrangular donde se
instalan la Iglesia o Parroquia, se erige el Santo Patrón (Virgen del Rosario),
quien a su vez otorga el nombre al pueblo; en el parque o plaza central, se
instalan la municipalidad o cabildo y la gobernación, tal y cómo se puede
demostrar con el territorio de Quetzaltenango durante la época colonial.
En
1,565, el pueblo se reconstituye como provincia franciscana bajo el nombre de Jesús de
Guatemala, correspondiente a la actual diócesis de Quetzaltenango.
Durante la época existen dos conventos-doctrinarios en la región:
el Espíritu Santo en Quetzaltenango y San Miguel Totonicapán. En términos nuestros, el control de los
pueblos fundados por los conquistadores en territorios habitados por los
pueblos invadidos. De ahí que habría que preguntarnos: ¿ Cómo fue posible esta
lógica, qué dispositivos estuvieron en juego entramando de un modo singular lo
religioso con lo político.? Quizá porque la sociedad colonial se fundaba en el
control de las comunidades, con sus tierras, iglesias y patronos, pasando por
el adoctrinamiento y el control de fiscales y demás oficiales de la iglesia,
por los testamentos y empadronamientos, hasta la apropiación de cuerpos y
control de almas, sin olvidar la relación tributaria y del “repartimiento”, las
“raciones y servicios” a los curas, todo lo que constituía los momentos
solemnes o cotidianos de su vida y sus relaciones, todo lo cual convierte los procesos de colonización cómo el
momento crucial que posibilita la puesta en marcha del estatuto biopolítico
para Quetzaltenango y Totonicapán, en primer lugar porque la colonización
supone la organización del modo de producción ligado a la corona, para lo cual
se tuvo que desarrollar una tecnología de gobierno, de almas y de cuerpos que para lograrlo fue
necesario la creación de los “pueblos indígenas”, fundamentales para la
reducción de las sublevaciones, para la administración de la catequesis de las
almas y, en sobre todo, para la recolección de impuestos. . En la sociedad
colonial la reducción de pueblos supuso la estructuración a partir de la
estructura religiosa, lo cual denota que, en las poblaciones indígenas, lo
religioso constituye un dispositivo de poder. En fin, es significativo darnos
cuenta cómo la Corona España tuvo la necesidad de ejercer mayor control
tanto político como tributario, y a partir de 1,572, Quetzaltenango pasa a ser de nuevo pueblo de
encomienda de la real Corona
Española. Dicho esto, diremos que las
condiciones que posibilitaron las técnicas de gobierno y la emergencia de
dispositivos de gobierno, tanto en la colonización como en la época liberal y
en la actualidad con el neoliberalismo.
Hacia
1,589, el pueblo lo constituían aproximadamente mil vecinos, incluyendo indígenas y
españoles[36].
Luego, en 1,594, el pueblo ya comprendía un territorio amplio, "asentado en un llano, junto
a una ciénaga…. y donde los vecinos...y sus mujeres e hijos, andan bien
vestidos, limpios y aderezados", lo que en cierto modo refleja la aculturación de los indígenas a través de esta descripción
hecha por Juan Pineda[37],
por un lado, y por otro, expresa una visión de los espacios de poder de los
españoles inspirada en un esfuerzo articulador desde diferentes perspectivas
disciplinarias en que se muestra una vez más, con sólidas elaboraciones argumentativas, cómo se
constituyen tecnologías de gobierno que
atraviesan la vida de los sujetos mediante la administración y control de
cuerpos.
Por
otro lado, en 1,682, la población de la ciudad era de 1,045 habitantes
integrados por 992 indígenas, 53 españoles, mestizos y mulatos. En 1,763
había aumentado el número de españoles a 100 personas, que comprendía 20
familias.
Como
se ha documentado a partir de una serie de fuentes históricas, la ciudad se
encuentra en expansión, hacia 1,765 y con base al informe del
corregidor (Gregorio Lizarurzabal y Anzola), el corregimiento de
Quetzaltenango comprendía 40 leguas, incluyendo 21 pueblos que eran administrados
por religiosos franciscanos y mercedarios distribuidos en
curatos, guardianías y vicarías, contando con una milicia de infanterías
y caballería de 300 hombres, que se encontraba en el pueblo sede. Entre 1,768 y
1,770, Quetzaltenango integra la provincia que comprendía Totonicapán, Sololá
y Quetzaltenango. El pueblo, según el Arzobispo Cortèz y Laraz, en su visita
al curato, se refiere a la parroquia de Quetzaltenango en especial "ha
crecido y es hermoso, y en cuya forma urbana sobresalen sus calles
formadas y casas de teja, así como su sistema de acueductos y conjunto de fuentes y pilas.
Pueblo donde el comercio es abundante y en donde se encuentra lo
necesario para la provincia".
La
parroquia de Quetzaltenango en esta fecha cuenta con cinco pueblos anexos: San
Mateo a 2 leguas, Santa María de Jesús a 5 leguas, San Pedro Almolonga a 1
legua, Santa Catarina Zunil a 3 leguas y Asunción de Cantel a 3 leguas, con
los siguientes datos demográficos:
Pueblo del Espíritu
Santo:
Familias de indígenas
|
Familias de ladinos y españoles
|
Población total
|
980 con 2,589 personas
|
384 con 1,539
personas
|
1,364 familias
con 4,128
personas |
Puede notarse que
la población casi se duplicó en menos de un siglo[38] , un
crecimiento
bastante significativo para la época.
La población de los
pueblos anexos era la siguiente:
Pueblo
|
No. De familias
|
No. De personas
|
San Mateo
|
55
|
154
|
Santa María de Jesús
|
37
|
115
|
San Pedro Almolonga
|
302
|
775
|
Santa Catarina Zunil
|
536
|
1,806
|
Asunción de Cantel
|
165
|
505
|
Total
|
1,095
|
3,355 I
|
Cortéz
y Larraz
da cuenta de la abundancia de maíz,
trigo, ganado de lana y ganado mayor entre otros que se comercializaban entre
las poblaciones de esa época.
Hacia
1,777, se promulga la "secularización" o cambio de lo eclesiástico
por lo laico, resultando la orden jesuita expulsada en primera
instancia, seguida de la franciscana luego de haber sido establecido el
decreto de extinción en Guatemala. Las obras religiosas pasan a manos del clero
diocesano. A principios del siglo XIX, Domingo Juarroz, muestra que
la ciudad de Quetzaltenango, cuenta en su composición urbana con 2 barrios de
ladinos y 26 pueblos integrados en 4 curatos: "Quetzaltenango", de doctrina
franciscana, "Sacatepèquez", "Ostuncalco" y "Tuxtla",
con una población de 24,000 a 25,000 indigenas, 8,000 a 9,000 vecinos mulatos
y españoles, con tres idiomas (k`icheè, mam y castellano). Todo este territorio
era gobernado por un corregidor y una milicia de 767 plazas, con sede en
Quetzaltenango. La emigración de familias españolas hacia el occidente
tuvo como base de asentamiento el Pueblo del Espíritu Santo.
Juarros describe
al pueblo como centro de comercio, servicios e industria artesanal, como
principales actividades urbanas, en donde "los ladinos tienen grandes crías
de ovejas y carneros y hacen cuantiosas siembras de maíz y trigo. Existían
en la localidad obradores de todos los oficios, 30 fábricas de 190 oficiales
dedicados a muchos telares de ropa y algodón. La ama de servicios va
desde una estafeta de coreo, factoría de tabacos con un factor, un
contactor y 4 subalternos, administración de pólvora, salitre y
naipes, receptoría de alcabalas, subdelegación de tierra y diputación
consular. Cuenta con un Convento de la Orden de San Francisco con Guardián,
cura y 6 conventuales que administran los sacramentos tanto en el pueblo como en los 5
pueblos anexos. . La Iglesia Parroquial es capaz, rica y bien surtida, tiene un
Capilla de Nuestra Señora del Rosario, y fuera de la Matriz existen 6 iglesias filiales. Su
plaza es la más bien proveìda y de mayor comercio después de la de Guatemala:
regula su venta anual de 1,800 fanegas de trigo; 14,000 pesos de cacao; 50,000
panelas; 12,000 de azúcar; 30,000 de tejidos de lana; 5,000 de telas de algodón y víveres. A través de
esta descripción se denota como e! comercio, los servicios y la industria artesanal configuraban el tejido urbano de la
ciudad.
A
principios del siglo XIX, la población de la ciudad de Quetzaltenango alcanzaba
las siguientes cifras: 5,536 mulatos, 5,000 indigenas, 6,000 ladinos y 464
españoles, constituyendo un total de 17,000 habitantes. Por lo que en 30 años
(1770-1800), la ciudad tuvo una explosión demográfica impresionante, que resultaría
en un mayor crecimiento urbano de la ciudad y en mayores demandas de
equipamiento urbano.
Con relación al
aspecto urbano, durante los primeros años de la colonización se aplicaron aproximaciones al modelo ajedrezado o
cuadricular. Puede observarse en el patrón de la época calles que no son
completamente rectas ni paralelas y que además son estrechas. El suelo se distribuye en formas y tamaños diferentes
debido a la irregular topografía del
lugar.
En
1573, Felipe II dicta las Ordenanzas de Descubrimiento y Población en la que la
Corona
establece instrucciones y directrices precisas sobre la forma de ordenación de las ciudades, incluyendo el
trazado de las calles, plaza principal y ubicación de diferentes edificios[39]. El trazado en forma de parrilla requiere un
terreno plano, por lo que los españoles
tuvieron que adaptarlo en Quetzaltenango, debido a su topografía quebrada.
La
traza de los asentamientos coloniales fueron variados, desde las que no
buscaban el ángulo recto, a la malla mixta de manzanas cuadradas y rectangulares.
En el Códice de Mendieta Li se describe que en 1,589 los franciscanos, después
de seleccionar el lugar y pasado un año "procedían a echar luego el
cordel y trazar calles dejando
en el medio el sitio de la iglesia y delante de ella la plaza... Hecha la traza
del pueblo, por sus calles y solares... se
debía repartir por barrios". En Quetzaltenango y en el Altiplano, además existe una característica
significativa que va a influir en la
constitución de la ciudad, consistente en la integración de los pueblos de indios que dio lugar a un tejido urbano
particular enmarcado en cierta forma por la influencia de la cultura indígena.
Para
el caso de Quetzaltenango, el asentamiento de pueblo de indios tiene como
referencia el trazo de la plaza-atrio de forma cuadrada o rectangular, delineándose
posteriormente manzanas orientadas a los puntos cardinales. En el pueblo, la
plaza va a estar rodeada por las edificaciones más importantes y representativas
que en cierta forma son espectadoras e inspectoras de !as diferentes
actividades urbanas que se suscitan en la plaza. Asimismo, quedó
establecida una cruz central, posiblemente un vía crucis
central y capillas posas.
Según
Hernández (2002: 30), el elemento principal de los pueblos de indios es
el templo, el cual busca atraer la atención de los habitantes. En el caso de
Quetzaltenango, a la población indígena le fue impuesto un modelo urbano
delimitado con precisión. Estas parcelas urbanas contaban con habitaciones
aisladas alrededor del patio, teniendo el resto de la parcela un
uso agrícola, que debía estar un tanto alejado de las habitaciones. En
cierta forma este rnodelo se asemejaba a la composición urbana prehispánica.
Por lo que para el caso de Quetzaltenango hay una mezcla del sistema de trazado
urbano español con el sistema de emplazamiento de la parcela indígena.
Quetzaltenango, en el
florecimiento de la Colonia, contaba con el siguiente plan urbano: Al centro se encontraba la plaza atrio
(espacio de transición entre el interior de la iglesia y el espacio público exterior), al oriente de ésta la
iglesia y el espacio público
exterior, compuesto por la cruz atrial, las capillas posas situadas a los
vértices del atrio y a lo largo de la calle real hasta llegar al atrio de la
iglesia del Calvario. En el centro y
cerca de la plaza mayor, se encontraban calles rectas que formaban manzanas irregulares. En contraste con esto, en la
periferia se desarrollaron manzanas
irregulares con calles estrechas y callejones espontáneos (traza orgánica).
Algunos
historiadores dan cuenta que el primer
asentamiento español en el pueblo estuvo en el cantón San Nicolás, lugar que
era conocido antiguamente como la Cruz del Milagro y en donde se construyó la
primera iglesia. Sin embargo, esta hipótesis contrasta con los datos
que indican que un 19 de Mayo de 1,532 se inician los trabajos de construcción
de la Catedral de Quetzaltenango. Mas adelante, entre 1,540 y 1,565 se construyó el Convento del Espíritu
Santo, reedificándose en 1,582. La ciudad se empezó
a conformar por barrios que se caracterizaban por estar asentados en Ermitas, y que tenían entre sus funciones servir
de guardias de la ciudad.
Se conoce
que el segundo cantón que se fundó fue el de San Antonio de Padua, después el
de San Nicolás de Tolentino, que abarca la parte del pinal hasta la iglesia de la
Transfiguración del Señor. El tercero fue el de El Calvario, el cual fue
fundado por emigrantes vascos alrededor de 1,606 con albañiles venidos de
Oaxaca, México. Los barrios de la Transfiguración y San Bartolomé eran los Límites
de la ciudad hacia el
sur, el resto eran terrenos de milpa y de trigo. Hacia 1765, ya se contaban con
6 Ermitas además de la que albergaba la
iglesia Catedral, las cuales quedaron arruinadas por el terremoto de 1,765.
El
crecimiento demográfico, al igual que las crecientes actividades económicas urbanas, y la creciente demanda de
equipamiento, así como lógicas opresivas en términos tributarios entre otros
factores ayudaron a la creación y oficialización del Ayuntamiento de la ciudad por
medio de Real Cédula de 24 de Diciembre de 1,805.
Dicho
Ayuntamiento se fundó gracias a un cabildo pleno, erigiéndose el noble Ayuntamiento
de Quetzaltenango, el 3 de Enero de 1,806[40].
Podemos señalar que la creación del Ayuntamiento presenta el decaimiento de la
colonia en Quetzaltenango, y el comienzo de un período de lucha política
que buscaba la independencia.
El
Ayuntamiento como "poder local", jugaría un papel central no solo en
la conformación urbanística del pueblo, sino también en afianzar el
sentimiento de separación y descentralización. Entre 1,811 y 1,813, el Ayuntamiento
en el marco de las discusiones de las Cortes de Cádiz aboga por la
descentralización respecto a la ciudad de Guatemala[41].
La
importancia comercial y las características socio-culturales y urbanísticas de Quetzaltenango,
hicieron que se gestaran movimientos políticos que encauzaban el sentimiento de
separación y lucha por tal causa, logrando que se reconociera a la provincia de
Quetzaltenango, que incluía Totonicapán, Sololá, San Marcos, Quiché, Retalhuleu y
Suchitepéquez, por unos años como el Sexto Estado Centroamericano, El Estado de los Altos[42]. En
este horizonte de deconstrucción del Sexto Estado de los Altos, no se trata de
vanagloriarlo, sino se trata de mostrar que su fundación es un hecho histórico
a partir del cual se construye un orden social e histórico como cualquier
Estado de Occidente: el capitalismo. Es en dicho orden donde se identifica la
soberanía como la defensa de una forma de propiedad: la privada, lo cual pone
entredicho dicha lucha política en el siglo XIX en Quetzaltenango.
IV.3.- Configuración Urbana
El Centro Histórico de la ciudad de Quetzaltenango es considerado
el más antiguo de Guatemala y quizás de
Centra América. Sin embargo, en cuanto a la obra física de la época colonial, la misma fue destruida por el terremoto de
San Perfecto en 1,902, pero aun se
puede observar parte de su configuración original en el trazo de algunos sectores, que han sufrido modificaciones
conforme a evolucionado la ciudad[43]. Su
planificación como asentamiento de la colonia, refleja una clara influencia española, en el centro de la ciudad se sitúa una
plaza rodeada de las edificaciones que
representaban los grupos dominantes en la época: la Corona española, el Cabildo
y la Iglesia Católica, y en tono a
aquellos o en sus proximidades se realizaban las actividades comerciales y actos políticos. En materia del análisis del
“Centro Histórico”, podemos señalar que se constituye en lugar potencial para
administrar poblaciones, dentro de la
matriz del modo de producción colonial de principios de la Modernidad y como tales
se mantienen después de los procesos de independencia nacional en la economía
liberal y, actualmente, en la neoliberal.
El
29 de Octubre de 1825, se le concedió el título de ciudad, por medio de Decreto
número
63, emitido por el Jefe del Estado de Guatemala, Don Cirilo Flores. Posteriormente
es reconocida como cabecera departamental el 16 de Septiembre de 1,845.
Con
el advenimiento del régimen liberal, Quetzaltenango y otros departamentos cafetaleros,
experimentan un crecimiento y desarrollo de la ciudad[44]. Es
claro que en este período liberal tiene que ver con un acontecimiento mundial la Revolución
industrial, finales del siglo XVIII y mediados de siglo XIX, influyendo de
manera significativa en la arquitectura urbana de la ciudad. Esta arquitectura
se caracterizó fundamentalmente con la aplicación de estuco de elementos
decorativos góticos mezclados con mudéjer, exaltando motivos naturales, cabezas
y figuras de animales y restos humanos, así como formas geométricas del arte
romántico caprichosamente mezclados con elementos neoclásicos que se aplicaron
expresamente en la arquitectura civil privada, edificios gubernamentales,
comerciales y religiosos, tales como el Instituto Normal para Varones de
Occidente –INVO- (1,872), entre otros. Es de hacer notar que en esta sociedad de
control moderna basa la soberanía en el control y regulación no sólo de los
territorios, sino de todo lo que en ellos habita, incluidos los individuos.
IV.4.- Dinámica de crecimiento de los
cantones y barrios.
La
ciudad se asentó en el actual Cantón de San Nicolás, teniéndose como referencia
la
Cruz del Milagro donde se construyó la primera iglesia[45]. El
Cantón de San Antonio es el segundo en ser fundado en 1,525, abarcando la
parte del Pinal hasta la iglesia de la Transfiguración, El tercero en ser
fundado es el de San Sebastián, actualmente parque Bolívar y
posteriormente se funda el Calvario por vascos hacia 1,606 ocupando a un grupo
de albañiles venidos de Oaxaca, México. Los barrios de la Transfiguración y San
Bartolomé
son los límites de la ciudad hacia el sur, el resto del terreno se ocupaba con milperia
y trigales.
En
el siglo XVI se podía ya vislumbrar el paisaje urbano de la ciudad: traza ajedrezada en el terreno llano y traza irregular en donde la topografía
era con pendiente. Entre 1,540 y 1,578 se construyó
el convento del Espíritu Santo, uno de los siete
que se erigieron en la provincia de Guatemala en esos contextos, pero es hasta 1,582 cuando se
concluye definitivamente, a raíz de la Real Cédula expedida en Madrid el 3 de Marzo de 1,578.
Durante
el siglo XVII se observaba un crecimiento hacia la parte nor-este de la ciudad,
lo
que hoy ocupa la zona 2, la ampliación de la zona 1 en el sector suroeste pudiéndose
notar la aparición del trazo de lo que hoy se conoce como el Barrio San Antonio,
siendo este barrio representativo por su traza en cuadricula rectangular característico
de las provincias españolas. Además, se desarrolla un crecimiento masivo en la
parte noroeste de Quetzaltenango, a partir de la actual Calle Rodolfo Robles, en
dirección Norte. Durante este siglo se le llama Cantón El Centro al sector central que a
lo largo de la historia ha recibido varios nombres.
El
trazado urbano es un pequeño damero acoplado a la orografía del terreno y a los
cercos
de piedra que limitaban las primeras construcciones, lo cual se puede apreciar aun hoy
hacia el sur de la ciudad, desde el sector de la Pedrera hasta el Parque a Centra América.
El resultado de este análisis es mostrar cómo desde la época colonial la
estructura barroca se consolida desde lo económico y lo político. Hoy, si nos
vamos cuenta esta sigue teniendo vigencia, aunque bajo una forma estética,
mediante la puesta en marcha de las políticas de “Recuperación de los Centros
Históricos”, los complejos arquitectónicos barrocos han sido nombrados
patrimoniales nacionales por los estados neoliberales.
IV.5.- Los barrios de Quetzaltenango.
No
todos los espacios residenciales ahora habitados y configurados como barrios
surgieron como tales; eran asentamientos con formas básicas de organización
social que con el
tiempo se fueron conformando en pequeñas sociedades con límites espaciales muy marcados, algunos de estos
configurados en ese entonces como cantones-
los más antiguos- surgiendo con el tiempo los barrios en la ciudad. Su formación e historia le han dado a Quetzaltenango
aspectos culturales y territoriales transcendentales
y muy particulares.
No
existe una delimitación legal de los barrios de Quetzaltenango, pero se
considera que existieron 12 barrios históricos como nos hace notar García-Ruiz
(2005:20): El Calvario, el Parque Central, Las Flores, Cruz de Piedra, Bolívar,
San Antonio, San Bartolomé, La Transfiguración, La Joyita, San Nicolás, La
Ciénaga y La Democracia.
En
sus inicios, las construcciones de los barrios eran sencillas chozas de mimbre,
entrelazadas
y enlodadas, techadas con paja. Más tarde se introduce la piedra labrada y el
ladrillo como materiales de construcción, aunque la mayoría de construcciones
de vivienda popular eran macizos de grueso adobe, encalados con una variedad
de vistosos colores.
Los barrios tradicionales se originaron a partir de la fundación de Ermitas
Conociéndose estos por el nombre de las mismas, surgiendo así los barrios más
antiguos que datan desde el siglo XVII.
IV.6.- Terremoto de San Rafael
El
corregimiento de Quetzaltenango va a ser estremecido por el Cerro Quemado, al entrar en
erupción, provocando un desastre de grandes proporciones (muertes, destrozos en
iglesias, edificios y viviendas)[46]
. El suceso va a producirse el 24 de Octubre de 1,765. Muchas autoridades
civiles y eclesiásticas certificaron este fatal suceso, que reventó
los montes, enterró manantiales y ríos, además de gran estruendo. La
calamidad pública obligó a sepultar sementeras, bloqueó caminos y veredas, y
además cambio la configuración topográfica del macizo montañoso de la Pedrera, así
como el viejo barrio de la Transfiguración, el pueblo de Almolonga, el Cerro Candelaria. Durante todo el mes de
Noviembre, hubieron temblores en la ciudad. Unas
doscientas treinta casas fueron aplastadas y las restantes necesitaron
reparación en su mayor parte. La
iglesia parroquial y convento, con las Ermitas de la cabecera quedaron tan arruinadas que fue necesario
derribarlas. Tuvieron que construirse galeras
de madera para resguardar a las personas, mientras que otros desenterraban sus viviendas.
Tras
este día, el pueblo entra en caos. La tierra quedo tan floja, que cualquier movimiento
se sentía. Se abrieron muchos campos, reventaron montes, brotando algunas
aguas y tierras con piedras, unas hasta de calidad azufrosa. Se rompió el arco o
acueducto de estructura débil y cimiento de arena y se transportaba el agua por
aproximadamente
3 leguas, derramándose el agua sobre las casas y solares.
En
los demás pueblos de la región, tarnbién se registraron notorios desastres,
algunas iglesias y conventos cayeron total o parcialmente, muchas casas
debilitadas o derrumbadas. La actividad telúrica también afecto a
Chiquimula, Suchitepéquez y la capital Santiago de los Caballeros.
IV.7.- Erupciones del
Cerro Quemado en 1,818
En
las transcripciones de las actas de sesiones del Ayuntamiento de
Quetzaltenango, se menciona al Cero Crespo[47],
que así era conocido en esa época el Cero Quemado y las erupciones que
acontecieron en 1,818, los días 16 y 20 de Enero, las cuales fueron acompañadas
de continuos temblores. La erupción llenó todos los campos de ceniza y no
quedaron pastos para el ganado.
El volcán entro en
actividad el 16 de Enero, fecha en la que "revento", así como hubieron temblores, la ceniza cubrió los campos, y
se vieron amenazados los poblados de
Almolonga y Zunil por la lava[48].
En
síntesis, la ciudad de Quetzaltenango a través de su historia, ha sido artífice
de cambios socio-políticos, económicos y culturales, así como de la fuerza
de la naturaleza que han trasformado y definido su base territorial.
Durante
la colonia, su trazo urbano era influenciada por lógicas de integración y de mezcla, así como del poder paralelo
k´icheé . La ciudad tomo diferentes trazos urbanos que fueron reflejo de los hechos de su
historia. La colonia y sus modalidades de tenencia de la tierra, de
ordenamiento del territorio y catástrofes naturales marcaron la ciudad de
Quetzaltenango.
Finalmente,
la lógica de fundación del Pueblo del Espíritu Santo a partir de la colonia,
muestra que la ciudad de Quetzaltenango, es un caso excepcional en todo el país.
No se puede perder de vista la influencia del período indígena antiguo y del
período hispano-colonial, cuya máxima expresión se muestra en los barrios
antiguos y en su plaza central. Es así, como se convierte en uno de los polos
de desarrollo comercial, cultural y de gran poder político en la colonia. Este
proceso en el siglo XVI coincide con el surgimiento de la economía-mundo
capitalista- pero `coincide con un acontecimiento aún más fundamental: la
conquista de Guatemala por parte de los españoles.
V.- DESARROLLO
URBANO EN QUETZALTENANGO DURANTE LA ÉPOCA LIBERAL (SIGLO XIX)
La
ciudad de Quetzaltenango tuvo un importante desarrollo y sentó las bases de su
infraestructura urbanas actuales con el auge cafetalero. Con la expansión del cultivo del café, las
autoridades ladinas de Quetzaltenango no sólo construyeron caminos, puentes, y
líneas ferrovías para satisfacer sus necesidades de exportación, sino que
también convirtieron a la ciudad altense en un lugar público donde se
exhibirían sus ideales liberales. A inicios de 1,880 tuvo lugar un auge de
edificios públicos y privados. El
consejo municipal empezó la construcción de un nuevo palacio municipal- más
grande que el palacio nacional de la capital del país-, y una penitenciaria
departamental, asimismo abrió escuelas, amplió bulevares, hizo jardines
público, erigió estatuas. El presupuesto de obras públicas creció de 400 pesos
en 1,860 a 11,480 en 1,894 (Archivos de la Gobernación de Quetzaltenango, AGQ,
bulto 1,884, citado por Martiche y Lebeau, 2005). Para entenderlo de otra
manera, diremos que la penetración del capitalismo agrario en Quetzaltenango,
con la introducción y expansión del cultivo del café, como producto de
exportación, que tiene lugar en la ciudad es la forma capitalista de
producción, asumiendo adaptando y transformando, según su lógica de sumisión al
capital, las formas heredadas de la Colonia. Es sobre la base del cultivo del
café, orientado al mercado mundial, que se inicia con la etapa de la
modernización de la economía que tiene que ver con los procesos de la
revolución industrial en el siglo de XIX en Europa. En otras palabras, el auge
del café obedece desde su origen a una demanda exógena, ciertamente, y no a un
desarrollo interno, que ha dado origen a una estructura de superposición de dos
tipos de agricultura, una de exportación y otra de subsistencia, ha asumido una
estructura semejante heredada de la colonia y que se mantiene hasta la
actualidad.
La
explicación de la evolución urbana en la ciudad de Quetzaltenango radica en que
durante el período liberal, el proceso de acumulación fundamental que define el
paisaje de la región es el café. Ahora bien, si la evolución urbana de la
ciudad de Quetzaltenango se sustenta en la producción del café. ¿ Cuáles fueron los dispositivos que posibilitaron
la fundación del territorio en el seno liberal). Cómo es sabido durante La
Reforma Liberal del Siglo XIX, se instalaron técnicas de gobierno que
gestionaron la economía desde la visión del individuo propietario. En este
marco podemos observar cómo la economía liberal, y en lo que se refiere a la
propiedad de tierra, tanto individual como colectiva se sustentaron en su
explotación para el mercado capitalista. En esta perspectiva, habría que ver cómo el
territorio, como propiedad privada, tiene
un fin: ser el medio de producción y de circulación de capitales.
Finalmente,
el desarrollo de la ciudad, pese a constituir un núcleo urbano consolidado y
concentrar actividades económicas, su
existencia y funcionamiento está estrechamente ligada a la consolidación del monocultivo.
Las actividades comerciales, financieras e, incluso, la industria artesanal son
actividades especializadas de la economía agro exportadora. De esta manera, si
bien la ciudad de Quetzaltenango desarrollaba actividades especializadas
imprescindibles para la economía agro exportadora es la producción cafetalera
el verdadero fundamento económico de la región que explica la recomposición
territorial de la ciudad a finales del siglo XIX.
VI. CRECIMIENTO DE LA CIUDAD DE QUETZALTENANGO DURANTE EL
SIGLO XX
VI.1.- Impacto de la erupción y
terremoto de 1902
El terremoto de San Perfecto el 18 de Abril de
1,902 y la erupción del volcán Santa María, en Octubre del mismo año, provocan
la transformación parcial de la imagen urbana de la ciudad. De acuerdo con el
informe municipal, casi el 15% de viviendas fueron afectadas, con un saldo de
13 víctimas. Los edificios principales como la Jefatura Política, Comandancia
de Armas del Palacio Municipal, el Mercado Central, el Convento, el Teatro
y e! Banco de Occidente también fueron dañados, debiéndose ser reconstruidos,
salvándose algunos edificios como el Pasaje Enríquez, los Tribunales, el Hospital
San Juan de Dios. Los daños más significativos los tuvieron las viviendas de adobe, ya
que casi todas fueron destruidas.
Después
de algunas semanas se sintió la escasez de víveres, problema que fue resuelto en
parte por la ayuda que provino de lugares vecinos y del apoyo brindado por el
Presidente Manuel Estrada Cabrera, con una donación de 10,000 quintales de
harina para su distribución entre los más necesitados. La municipalidad
solicitó pajón para la construcción
de 40 galeras como albergues temporales de otras tantas familias, material que se traslado desde la municipalidad de
Momostenango, Totonicapán.
Para
instalar provisionalmente algunas dependencias públicas se construyeron en la plaza a
Centra América, siete edificios provisionales de madera y lámina, uno de dichos
edificios se concedió a la Tipografía "El Comercio", con el fin de
ayudar a que se siguieran publicando las noticias sobre la situación
que se vivía en la ciudad. Entre las dependencias que se albergaron
provisionalmente estaban: Despacho del Ayuntamiento, Administración de
Rentas, Juzgado de Primera Instancia, Juzgado Segundo de Paz, Biblioteca Nacional y la
Oficina Telegráfica. Otras instituciones fueron
ubicadas en casas particulares donde estuvieron por algún tiempo de manera gratuita[49].
La
erupción del volcán Santa María los días
24 y 25 de Octubre de 1902, cubrieron aproximadamente una distancia de 8.6 kilómetros
de distancia. Alcanzando una altura de 3 metros y dejando la ciudad a obscuras
por dos días debido a la gran cantidad de ceniza y arena que
expulso el volcán. Los dañas ocasionados tuvieron impacto en Quetzaltenango,
afectando los acueductos los que se obstruyeron con la arena. Los medios de
información indican que los cultivos ubicados en la Costa Cuca y en sus
inmediaciones quedaron arruinados, por lo que había escasos granos básicos, así
como
ganado vacuno.
Entre
las medidas tomadas por la municipalidad el 31 de Octubre, se publicó un
acuerdo en el que se prevenía los hundimientos de techos por el peso de la
arena, la alcaldía ordenaba su limpieza, suministrando la jefatura política
sujetos necesarios, debiendo colocarse la arena en el lugar de la calle que el Juez de Policía
designare, con prohibición de sacar la arena
del interior de las casas a las calles. Esto suponía claramente dos aspectos: administrar almas, por medio de
la cristianización; establecer la seguridad y con ello la circulación de los
capitales dan curso a la economía capitalista.
VI.2.-
El proyecto de la Nueva
Quetzaltenango, hacia el
cantón La Democracia
Aunque
con anterioridad al terremoto (1,893), la ciudad ya se extendía con la urbanización
de las Tapias y la Democracia, después del terremoto, se extiende aun más con la
inauguración del Hipódromo y del Templo Minerva. A partir de 1,884, queda
oficializada la Feria de la Independencia en terrenos del barrio la Ciénaga y comienza el
crecimiento hacia Los Llanos del Pinal y Llanos de Urbina.
Justo
en este contexto histórico surge la <>, en
busca de la modernidad que los tiempos exigen, sin perder su identidad
con calles toledanas y edificios monumentales, pero comienza a gestarse la
decisión de ampliar la ciudad.
Por
Decreto Número 623 se acuerda diseñar la "Nueva Quetzaltenango" en el
Cantón La Democracia. Su trazo estará a cargo del Ingeniero Francisco Vela,
Jefe del Cuerpo de Ingenieros de Guatemala. A este respecto el punto 6° del acta de la Sesión del Consejo Municipal del 6 de Junio de 1902,
acuerda la extensión de la ciudad a los cantones la
Democracia, Los Olivos y Llanos de Olintepeque, procediéndose a construir
habitaciones de forma ligera en el primero de los citados cantones para alojar a los vecinos de la ciudad que se quedaron
sin hogar.
El
cantón se constituía en foco fundamental de empresas, comercios y se iniciaron los trazos
de la estación del Ferrocarril de Los Altos.
VI.3.- El trazado del Ferrocarril de
Los Altos y la apertura de la zona 3
El
ferrocarril de los Altos fue diseñado para ser activado con energía eléctrica,
por lo que el proyecto contemplo la construcción de una planta de generación de
energía hidráulica, la cual se materializó en Santa María de Jesús, aldea del
municipio de Zunil, con la construcción de un dique, una represa y una
casa de maquinas.
El
ferrocarril de Los Altos fue uno de los primeros ferrocarriles que sobrepasaron
la pendiente del 6% habiendo tenido un desnivel del 9.25% en casi toda la
vía[50].
Durante el Gobierno del quezalteco Manuel Estrada Cabrera (1898-1920). Se da inicio
del proyecto elaborándose los planos iníciales y se definen algunas
brechas, se construye el terreno plano que soportaría la vía férrea, pero no
es mucho el avance de la construcción. La inauguración se produce el
30 de Marzo de 1930, haciendo su entrada en la Estación Central de Quetzaltenango,
el primer convoy[51].
VI.4.- La consolidación de la zona 2:
La Ciénaga. La Colonia Molina
En
la actualidad la zona 2 de la ciudad de Quetzaltenango, se ubica en el área que
se conoce como La Ciénaga, La memoria histórica de algunos vecinos del área,
da cuenta que para el año 1,954, los primeros grupos familiares que se
asentaron en la zona fueron Rojas, Villagrán y Cotí. Sin embargo y a
pesar de que el área carecía de servicios básicos (agua, electricidad y
drenajes), decidieron comprarle al Alcalde Municipal Augusto Calderón, una
cierta cantidad terrenos que servían
para el pastoreo de semovientes cuyo propietario era el señor Calderón.
El
crecimiento y consolidación de La Ciénaga se debe a que con la presencia de un buen número
de vecinos se constituye la Sociedad del Señor Sepultado de la Ciénaga, la ubicación
del Hipódromo, donde actualmente se encuentra la Colonia Ceres[52]. ¿Cómo fue
posible esta lógica, qué dispositivos estuvieron en juego para el control del
territorio? Basta recordar las palabras de Foucault (1,999:45) cuando afirma
que el arte de gobierno de las almas, propio
de la pastoral, nace del poder
pastoral que impuso el cristianismo en Occidente por un lado, y por otro, se
erige la imagen del Señor Sepultado, quien a su vez se funda en la estructura
barroca de la época colonial y se consolida en ese contexto bajo una lógica
económica-política y hoy tiene vigencia, porque en los últimos años se ha
convertido en uno de los cortejos procesionales mas importantes de la ciudad
donde se mueven grandes capitales y opera como un poder individualizante pero
que al mismo tiempo opera con la población.
Hacia
1955, el señor Gregorio Oroxóm construye el Oratorio de la Ciénaga. Ya en 1957,
durante la presidencia del General Miguel
Ydígoras Fuentes, se inicia la construcción de la Colonia Dr. Roberto
Molina, siendo a partir de esa fecha cuando comienza el gran crecimiento
de esta área geográfica de Quetzaltenango.
Las
empresas constructoras fueron la A.E.G. de Berlín, Alemania, encargada del
sistema eléctrico, y la Krupp siderúrgica alemana fabricante de todo el
material carrilero[53]. Por
otro lado la presencia de empresas alemanas en la ciudad la podemos leer cuestionándose:
¿ Es el territorio la perpetuación de la colonización y por qué? Quizás porque
para la sociedad de ese momento era pensarla desde la Reforma Liberal del siglo
XIX cuyo dispositivo era instalar técnicas de gobierno que gestionaran el
capitalismo para hacerlo más eficiente acorde a las reglas del mercado.
VI.5.- 1965: La construcción
de la Terminal y el Centro Comercial (la
quema del primer mercado)
Como
consecuencia de la quema del primer mercado ubicado en la zona 3, se gestiona la construcción
del Centre Comercial en la zona 1, así mismo se construye la terminal en
1965, con ello se impulsó la actividad económica en base al comercio y la agricultura.
Pero, ¿acaso el mercado puede levantar barreras que impidan el paso del
capitalismo, si de hecho el mercado mismo es un producto del capitalismo? Avizoramos la hipótesis de
que el “mercado”, no es algo dado es una producción biopolítica. Esto significa
que el mercado no sólo se da por las relaciones de comercio, relaciones sociales, sino que es una relación
de economía y biopoder que representan una tecnología de gobierno de sí misma.
VI.6.- Las nuevas
colonias: El Empleado Municipal,
La Colonia del Empleado Municipal se ubica en el oriente de la ciudad y
fue diseñada de acuerdo a las necesidades de los empleados municipales
de la época. Un grupo de funcionarios solicito el terreno, situado en las
faldas del cerro El Baúl, siendo en aquella época un área baldía con árboles de
diversas especies que fueron derribados, y la zona fue limpiada con mano de
obra de los mismos. El Lic. Germán Shell Montes, en 1977 autorizó la concesión
del terreno, por el procedimiento de adjudicación de lotes por sorteo a
73 familias, con una extensión de 200 metros cuadrados, igual a 1.64 hectáreas. La
construcción fue mixta entre el Banco de la Vivienda y los propios empleados[54]. Las
implicaciones de estas políticas de vivienda para ese contexto, muestran el
ordenamiento del territorio que podría denominarse “gubernamentalidad”. Esto supone claramente dos aspectos:
administrar almas, por medio de la cristianización y poner disciplina en los
lugares de las diferentes viviendas y
estar sujetados a las reglas del mercado.
VI.7.- La
urbanización de la zona 3: La Democracia y el proceso de adjudicación por el –INTA-
Pasados
algunos años, por diversas presiones de vecinos que habitaban los alrededores
de la zona 3, se reconstruye el mercado en dicha zona. Por otra parte, se favorece el
crecimiento urbanístico hacia esta zona, gestiones que fueron apoyadas por el Instituto
Nacional de Transformación Agraria- INTA, adjudicando propiedades del Estado a
favor de particulares, a través de contratos individuales, generalmente a familias de
ingresos medios-altos. La influencia político-económica de varios vecinos de la zona 3,
hizo que la planificación de dicha zona se hiciera con mayor detenimiento
y considerando los requerimientos urbanísticos de las ciudades en crecimiento
de otros países del mundo, considerando áreas verdes, servicios básicos,
futura circulación vehicular y peatonal. En esta estructura de
gubernamentalidad se instala la manera más eficaz de cobrar impuestos y ordenar
el territorio dando curso a la economía capitalista.
VI.8.- El Plan Regulador
del Área Metropolitana de 1981
El
Reglamento del Plan Regulador de Desarrollo Urbano-Rural del Área Metropolitana
del
Valle de Quetzaltenango, fue elaborado par el Instituto de Fomento Municipal, y
aprobado
por Decreto Ley Número 24-82, así como por Acuerdo Municipal 11-81, que dispone su
observancia y puesta en marcha.
Para
los efectos de la administración del Valle de Quetzaltenango, se subdividió el mismo en las
siguientes zonas: Subregión metropolitana de la región de Occidente: la cual
comprende el Valle de Totonicapán, San Juan Ostuncalco, San Francisco El Alto y Zunil,
Microrregión del Valle de Quetzaltenango: comprende San Mateo, San Cristóbal
Totonicapán, Olintepeque, Llanos del Pinal y Xecam. Área Metropolitana de Quetzaltenango:
San Mateo, La Esperanza, Olintepeque, Salcajá y Cantel.
La
parte operativa del Reglamento del Plan Regulador, comprende las áreas destinadas
para la urbanización, recreación, industrial y otras, para cada una de las cuales se
establece las condiciones y requisitos mínimos para su aprovechamiento[55]. Para entenderlo de otra manera, recurrimos al
análisis de Zizek (2010:20)) cuando afirma
que los “partidos de derecha”, de centro derecha y de centro-izquierda”
todos están dedicados a “gestionar el capitalismo y hacerlo más eficiente” ¿
Cómo fue posible está lógica, que dispositivos de poder estuvieron en juego
para poner en marcha el plan? Basta darnos cuenta cómo el Plan Regular del Área Metropolitana
pierde poder normativo y coercitivo y
compite con otros, legitimados en parte por un orden exterior al cual hay que
adecuarse y que importa sus propias fuentes de autoridad local. Foucault
denomina la sociedad disciplinaria. Es así como se encuentra que la función del
orden que entregan los documentos (plan regular entre otros) como depositarios
de la verdad de una institución o grupo humano, tiene un propósito más
allá de la simple regulación de actividades,
tiene un propósito de verdad, un objetivo de normalizar un orden, un espacio de
poder.
VI.9.- Proyectos del Banco Nacional
de la Vivienda (BANVI), Colonias Minerva (años 70´), Trigales y Colina (años
90´ )
A
nivel nacional la gestión del Banco Nacional de la Vivienda, considerando el rápido
crecimiento
urbano de la ciudad de Quetzaltenango, pero también como una respuesta a
la fuerte demanda de vivienda popular, planifica la ejecución del proyecto de la
Colonia Minerva, ubicada en la zona 3, a inmediaciones de la Brigada Militar y
el Templo Minerva. En la actualidad alberga más o menos 1,500 familias que
en su mayoría son quezaltecos y una minoría provenientes de otras ciudades del interior
del país, principalmente de la Costa Sur, Nor-Occidente, Occidente y ciudadanos de
otros países del mundo como producto del desplazamiento de los hijos que por razones
de estudios, tuvieron la necesidad de ser ubicados con sus familias, comprando
propiedades en la región.
Hacia
finales de los años 80´, se inicia la gestión de la Colonia Los Trigales,
ubicada a un lado del actual periférico sobre la zona 7, colonia que es
finalizada en 1994, albergando
a más de 3,000 familias aproximadamente. En 1995, se inicia la construcción de la
Colonia La Colina, a inmediaciones del Hotel
del Campo, en la zona 5, Las Rosas.
La
característica principal de las colonias promovidas por el –BANVI- es que
las cuotas estan al alcance de las familias de bajos ingresos, los pagos son
a largo plazo y la construcción del módulo es en forma colectiva, reduciendo
así el costo por mano de obra no calificada. Con una orientación como está, la
investigación parte, la mayoría de veces, de un cuestionamiento del espacio: ¿
quién lo organiza, quien vive en él y cómo, con quién o al lado de quién?. En
el capitalismo la explotación de un territorio, es la construcción del espacio
del capital. Y, el segundo punto tiene que ver con la función reguladora de la
economía a través del cobro de los impuestos y el gasto fiscal de las familias
ubicadas en las colonias que promovió el –BANVI- en Quetzaltenango a finales del
siglo XX.
VI.10.- Boom de lotificaciones
privadas periféricas durante los años 90” *
La
ciudad de Quetzaltenango, se ha caracterizado por que ha instalado una serie de
oportunidades
para realizar estudios en diferentes niveles. Además constituye un corredor
comercial entre las ciudades vecinas, y ciudades comerciales como la ciudad de El Salvador, la ciudad Capital
y Tapachula en el sur de México. Todo ello, ha creado un constante flujo migratorio, que ha incrementado las demandas
por vivienda. Como respuesta a ello,
las empresas privadas se han dado a la tarea de identificar áreas para su lotificación.
Como
consecuencia solo toman en cuenta aspectos económicos, puesto que dichas
empresas lotificadoras, no han contemplado características vitales para la
ejecución de proyectos de esta naturaleza, tales como el acceso y costos de
servicios básicos, medidas de mitigación por riesgos naturales, planificación
y gestión de áreas verdes y recreativas, entre otras[56].
Esta lectura muestra también, de manera sospechosa, hasta qué punto el
capitalismo por medio de las empresas inmobiliarias llevan una a cabo una profunda explotación de los territorios y
de regulación disciplinaria como lo expresa <>
1,997:125). Por último, las empresas inmobiliarias actúan sobre los individuos
y todos tienen que subordinarse a las reglas del mercado capitalista.
* La
construcción de esta parte del trabajo fue posible gracias a las conferencias
dictadas por el autor y el profesor Florent Martiche (académico francés) en la
maestría de Ordenamiento Territorial y Turismo Local de la Universidad Rafael
Landivar, Campus de Quetzaltenango, 2005.
VII.- LA CIUDAD DE QUETZALTENANGO EN
LA TRANSFORMACIÓN TERRITORIAL A FINALES DEL SIGLO XX
Se
puede identificar una estructura territorial y una particular relación de los quezaltecos
con su territorio, que surgió desde la época prehispánica, se fue definiendo y
consolidando a finales del siglo XX y se volvió insostenible particularmente en
el año 2000. Este cambio está asociado al surgimiento de nuevas formas de
organización territorial derivadas de las transformaciones experimentadas por las
estructuras económicas, laborales, y culturales a partir del proceso
globalización. En ese sentido, el carácter regional de Quetzaltenango, asociado
a dinámicas globales ha influido en la
recomposición del ordenamiento territorial a finales del siglo XX.
Además
de su magnitud y dinámica, forzada en
mucho por el espectacular crecimiento poblacional que se viene registrando a
partir de la Firma de los Acuerdos de Paz el 29 de Diciembre de 1,996, el paso
de las tormentas tropicales Mitch y Stan y la firma de los Tratados de Libre
Comercio y el Plan Puebla Panamá reforzándose el fenómeno de transculturación a
partir de la consolidación de espacios de consumo como: El Paseo de las
Américas, El Centro Comercial La Pradera Xela (hoy Wal-Mart) y el Centro Histórico.
Por
estas características la ciudad de Quetzaltenango es para nosotros un
territorio regional, donde en menos tiempo, de una forma global e intensa, se
produce un imaginario moderno en el que el individuo se encuentra en un espacio
que busca ser controlado y colonizado por las técnicas de la sociedad
contemporánea formando lo que hemos
visto como la sociedad disciplinaria.
Los nuevos asentamientos,
lotificaciones y urbanizaciones
En
Quetzaltenango a finales del siglo XX se consolida una demanda fuerte sobre los
suelos agrícolas con propósitos de vivienda y otros usos. Este coincidió con el
incremento de la oferta (lotificaciones) en el año 2000 en diversos sectores de
la ciudad. En este tema podemos precisar cuatro elementos
1.
La excesiva fragmentación del suelo agrícola
2.
Las lotificaciones rurales para vivienda
3.
La descontralada urbanización
4.
La demanda para nuevos centros comerciales
Esta
presión se experimenta principalmente en seis zonas de la ciudad
El
caso de la Ciénaga y el Chirriez es un buen ejemplo. Es un área que comprende
parte de las mejores tierras de Quetzaltenango con vocación agrícola, y uno de
los sectores para la puesta en marcha de sistemas de riego y, a la vez, uno de
los acuíferos más importantes con un uso
potencial para el abastecimiento de agua en la ciudad. Sin embargo, a finales
del siglo XX se ha convertido en una las zonas de mayor demanda de calificación
de uso del suelo con la puesta en marcha de nuevos proyectos de urbanización.
En este contexto, no se trata de una
unificación territorial sino de la expansión territorial que va de la mano del
nuevo elemento central en la organización de la sociedad: la economía. Este quiebre en el capitalismo no sólo
desplaza los vínculos sociales a
relaciones económicas, sino que también construye nuevas virtualidades como
diría Deleuze (1,996:15) para los individuos y la sociedad, al amparo de una
nueva noción de progreso terrenal montada sobre una original sensibilidad a la
propiedad y el dinero.
En
el área de la zona 6 donde se encuentra la Autopista de los Altos y el Aeropuerto.
Por su crecimiento industrial, su excelente ubicación para el transporte de
carga y comunicación con la ciudad de Guatemala y San Marcos es, probablemente,
el área de mayor expansión urbana y el mayor desafío de regulación. Actualmente
está muy cerca el proceso de conurbación entre San Salcajá, Olintepeque
(Quetzaltenango) y San Andrés Xecul y San Cristóbal (Totonicapán). Sin embargo, esta zona se puede
potenciarse más aún los próximos años a partir de la habilitación oficial del
aeropuerto de Quetzaltenango.
Sin
embargo, es un hecho que la zona 6 se ha convertido en una zona de inmigrantes
que se alojan en la década de los años noventa. Se han construido grandes
mansiones, a veces con un lujo asombroso, relacionada sin duda con “coyotes” y
otros sujetos en plena expansión. Incluso comienza a operarse una lógica de
“barrio privado” (muros, vigilantes, sistemas de protección), aunque sin duda
esto resulte desproporcionado ante una delincuencia que todavía no puede ser
controlada.
En
Quetzaltenango, existe un ejemplo singular de desarrollo urbano histórico que
se erige en la Democracia zona tres. Esta zona es considerada como uno de los
puntos de mayor dinamismo y potencialidad económica a finales del siglo XX .
El
caso de la zona nueve es el territorio donde se han registrado los procesos más
acelerados de urbanización a finales del siglo XX. Este territorio se ha convertido
en la zona de mayor crecimiento comercial en la ciudad sobresaliendo: Híper
Paiz y el Centro Comercial La Pradera Xela, El Paseo Las Américas y Condado
Santa María. Este vertiginoso crecimiento sobrepasó cualquier posibilidad de
previsión y planificación, iniciándose un proceso de desarrollo desordenado
similar al experimentado en otras arterias de la ciudad en los últimos 20 años.
El
crecimiento urbano y demográfico en el Valle de Quetzaltenango tiene como
soporte la creación de “La Nueva Ciudad de Los Altos”, ubicada en Pacajá Alto,
zona 10, con una extensión aproximada de 289 manzanas. En esta zona se
desarrolla un trazado de un nuevo sistema de calles y sus bulevares
periféricos, mejoras en el tránsito, zonificación comercial, residencial y de
recreación y planes y controles para el
desarrollo físico de la zona a finales del siglo XX.
En
el área del Centro Histórico de Quetzaltenango se ubican un conjunto de
antiguas edificaciones que son parte de
los actuales espacios de trabajo y de vida, son parte del capital inmobiliario
de la ciudad, aunque a finales del siglo XX la tendencia ha sido tumbarlas para sustituirlas por edificaciones modernas. Este proceso no
es la unificación territorial sino la expansión territorial que va de la mano
del nuevo elemento central en la organización de la sociedad: la economía. Es decir, las
relaciones se mercantilizan, la lógica de la oferta y la demanda desplazan a
las formas tradicionales del tejido urbano desfigurando la arquitectura
histórica. Es así como el “Centro Histórico” se ha convertido en una empresa económica
central que produce capital a partir del territorio por un lado, y por otro,
los capitales ejercen poder económico al encontrar un espacio urbanizado para
el capital (el excedente de la producción). Ahora bien, una de las tesis que
pueden explicar este entramado arquitectónico político, religioso y económico
escribe García-Ruiz (2010) en donde para él “El Centro Histórico” es un
complejo arquitectónico barroco que han sido nombrado patrimonio nacional por
los Estados Liberales y definidos centros histórico-turísticos por los denominados
Grupos Gestores de la Economía Local. Las implicaciones sociopolíticas de la
simbología del Barroco en la actualidad, muestran el rostro de la perpetuación
de la colonia, su continuidad en la ciudad. Resulta preciso recurrir a la XI
tesis de Walter Benjamín acerca de la historia para responder la siguiente
interrogante: ¿ es el turismo la perpetuación de la colonización y por qué?.
Quizás porque para la sociedad actual de Quetzaltenango el turismo representa
una fuente de trabajo y, por lo tanto, encarna el Mesías esperado para la salvación
del Hombre. De lo anterior, se expresa que la disciplina capitalista es una
forma de acumular hombres que cuenten con una nueva mentalidad reglamentada y
normativizada que los convierta en eficaces y productivos trabajadores
asalariado, sustituyendo con ellos los antiguos y costosos procedimientos de
control político financiados en el poder de la tradición, el carisma de la
violencia y el sometimiento religioso propio del feudalismo. La disciplina
capitalista produce un doble efecto que actúa en forma reciproca: se domeña y
mantiene la sujeción sobre el cuerpo, así como se doblega y educa el alma para
la obediencia. Finalmente, el Centro
Histórico de Quetzaltenango, se ha convertido en una “Virtualidad” como lo ha
demostrado Deleuze (1,997: 24) a propósito observamos que el < Centro
Histórico> tiene la misma evolución
de otros centros históricos como el de la ciudad de Guatemala: provocan al principio, un
cierto entusiasmo: la convicción de un pasado histórico y memorable; el capitalismo
les permite poner en marcha negocios comerciales, discotecas, restaurantes,
bares, cantinas y el control de cuerpos bajo la tutela del mercado capitalista
a finales del siglo XX.. ¿ Qué sentido tiene ir
al Centro Histórico con su modelo de consumo y despilfarro, a ciertos
lugares periféricos de la ciudad donde la gente
no tiene ni un bohío, ni un maestro para recibir clases, donde hay
cientos de personas que mueren todos los años porque falta atención médica? Esa
es la propaganda poderosa que llevan, a través de sus poderosos medios de
divulgación, la televisión, cable, internet y revistas, para inculcar esas
ideas, controlar las mentes y enajenar a los sujetos, porque todo lo que se
exhibe es ideología y cultura enlatada, lo cual no es muy recomendable para la salud mental de los sujetos.
VIII.- LOS NUEVOS CONTEXTOS DEL ORDENAMIENTO
TERRITORIAL EN LA CIUDAD DE QUETZALTENANGO DURANTE LA PRIMERA DÉCADA DEL SIGLO XXI
Quetzaltenango
en la primera década del siglo XXI, al igual que otros centros urbanos del
país, sufre un dinamismo novedoso caracterizado por importantes transformaciones
físicas comandadas por el marketing urbano y el capital inmobiliario. Este proceso es acompañado por nuevas
prácticas de vida y transfiguraciones identificadas con la exaltación del
urbanismo culturalista empresarial. Las transformaciones físicas y sociales se
entrelazan en la ciudad de Quetzaltenango a partir de la sobre acumulación
capitalista que constantemente pone en marcha sus ciclos re-productivos en la primera década del siglo XXI, dos son los
caminos que se abren para esta empresa: el primero, es la reinversión en el
disfrute, en el placer, en devolverle esos instantes mágicos que la modernidad ha prometido a los
individuos; lo segundo, es reinvertirlos en un espacio que permita cumplir el
segundo sueño moderno de progreso técnico el bienestar general de la sociedad.
Entre
las características a destacar del urbanismo emergente sobresale el cambio en
el interior de la ciudad, que combina la renovación del espacio urbano mediante
el impulso de mega-proyectos de inversión inmobiliaria, la dispersión de la
mancha urbana con la proliferación de desarrollos residenciales, la
multifuncionalidad de la urbe con la diversificación de los servicios al
productor y al consumidor y la segregación social derivada de formas
arquitectónicas privatizadores concebidas para lugares residenciales privados. En
síntesis, al imponerse la “privatopía”, la ciudad compacta tiende a dispersarse
en una ciudad “difusa, organizada por proyectos”.
La
mega-proyectos entre los que destaca la ordenación de la Avenida Las Américas Zona
9 particularmente en el kilómetro 205 carretera a San Marcos, se diseñan de acuerdo a estándares internacionales que
integran áreas de usos mixtos residenciales, productivos, recreativos,
comerciales y equipamentales alrededor de una fuerte inversión en ambos sectores de la ciudad. La variabilidad
del aspecto físico de Quetzaltenango se acelera en la primera década del siglo
XXI como parte de un entorno inducido de competencia y selección. Las fuerzas
operantes del sistema narrado hasta aquí se fortalecen con simbologías y
estilos de vida americano que buscan exclusividad, tranquilidad y la expulsión
del otro. Junto al desarrollo de mega-proyectos urbanos, proliferan, una gran
gama de “proyectos” de fraccionamiento cerrados que ofrecen al comprador la
posibilidad de un estilo de vida familiar seguro para sus hijos, con un entorno
atractivo y de acceso a los principales hipermercados y centros comerciales y
de entretenimiento de la ciudad.
Quetzaltenango,
experimenta de manera embrionaria el trayecto de ciudades americanas cuya
estructura se basa en una red de autopistas (Los Altos), pasos a desnivel,
redondeles y la economía se fundamenta en el uso pertinente de las tecnologías
de información y comunicación. Esta aparente paradoja constituye, uno de los
rasgos sobresalientes de la globalización en curso, que conjuga el
ensanchamiento del mundo con una refundación de lo local bajo un proceso de
producción capitalista, este proceso es el ´desencantamiento del mundo’ como lo
describe Weber. Esta lógica ha transformado radicalmente algunos espacios,
además de crear otros. Los espacios que aludimos son: Híper Paiz y El Centro
Comercial La Pradera Xela, (hoy Wal-Mart, que es una copia o imitación de las
tiendas de abarrotes norteamericanas), El Paseo de las Américas y El Centro Histórico donde se consolidan se difunden los procesos de globalización
tanto en su dimensión económica-comercial como en lo urbano-espacial. También
se aglutinan el comercio, el sector financiero y las oficinas de grandes
empresas nacionales y transnacionales. En términos espaciales, en esta área se
fusiona el capital monopólico internacional con aquel capital financiero y
comercial nacional.
En
Quetzaltenango, y especialmente en la salida hacia San Marcos, existe un
ejemplo singular de desarrollo urbano que sigue el diseño de los tres grandes bulevares
del mundo; los Campos Elíseos en París, La Avenida de la Reforma de la Ciudad
de Guatemala y el Central Park en Nueva York. En este punto está en marcha la
construcción del mega-proyecto Boulevard Real Paseo de La Reforma
Quetzaltenango (este incluye torres de departamentos de categoría, conjuntos de
vivienda, clubes de campo, autopistas). Aquí se estará desarrollando en el
futuro un polo de atracción para el desarrollo urbanístico.
Este
mega-proyecto es ideal para la expansión y fácilmente puede constituirse en un
área de gran competividad, considerándose uno de los puntos de mayor dinamismo
actual y potencial los próximos años. En este análisis podemos leer la existencia de una economía mundial urbanizada
a partir de lo local, en la cual la “ciudad” viene a ser vista no sólo en su
rol como centro de producción y acumulación de capitales, sino también el
desarrollo de una tecnología de gobierno de almas y cuerpos como dice –Foucault-, en donde los
mega-proyectos esconden las formas de
dominación por un lado, y por otro, la economía sustancial está comandada por
la ilusión, y tal es la naturaleza de la economía capitalista. (Karatani:
2005:20)
Y,
por último el paso de la tormenta tropical Agatha a finales del mes de mayo del
año dos mil diez modificará el ordenamiento territorial de la ciudad los
próximos años. Caso muy típico de estos son los usos inapropiados del suelo
agrícola con su consecuencia deforestación, y por las lotificaciones y
urbanizaciones que han producido una baja en el nivel de infiltración y
retención del agua, incrementando el nivel de escorrentía superficial. De ello resulta la disminución
de la capacidad de reserva natural y, por lo tanto, la carencia de agua en
verano. El escenario en el futuro debe tomar en cuenta la compleja situación
geográfica de la ciudad de Quetzaltenango. Las amenazas que se detallaron, no
toman en cuenta el desarrollo de la mancha urbana, como se puede demostrar a
partir de las diversas investigaciones y estudios que se han hecho sobre los
sectores de mayor dinamismo en la ciudad los últimos diez años.
CONCLUSIÓN
Quetzaltenango,
desde su fundación ha sido una ciudad en constantes desplazamientos y
continuidades histórico-político-económicas y poblacionales como lo describe
García-Ruíz (2011:20), sus primeros habitantes se inscriben en la estructura
del mercado capitalista. Es así como la ciudad se convierte no sólo en su rol
como centro de producción y acumulación,
sino también como el punto de control para la reproducción de la sociedad
capitalista en términos de poder de trabajo, intercambio y patrones de consumo
manifiesto en los diferentes momentos de
su historia territorial. Su evolución territorial, de base agrícola y de su
población dispersa a una ciudad más o menos hasta la década de los años 90`.
Después
de la década de los años 90´, el crecimiento demográfico fuerte de los últimos
veinte años acompañado de las migraciones internas e internacionales y la
incongruencia de las políticas de ordenamiento territorial han producido un
paisaje urbano no planificado, caótico, y con los problemas de las grandes
megalópolis, siendo que demográficamente la ciudad crece a pasos agigantados,
con el cual el congestionamiento de actividades y personas se complica
alcanzando ribetes dramáticos en la primera década del siglo XXI, sin que se
vislumbre una salida al caos de la ciudad.
El
surgimiento de una realidad urbana que se potencia a finales del siglo XX con
diversos movimientos de población, es decir, un ir y venir de contingentes voluminosos de personas que
se aglomeran en la ciudad marcan los matices propios de esta nueva realidad
urbana.
El
mismo concepto de capital del Occidente ha sido superado, la ciudad de
Quetzaltenango, no existe más como tal, ella ha fusionado a todas las
poblaciones que se encontraban en sus alrededores. La aglomeración urbana se ha
convertido en el centro de esta nueva
región urbana, que ha interrelacionado a municipios cercanos como La Esperanza,
Almolonga, Olintepeque, Cantel, ligadas por una fuerte dependencia económica,
de servicios y de poder. Pero, ¿si el poder no fuera una cosa sino una
relación?. En efecto, según –Foucault- el poder no es algo que se “adquiera,
arranque o se comparta”, sino que es una relación, o más bien “relaciones
móviles y no igualitarias”. También es de hacer notar que estas relaciones son
inmanentes a otro tipo de relaciones, como las de formación académica, las de
género, las familiares ascendentes y descendentes, las religiosas, las de salud
y lenguaje, entre otras. Todas ellas, en el fondo, se articulan como un “arte de gobernar”,
aspecto que caracteriza la modernidad. El proceso de urbanización en todo este
territorio que se ha denominado el área Metropolitana apunta a la concreción de
una región urbana de dimensiones territoriales, demográficas y hasta de
contaminación ambiental comparables con las grandes urbes del mundo y de
Guatemala en particular.
No
obstante, las evidencias demuestran que se trata de un fenómeno diferente, las
políticas de planificación urbana del gobierno local poco han hecho para tratar
de actuar sobre los procesos que alimentan este crecimiento sin precedentes en
la historia de Quetzaltenango. Los planificadores municipales siguen apegados a
sus teorías, dictando normas y redactando planes regulares, creyendo que los
problemas propios de una masa urbana que sobrepasa 147,968 habitantes se van a solucionar.
En ese sentido, los partidos de derecha y comité cívico que han gobernado el
municipio en los últimos veinte años y los que gobernarán los próximos cuatro
años se han dedicado a “gestionar el capitalismo, a hacerlo más
eficiente”, incluso pactando con los fundamentalistas, como diría Zizeck
(2010:2)
Quizás
de los matices más agudos de este incesante crecimiento urbano ha sido el
deterioro ambiental de esta región así por ejemplo, las cuencas hidrográficas
ubicadas en los municipios cercanos a la ciudad han sufrido los embates de la
ausencia de políticas de protección. Las fuentes de agua son cada día más
carentes y alejadas, constituyéndose el abastecimiento de agua potable en un
problema vital importancia y cuyas incidencias sobre la salud ciudadana penden
como amenaza cotidiana los próximos años. Entonces el daño al medio ambiente es
una realidad, no es una especulación de teóricos.
¿
Por qué tiene para nosotros tanta
importancia el deterioro ambiental en la región? Porque el control de los recursos
naturales ya no le pertenecen a la sociedad, es de las transnacionales. Esa es
la realidad. Son ellas las que
deciden lo más esencial del mundo hoy,
que es el movimiento de capitales. Las finanzas del mundo, en un mundo
globalizado, ¿ quién las detiene?. Nadie. Eso significa que la globalización es indetenible, las
transnacionales son las que realmente
gobiernan el mundo. No hay ni puede haber una política ambiental en la región,
sino el mercado que resuelve y resuelve, el mercado decide todo.
La
pregunta que hay que hacerse es qué va a pasar con los movimientos ecologistas
de la región que intentan salvar el medio ambiente los próximos años, cuando ¿
qué le importa a las transnacionales el medio ambiente? Los poseedores del capital no le preguntan a ningún
movimiento ecologista, qué recursos naturales explotarán, qué capitales
invertirán para el control de los territorios regionales. Las transnacionales
andan sueltas por el mundo, son las que rigen la economía. Por eso habría que
preguntarse si los movimientos ecologistas que se mueven bajo el paraguas de la
cooperación internacional en la región desempeñaran un papel fundamental en las
luchas futuras. Los movimientos ecologistas predican por todos lados el
discurso de ¡Únanse¡ para salvar el medio ambiente. No es suficiente el
discurso, sino una nueva “acción política”, o como muy bien reflexiona Bolívar
Echeverría (2010:45) se trata de
reexaminar la historia de las sociedades latinoamericanas en marcos
actualizados, reconstruyendo contextos, encuadres ideológicos y enfoques
simióticos y que, por tanto, incluya el pensamiento de resistencia, a decir, el
pensamiento que generó rebeliones indígenas sublevaciones negras. Caso
contrario, seguirán “gestionando el capitalismo”, como lo han hecho hasta ahora.
¿Por qué no se admiten estas realidades? ¿ Por qué no se buscan otros fórmulas
de resistencia contra el orden económico internacional impuesto por el signo
neoliberal de la globalización?, ¿ Qué sentido tiene invertir grandes capitales
en la protección del medio ambiente (cuencas de ríos, nacimientos de agua, etc…)
en la región, si la naturaleza está siendo destruida por la salvaje agresión del sistema y sus
mecanismos económicos impuestos al planeta?.
Hay que tomar en cuenta que estas reflexiones emergen a
la luz de los movimientos ecologistas surgidos en la postguerra en Guatemala,
donde prevalece el discurso de la defensa de los territorios indígenas y no
indígenas. Pero, ¿acaso los movimientos ecologistas pueden levantar barreras
que impidan el paso del capitalismo, si de hecho los movimientos ecologistas
también se mueven en la economía liberal y se constituyen en sujetos-sujetados
al capital como diría Foucault?. Retomo las palabras de Marx para reforzar mi argumento cuando
decía “Antes de poder emancipar a otros,
tenemos que empezar por emanciparnos a nosotros mismos” (Véase más antecedentes
en http://hojaderuta.org/imagenes/lacuestionjudiamarx.pdf)
La
tendencia de desarrollo de las zonas 1, 3 y 9 en Quetzaltenango en la primera década del
siglo XXI se ha caracterizado por seguir el crecimiento infraestructural de las
principales metrópolis del mundo. Esto ha creado un patrón de desarrollo
inercial-lineal que ha generado, como consecuencia, problemas de acceso,
transporte y altos costos de la tierra
urbana y la vivienda. Tal patrón crea un tejido abigarrado y difuso, con poca
calidad urbana, que incrementa los costos económicos y sociales y los
hogares al residir en Quetzaltenango. El
área metropolitana, al concentar los servicios se convierte en una ciudad
competitiva con respecto a otras ciudades del país. Sin embargo, al
comparársele y competir con otras ciudades
del mundo, es un caso de creciente ineficiencia territorial y
urbanística.
En
Quetzaltenango en el contexto actual existe una gran demanda de suelo para el
uso habitacional esto provocado por la inmigración a la ciudad y el crecimiento
espontáneo, natural y evolucionado de la ciudad. En la actualidad, la realidad
muestra cómo en el caso de la vivienda popular se registra una gran demanda y
poca oferta, porque no existen en la ciudad proyectos de vivienda popular que
hayan sido planificados en prospectiva de crecimiento por un lado, y, por otro,
el mayor volumen de construcción es absorbido por empresas privadas pero esto
no satisface la demanda de vivienda accesible en cuanto a costos por parte de
la población, lo que está empujando a ubicar nuevos asentamientos humanos en
zonas vulnerables de la ciudad. En otras palabras, las empresas privadas lo que
están haciendo es poner en marcha el poder disciplinario sometiendo, vigilando,
excluyendo y sujetando a la población bajo el control de las reglas del mercado
capitalista.
Sumado
a lo anteriormente expuesto un elemento central de la disciplina de poder en la
actualidad, nos advierte Foucault, proveniente del discurso capitalista y este
es el “encierro” en la cual vive el obrero. “El endeudamiento obrero le obliga
por ejemplo a pagar su alquiler de su casa por adelantado, y en cambio cobra su
salario a fin de mes, la venta a plazos, el sistema de cajas de ahorro, las
cajas de retiro y asistencia, las ciudades obreras, todos estos han sido medios
para controlar a la clase obrera, de una manera más sutil, mucho más
inteligente mucho más fina y para secuestrarla” ( Foucault: 1,999:67). Eso
significa que el poder de la disciplina
capitalista implica una aceptación por parte de los dominados de toda una
compacta red de obligaciones y responsabilidades laborales fijadas, contractualmente
en la cual ya no es necesario el sometimiento al poder del soberano.
Desde
la Revolución Liberal del XIX, Quetzaltenango implementa un nuevo modelo urbano de la ciudad que
posibilito la instalación de técnicas de gobierno que gestionaron la economía
desde la visión del individuo propietario y, actualmente, en la globalización
neoliberal.
El
crecimiento urbanístico de la ciudad de Quetzaltenango, ha obedecido a fenómenos y circunstancias políticas,
económicas y desastres naturales. En la actualidad
el crecimiento urbano es un fenómeno ligado al incremento poblacional, y liderado principalmente por empresas urbanizadoras, que
dan respuesta a la demanda de vivienda sin
contemplar ni observar requerimientos de servicios básicos, áreas verdes, recreación, áreas de poco
riesgo por desastres naturales o provocados,
que son indispensables para una efectiva urbanización que garantice la seguridad de las familias a largo plazo. En
ese mismo contexto observamos que la dinámica de crecimiento y distribución de
la población en la ciudad, no ha obedecido a directrices de planificación
anticipada. Desde una perspectiva histórica y geográfica, los asentamientos
humanos en la región ponen en evidencia el impacto negativo, consecuencia del
crecimiento anárquico de la población.
A
pesar de contar con un Reglamento de Plan Regulador para el Valle de Quetzaltenango, no tiene
aplicación. No obstante este documento sigue siendo una guía para un futuro Plan de
Ordenamiento Territorial del municipio los próximos años.
El
período que va entre 1,902 y la primera década del 2010 y los primeros seis
meses del 2011 ha demostrado que los cuadros profesionales del gobierno local
se han dedicado a la administración de almas, por medio del Reglamento de Plan Regulador para el Valle de
Quetzaltenango. ¿Cómo es posible esta lógica, qué dispositivos se ponen en marcha?. Pero ha de señalarse que
el desarrollo del Plan Regulador también se despliega como una estrategia de
poder que tiene por blanco principal la “población”, es decir, se estableció
como un dispositivo de seguridad, en la que necesariamente se encuentra
presente el capitalismo.
Sin
embargo, para entender el sistema mundo
contemporáneo y su incidencia en lo local no basta entender sólo la división entre
decisiones políticas o económicas, ni la
segmentación entre producción y consumo, y el sistema de mercado que fija los
precios. También es indispensable
entender cómo funciona el dinero: cómo genera órdenes y cómo hace fluir
capitales en las regiones y los territorios que le permite a los actores
locales, aparte del Estado, desarrollar formas transnacionales de control y
regulación del territorio para configurar lo que Foucault denomina “sociedad
disciplinaria” a partir de dos puntos que nos interesan en este proceso: el
establecimiento de una normatividad escrita, de la ley como un código escrito,
y el surgimiento de documentos-poder depositarios de la verdad. Para efectos
prácticos de nuestra argumentación no se analizó profundamente el –Reglamento
del Plan Regulador del Valle de Quetzaltenango-, pero a mi juicio el Reglamento
se comporta como un documento-verdad y normatividad escrita tal y como se
demuestra con las sociedades
capitalistas de Occidente.
Localmente,
el estudio demostró que la lógica que ha predominado en el ordenamiento territorial de la ciudad
de Quetzaltenango ha respondido a fenómenos económicos y políticos. Casi nunca a fenómenos étnicos y culturales.
El espíritu que animó el ordenamiento territorial fue el control del territorio
el poder político a través de la propiedad privada, la cual regula la producción que permite la satisfacción de
las necesidades de los sujetos. . ¿ De qué forma el capitalismo responde con un
sistema de producción acorde a ese poder político? Es decir, ¿ en qué momento
el trabajo se convirtió en vida y la propiedad en capital en Quetzaltenango?
La
lectura que hacemos del Centro Histórico de Quetzaltenango como un caso
excepcional, de los procesos de ordenamiento territorial subraya que el mundo
sigue siendo un mundo como exhibición, ya no sólo para Europa, África, Asia
sino también para Norteamérica y para América Latina, ya no es la feria del
mundo, ahora es el <> (Augé, 1996:53) de la televisión
para ver los partidos del Mundial de Sudáfrica 2010, Revueltas en la mayor
parte de los países árabes y el norte de África, surgimiento de movimientos de
masas que se están formando con tremenda fuerza en España, Grecia y Santiago de
Chile, surgimiento de movimientos ecologistas que discuten sobre los peligros
que enfrenta la <> en Brasil, Santificación de Juan Pablo II, Boda Real en
Inglaterra, Giro de Italia 2011, Elección del Presidente Ollanta Humala en Perú, Copa de Oro en Estados
Unidos y prospectiva electoral en Guatemala, entre otros acontecimientos
mundiales.. Un sitio en el cual están
todos los sitios, pero ninguno existe realmente. Este uso de la tecnología
muestra la ligazón entre el poder-conocimiento, porque las escenas se realizan
desde algún lado, y con algún fin, lo cual
es desde siempre, la finalidad del mercado capitalista.
El
tiempo desaparece cediendo terreno al espacio, las distancias no están en
función de cercanía o lejanía, por el contrario, todo el universo está en el
mismo instante. Esta desaparición del tiempo es consecuencia del capital, o del
flujo de capitales que se mueven en el Centro Histórico en la actualidad. Esta
lectura muestra también, cómo desaparece el Centro Histórico y es reemplazada
por los centros históricos de Sudáfrica, Estados Unidos y Europa, donde cada
espacio local se construye a semejanza del mercado global, donde las prácticas
culturales propias se pierden o se enjuician sobre presupuestos universales
dominantes últimamente. Este veneno ideológico se divulga a través de sus
poderosísimos recursos de comunicación, sus cadenas de televisión, sus cadenas
de cine.Ellos son los dueños y controlan las mentes y enajenan a los sujetos
reflejando la vida, las costumbres y los gustos de las sociedades ricas. El
Centro Histórico está totalmente arruinado por las transnacionales
norteamericanas, y todo lo que exhibe es ideología y cultura enlatada, cuando la
sociedad necesita tantas cosas más. Con lo que invierten en espionaje o con los
recursos que invierten para envenenar a los sujetos que se mueven en el Centro
Histórico, sería suficiente para elevar los niveles de salud, vivienda y
educación de la sociedad en general y de Quetzaltenango en particular los próximos años.
¿Será
el efecto de esta cultura enlatada que tiene lugar en el Centro Histórico, una
nueva versión de la otrora colonización?, ¿Estaríamos aquí en la antesala de un
nuevo Renacimiento de la cultura impuesta por las potencias occidentales desde
la invasión española hasta la fecha, en la cual se suele representar a los
guatemaltecos como pueblos congelados en un paso mítico que ninguna relación
tiene con el presente? ¿Será una recreación subalterna de la modernidad
contemporánea?
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El autor, Hugo Rafael López Mazariegos, profesor-investigador
de las maestrías de Antropología Social y Descentralización, Gestión y Poder Local
del Centro Universitario de Occidente de
la Universidad de San Carlos de Guatemala, Profesor-invitado del Instituto Chi
Pixa´b, Universidad Autónoma de Madrid España, profesor de la Facultad de Ciencias
Políticas y Sociales de la Universidad Rafael Landívar Campus de Quetzaltenango
e investigador de la Universidad de San Carlos de Guatemala y el Instituto
Centroamericano de Prospectiva e Investigación –ICAPI-, Guatemala. Actualmente
es candidato al doctorado de Sociología y Ciencias Políticas Universidad de
Salamanca España, programa Guatemala. Sus áreas temáticas de investigación son:
Religión, Poder, Ordenamiento Territorial y Sociedades Rurales
1 Según Kirchhoff, los rasgos culturales que
pertenecen al área mesoamericana son: en la agricultura, el uso
de coa, construcción de chinampas, cultivo de chía y su uso en la elaboración de bebidas y aceite para pinturas,cultivo de maguey con fines de producción de papel, tela, fibra y pulque; en patrones alimenticios la molienda de maíz cocido con cenizas o cal, el uso de metate y mano de piedra; con respecto a la cultura material, uso de cerbatanas, bezotes (adornos en el labio inferior), el pulido de obsidiana, espejos de pirita, tubos de cobre para horadar piedra, pelo de conejo para adomar textiles, macanas de madera con puntas de obsidiana incrustadas, cotas de algodón, escudos, turbantes. sandalias, trajes completos de plumas usados por los guerreros; en la arquitectura: pirámides escalonadas, pisos y recubrimientos de estuco, canchas para juego de pelota con anillo en las paredes, edificios ubicados alrededor de plazas; y en cuanto a los loros intelectuales y el ritualismo, el uso de escritura jeroglífica, signos numéricos, libros plegados como biombos, calendarios de 260 a 365 días, sacrificio humano, auto sacrificio, palo volador, deidades y e) concepto de varios niveles celestiales e inframundo (citado por Ivic, 1999).
de coa, construcción de chinampas, cultivo de chía y su uso en la elaboración de bebidas y aceite para pinturas,cultivo de maguey con fines de producción de papel, tela, fibra y pulque; en patrones alimenticios la molienda de maíz cocido con cenizas o cal, el uso de metate y mano de piedra; con respecto a la cultura material, uso de cerbatanas, bezotes (adornos en el labio inferior), el pulido de obsidiana, espejos de pirita, tubos de cobre para horadar piedra, pelo de conejo para adomar textiles, macanas de madera con puntas de obsidiana incrustadas, cotas de algodón, escudos, turbantes. sandalias, trajes completos de plumas usados por los guerreros; en la arquitectura: pirámides escalonadas, pisos y recubrimientos de estuco, canchas para juego de pelota con anillo en las paredes, edificios ubicados alrededor de plazas; y en cuanto a los loros intelectuales y el ritualismo, el uso de escritura jeroglífica, signos numéricos, libros plegados como biombos, calendarios de 260 a 365 días, sacrificio humano, auto sacrificio, palo volador, deidades y e) concepto de varios niveles celestiales e inframundo (citado por Ivic, 1999).
3 Para los efectos del presente estudio,
únicamente la reflexión partirá de los últimos tres por ser los períodos en los
que los grupos humanos de
la región empiezan a desarrollar sistemas más complejos de organización y por
ende a disponer
con mayor voluntad sobre el ordenamiento de sus territorios (Arroyo, 1,996).
[3] Estos sitios se encuentran localizados
en sitios estratégicos, cercanos a Ios ríos y al mar, donde podía obtenerse durante
todo el año recursos acuáticos y terrestres, tales como: sal, conchas,
peces y maíz
[4] Ibíd. Pág. 2
[5] Ibíd. Pág. 2
[6] Aparecen los estilos de
arte elaborados, diferenciación de
clases sociales, conocimiento de la astronomía escultura jeroglífica, y ocurre un
amplio intercambio de materia prima y bienes exóticos (Arroyo, 1,996).
[7] Como obsidiana verde,
cerámica e iconografía religiosa de dicho estilo.
[8] Vasijas, cerámicas,
plumas de quetzal, piedra basáltica, ocote, pieles, productos que se negociaban
por otros de zonas vecinas como la sal y el jade.
[9] De acuerdo a las
descripciones geográficas conocidas, escritas en el transcurso del siglo XVII,
se sabe que por tradición
oral y durante una época histórica no comprobable, en la costa sur-occidental
del país se contaba con una
ancha faja de lagunas, cuyos márgenes estaban parcialmente poblados. Chávez
(1,965) describe el aspecto físico de la parte
meridional del reino Quiché en la época pre colonial. Precisa que existía un
imponente y majestuoso volcán que se llamaba Lajuj Noj, por que en su cima
había un altar indígena del mismo nombre conocido
como Jun Aj Pu, además de otros altares en otros tantos volcanes, que iban
desde el actual Volcán de Agua, el
"Siete Aves" que está sobre la montaña que erróneamente se le llama
"Siete Orejas", homofonía quiché, y el Chicabal, a orillas de la
laguna volcánica del mismo nombre. Asimismo, el cerro Baúl, que significa
montículo de tuza, metáfora que alude
al volcancito que hace el pequeño roedor cuando abre su largo túnel bajo
tierra. Los volcanes Santa María y
Siete Aves, una laguna y viviendas dispersas, describen el paisaje. Muchos
siglos atrás (el modismo utilizado por el ancianos "Chi r shwilij le
Jyub", que significa " cuando se desmorono la montana", puede
hacer referencia a tiempos diluvianos), hizo erupción el gran volcán, de la
cual no se tiene noticia histórica, pero de gran magnitud, similar a la del Krakatoa o a la del Cosiguina, por la
extensa base que se ve todavía, actualmente conocido como el Cero Quemado. Cuando desapareció el cono del gran
volcán, los sacerdotes indígenas, trasladaron el oratorio Lajuj Noj sobre el
Santa María, por este motivo sus alrededores se llaman "P'Lajuj Noj",
correctamente escrito, Además del modismo señalado, pueden mostrarse otras
evidencias científicas (la base del gran
cono volcánico arroja vapores
calientes, hace más de medio siglo, la base existente presentaba algunas partes
negras y estériles, por lo que tomo el nombre de Cerro Quemado, una parte del
material volcánico es La Pedrera, la corriente de lava se extiende al oriente
en Las Majadas), Por otra parte la humedad de la Ciénaga, la poca profundidad
del agua en los pozos antiguos, los
yacimientos de Chirriez y de la Ciénaga, son señales de la laguna extinta,
similar a la de Chicabal. Así mismo, Ios restos humanos y piezas arqueológicas
han sido encontradas al norte de la ciudad. Fuentes y Guzmán (1,946), da cuenta de la base del gran volcán
desaparecido con el nombre de "Cekxak", tizne negro o sea Cerro
Quemado. Algunos historiadores quezaltecos, coinciden en la existencia del gran
volcán.
[10] Aun hoy pueden observase técnicas y
características propias de los mam en los grupos quichés de Totonicapán y
Quetzaltenango.
[11] Fuentes y Guzmán (1,945) da cuenta
que durante la conquista hispánica los señoríos de Cuilco e Ixtahuacán,
eran aliados de Zaculeu, y acudieron con guerreros para afrontar a los
conquistadores. Este sitio estuvo ocupado durante un período muy largo, de
aproximadamente 1,200 años. Iniciado en el clásico temprano. A pesar de la
falta de información etnohistórica se ha deducido, según otros casos del
Altiplano, que es muy probable que los límites coloniales y municipales
actuales, equivalen a las divisiones y subdivisiones políticas que ya tenía
este grupo, Por su parte, la organización de los mames al igual que otros
grupos, tenía una distinción social entre aristocracia y plebeyos, pero se
desconoce totalmerrte los detalles locales, especialmente en cuanto a una
distribución territorial posiblemente similar a los chinamit de los quichés.
[12] Es importante mencionar
que algunos etnólogos han hecho notar que esta fuente mítica ofrece la materia prima con la cual se
construye la historia, pero creen que se limita a las partes finales de! manuscrito, que son mas
perceptibles ya que tratan acontecimientos relativamente recientes que pueden ponerse en relación con los
hechos de la arqueología, la etnografía, la lingüística y datos de otras
fuentes, particularmente indígenas coloniales. Según Girard (1,950), se ignora que los mayas no hacen distinción entre
mitología y crónica histórica, y que su historia esta escrita en términos del
pensar mítico, que es el histórico de los pueblos indoamericanos. En el
concepto de los
maya-quichés, el sujeto de la historia es el hombre y el grupo humano
considerados en su desarrollo
y evolución a través del tiempo. Su historia cultural se desarrolla en cuatro
períodos o edades, cualitativamente diferentes, que corresponden a las etapas
sucesivas de desarrollo de su
civilización.
[13] Esta organización del
gobierno civil, vigente todavía en Chiquimula, esta bajo el mando del alcalpur,
también llamado gobernador a cargo de la cornunidad indígena de la localidad.
Los calpures tienen el cargo de primero, segundo, tercero y cuatro son nombrados por el alcalpur. Tal división
politico-territorial, calcada sobre el modelo cósmico, está estampada en la bandera tribal de
los chortis de Quetzaltepeque, que consiste en un gran lienzo rojo dividido por una cruz. El concepto de
nacionalidad se asimila a la cornunidad, cuya extensión territorial constituye el mundo propio.
[14] En suma, el
renacimiento de la cultura maya ocurre en la península de Yucatán y no en Los
Altos o en el Pacífico.
Es importante precisar estos hechos para comprender la historia y la
arqueología de Los Altos y de la Costa del Pacífico, a raíz de la invasión
quiché se establece el panorama histórico- cultural del área. Los arqueólogos se han
sorprendido al comprobar la ausencia de huella de la cultura clásica en las
tierras altas de Guatemala. Nunca existieron allí estelas con jeroglíficos,
salvo en la parte mas baja de Kaminal Juyú, templos de suntuosas fachadas,
inscripciones de cuenta larga, bóvedas de piedra salediza bien cortadas y otras que dan a la
civilización clásica su fisonomía particular. Desde cualquier punto de vista,
las condiciones ambientales de Los Altos son más favorables a la vida humana
que las que predominan
en el adverso emplazamiento de las tierras bajas, pero los problemas del hombre
maya no deben contemplarse a través de nuestra visión etnocéntrica, sino en
función de sus necesidades vitales, solidarias con sus obligaciones religiosas.
[15] No hay ningún indicio,
ni fuentes ni en la arqueología, de una ocupación masiva de Los Altos antes de
la
invasión quiché, en el siglo X. A este respecto, Ios datos de la arqueología concuerdan plenamente con las fuentes históricas.
invasión quiché, en el siglo X. A este respecto, Ios datos de la arqueología concuerdan plenamente con las fuentes históricas.
[16] El Memorial de Sololá
informa que todas las poblaciones rendían tributo al rey quiché. De esta manera
Ios
quichés, cakchiqueles y tzutuhiles tenían medios de vida de Ios que no dispusieron Ios mayas del período clásico.
Los quichés también explotaron las tierras del Pacífico, especialmente los territorios actuales de la Costa Sur y Costa Cuca, las zonas más fértiles, muy condicionado su poblamiento a Ios intereses económicos de las leyes religiosas.
quichés, cakchiqueles y tzutuhiles tenían medios de vida de Ios que no dispusieron Ios mayas del período clásico.
Los quichés también explotaron las tierras del Pacífico, especialmente los territorios actuales de la Costa Sur y Costa Cuca, las zonas más fértiles, muy condicionado su poblamiento a Ios intereses económicos de las leyes religiosas.
[17] Entre ellos: El Popol
Vuh, El Memorial de Sololá, El Título de Ios Señores de Totonicapán, La Crónica
de Don Francisco Gómez,
primer Ahzib quiché. La Crónica de don
Juan de Torres, hijo del rey Chignauicelut, o la Crónica de Francisco Tzumpan,
que relatan interesantes referencias acerca de un acontecimiento tan memorable.
[18] El Título de Totonicapán menciona el siguiente fragmento:
"Allí vivieron mucho tiempo, fue donde nuestros padres hicieron ver la dignidad y majestad de que estaban revestidos y
fue donde moraron mucho tiempo".
[19] Llamada por los mexicanos a Alvarado,
Utatlán.
[20] La influencia pudo haber llegado a
través del comercio y los lazos matrimoniales.
[21] Téngase en cuenta
la invasión pipil del siglo VI y VII y la quiché del siglo X.
[22] Además de la cría
domestica de tepescuincles, tapires, lagartos y venados.
[23] Este esquema se rompe a la llegada de
los españoles, pues la consolidación de la colonización española esta basada fundamentalmente en la
fundación, formación y crecimiento de las ciudades.
[24] "Diez Excelsitudes"
[30] Según un manuscrito encontrado en el
pueblo de San Andrés Xecul, sus centinelas capturaron a cuatro célebres caciques (Calel Kalek,
Ahpop.Gueham, Celelaham y Celelaboy), los cuales fueron bautizados.
[31] Actual zona 5 de la ciudad de
Quetzaltenango.
[32] Quetzaltenango es la única ciudad de
la República de Guatemala, asentada en el mismo lugar por lo menos durante el último milenio.
[33] Se crea un Juzgado
Privativo de Tierras, ubicado en Santiago de los Caballeros a tales efectos.
[34] Patrilinajes hispánicos. En el caso
de la construcción de la Catedral del Espíritu Santo participaron 9 jefes de calpul.
[35] Esta dinámica en
cierta forma permitió que se reafirmara el sentimiento de mantener costurnbres,
tradiciones y creencias
por parte de los indígenas. En una de sus cartas de 1,542, el Obispo Francisco
Marroquín, manifiesta que
Juan Chávez era el encargado de recoger los tributes de la población del Santo
Espíritu. Cabe mencionar que paralelo a la encomienda. El ejido también estaba
sujeto a los franciscanos.
[36] Según
censo del Juez Juan Morales, en el mes de Abril, a los efectos de recaudación
de tributos.
[37] Confirmado
por Fray Francisco de Zuaza, y que por orden del Arzobispo en 1,689, describe
al pueblo del Espíritu Santo como uno de los principales del reino y de la
provincia. Describe el territorio donde estaba asentado como "un lugar de buenas
llanadas y campiñas descolladas y descubiertas". Hace referencia al
"trato españolado" de los indígenas del pueblo en relación con los de
la región.
[38] Si se toma coma referencia
los 2,500 habitantes existentes en 1,689,
[39] Se ordena el trazado
urbano en forma de parrilla, donde las calles se trazan de norte a sur y de
este a oeste. Dicho
plano es de origen grecorromano, posteriormente tornado por Ios españoles. La
cuadrícula se usaba para sostener
un control sobre el crecimiento urbano del pueblo o ciudad. Las Ordenanzas
sostienen un patrón urbano de autosuficiencia, por lo que los lotes urbanos
llevan aparejado terrenos para labranza y cultivos. La composición de las ciudades coloniales gira en
torno al modelo de los tres poderes: catedral, gobernación y cabildo,
circulantes a la plaza
central de una extensión de 10,000 varas castellanas. En tomo a este conjunto
son situados otros edificios como el hospital y la cárcel. En las tierras
colonizadas va a seguirse la pauta de localización de las poblaciones indígenas, pero sin tomar
en cuenta las modalidades prehispánicas. Los asentamientos españoles estaban
constituidos por barrios de españoles y barrios de indígenas ubicados en la
periferia como en el caso de Santiago de los Caballeros o constituidos por pueblos de indios como en
el caso de Quetzaltenango.
[40] Gall
(1,965) sostiene que en el cabildo estuvieron presentes el poder
politico, comercial y social (alianzas de familias por abolengo) de la ciudad, quienes
eran el partido dominante.Quedando el ayuntamiento formado por: Francisco de
Gregorio y Pinillos (alcalde ordinario de primer voto), Teniente de Milicias José de
Mata (de segundo voto), Juan Antonio López (Alférez Real), Capitán Miguel
Molina(Alguacil
Mayor), Mariano Gálvez (Alcalde Provincial), Subteniente Pablo Mata, Calixto Aguilar y Francisco Gutiérrez
Marroquín (Regidores), Agustín Rodríguez de Zea (Sindico). Según la Sociedad Geográfica de
Guatemala, el primer Ayuntamiento de la ciudad estuvo localizado en la casa de
la viuda de Pedro Mezeras, en la esquina de la plaza.
[41] Los
quezaltecos recomendaban en 1,811 el establecimiento de un obispado en
Quetzaltenango, que aboliera los estancos y se incentivara la economía con
ordenanzas más conformes a la región de estos pueblos, y que el sistema de
justicia cayera y jueces de los propios partidos. Un ejemplo, en1,813, los
departamentos de Quetzaltenango, Totonicapán, Huehuetenango y Sololá eligen a
José Cleto Montiel como párroco de Momostenango. Situación que indica el debate de la
descentralización del clero. La presión ejercida por parte del territorio altense
y en especial de los ladinos con apoyo y convergencia de los indígenas, hizo
que en ese mismo año, 1,813, la Corte accediera a que Quetzaltenango
tuviera un diputado provincial. Posteriormente en 1,825, Quetzaltenango va a
pasar a ser reconocido como ciudad, sin antes ser nombrada como villa, siendo este
único caso en el Pals.
[42] Después de lograrse
la independencia de la Federación Centroamericana, Quetzaltenango es una de las siete provincias
que se anexa al imperio mexicano de Agustín Iturbide, situación que dura del 5
de Enero
de 1,822 hasta Marzo de 1,823, fecha en la que Quetzaltenango pasa a formar
parte del Estado de Guatemala de acuerdo a la Constitución Federal de 1,824.
El Estado de los Altos subsistirá hasta el 18 de Marzo de 1,840, por medio de la incorporación al Estado de Guatemala por
Decreto y victoria militar del ejército de Rafael Carrera.
[43] La
ciudad conserva en su paisaje urbano una mezcla de elementos urbanos de clara
influencia del periodo indígena antiguo y del período hispano colonial.
[44] Será en la
ciudad de Quetzaltenango, donde García Granados establezca su gobierno
provisorio, dictando los 3 primeros decretos. Barrios será nombrado comandante
de la zona occidental del país, con sede en Quetzaltenango, fundando el
periódico El Malacate, exponiendo la necesidad de aplicar una política
anticlerical, principalmente contra la Orden de los Jesuitas, a quien Barrios
expulsara de la ciudad, expropiándoles sus bienes.
[45] Tanto es así que las
efernérides de la conquista- 15 de Mayo- se celebraron en este sector hasta el 15 de Septiembre de 1,821, dejando
sin efecto esa celebración al inicio de la época independiente.
[46] Daños
que llegaron hasta Tuxtla y Comitán, y a los pueblos del Altiplano de
Huehuetenango y San Marcos.
[47] El adjetivo proviene del latín crispus,
esortijado, rizado, quizás debido a la forma del volcán. En sentido figurado Crespo significa
irritado.
[48] Dolfus y Montserrat,
geólogos franceses enviados por su gobierno a un viaje fisiográfico a Guatemala y El Salvador, describieron
el volcán como una montaña irregular, sin cono. En su cima ofrece una basta
depresión de contorno poligonal, elevándose en medio de contrafuertes. Parece
como si un cataclismo
hubiera destruido toda la parte superior del volcán, dejando tan solo su
osamenta interna.
[49] Adicionalmente, a través del Decreto Número 525 de la
Asamblea Nacional, se establecía un fondo de
emergencia para damnificados a través de impuesto sobre bebidas alcohólicas,
importación de tabaco y otros, se exoneraba a la población
de pagar la contribución territorial y de la prestación del servicio
militar, suspendiendo aranceles a la importación de productos de construcción.
[50] Todo
un record para la época, ya que el máximo que un ferrocarril puede soportar es
el 12% de desnivel, por lo que se considero
un triunfo para la ingeniería alemana su construcción.
[51] Instalaciones
que actualmente ocupan El Centro Intercultural (antigua Brigada Militar 17-15)
en el sector de la zona 3.
[52] Según los vecinos,
este crecimiento urbanístico de la zona, obliga a la Municipalidad a que
realice
por varias veces la rectificación de medidas de las casas, así como también de los lotes adjudicados.
por varias veces la rectificación de medidas de las casas, así como también de los lotes adjudicados.
[53] El
Decreto 1119 gravo con 3 pesos toda botella de aguardiente, con fines de
financiamiento de las obras. El costo final
fue de 8 millones de dólares de 1930. El ferrocarril contaba con 14
vagones, tanto de carga como de pasajeros. Cada vagón tenía su propio motor, siendo
independiente en su funcionamiento. Cuando sea necesario se unían dos o mas y
conectaban su energía por medio de aparatos especiales, pero cada vagón tenía que tener
su propio operador. El ferrocarril funcionó entre 1930 y 1933. Un
temporal en el mes de Septiembre provocó desastres en la vía férrea y dos
puentes, los cuales eran fácilmente reparables, Mas, sin embargo a su
reconstrucción se opuso Jorge Ubico, quien prohibió que el pueblo quezalteco
donara o trabajara gratuitamente en tal tarea, desmantelando la infraestructura.
Los bienes fueron subastados, donados y parte de los rieles utilizados para
postes de alumbrado público, los cuáles aun pueden verse en Quetzaltenango y
pueblos del Sur-Occidente de Guatemala.
[55] El reglamento no pudo ser aplicado, ya que la
delimitación va más allá del urbana de
la ciudad, y abarca municipios de otros departamentos.
[56] Se ha señalado el crecimiento urbanístico en la actualidad carece de
medidas que permitan garantizar un desarrollo urbano con equidad económica,
política, jurídica, ambiental y principalmente con seguridad a largo plazo.
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